Niahrin lo contemplo sorprendida. Su boca se abrio pero no surgio de ella ningun sonido.

—?No es la mejor cosa que has oido en muchos dias? —Sin prestar atencion a su expresion contrariada, el fornido scorvio se dejo caer alegremente sobre el banco contiguo y sento a Indigo en sus rodillas—. Anoche, mi Indigo me dijo que si. ?Acepto! — El tronar de sus regocijadas carcajadas hizo volver las cabezas de los presentes por segunda vez, y algunos comensales que se encontraban de pie empezaron a acercarse a la mesa, llenos de curiosidad por lo que sucedia—. Siempre dije que esperaria hasta que hallaramos a su familia y que lo haria como era debido, pero ahora Indigo dice que si y no quiere esperar. Ya no desea aguardar mas; ?no es asi, mi amor?

—No —dijo Indigo con energia—. Ya no quiero esperar, no quiero esperar mas.

Vinar la abrazo, y Niahrin, que los observaba, sintio como un punetazo en el estomago. Mientras hablaba Indigo habia sonreido a la bruja, pero en sus ojos habia un brillo de franco desafio y hostilidad.

Totalmente desconcertada, Niahrin no supo que contestar.

—Pero... —consiguio articular por fin—, pero que hay de..., de... —Entonces recordo que Indigo no sabia nada del engano de Vinar. Dirigio al scorvio una mirada horrorizada que intentaba transmitir lo que queria decir sin necesidad de palabras.

—Todo esta bien. —Vinar sonrio satisfecho—. Conte a Indigo lo que habia hecho, y me ha perdonado. —Sus hombros se estremecieron con nuevas risas, que esta vez contuvo—. Te confesare, Neerin, que no fue facil decir las palabras y confesarlo todo, pero lo hice. De modo que ahora todo esta bien y es como debe ser, ?y yo diria que soy el hombre mas feliz de las Islas Meridionales!

Algunos de los espectadores curiosos habian llegado junto a ellos ya y captado la esencia del anuncio; con gran animacion ofrecieron sus felicitaciones, dando palmadas a Vinar en la espalda, haciendo bromas, interesandose por la fecha exacta de la boda. Niahrin, con la mente hecha un lio, penso: «Dulce Tierra, ?por que ha hecho ella esto? Sabe lo que sucedio anoche; ?debe de saber lo que estuvo a punto de hacer! ?Se lo habra contado a Vinar? Por todo lo mas sagrado, ?que sucedera si el no lo sabe?».

Entonces volvio a mirar a Vinar y se dio cuenta de la verdad. El no lo sabia: era imposible. No era un actor, e, incluso aunque lo hubiera sido, un hombre tan honrado y decente como el jamas se habria comportado de una forma tan despreocupada tras una revelacion como esa. Indigo no habia tenido reparos en relatarle el primer sueno, pero este, al parecer, era algo que pensaba guardar para si.

Indigo volvio la cabeza de repente y su mirada se encontro con la de Niahrin. La hostilidad de sus ojos parecia haberse intensificado, pero bajo esta Niahrin percibio algo mas que reconocio al instante como miedo. No, no era miedo; esa palabra no era la adecuada. Indigo estaba aterrada de que su secreto estuviera en peligro, y su mirada era a la vez una advertencia a Niahrin para que no dijera nada y una amenaza de lo que le sucederia si no hacia caso de su advertencia.

La bruja volvio la cabeza rapidamente. No estaba preparada para responder al desafio de Indigo, pues no sabia que hacer. Contar la verdad a Vinar, ahora o mas adelante, quedaba totalmente descartado, ya que la muchacha no tenia mas que negarla. Vinar aceptaria su palabra contra la de todo el mundo si era necesario. Pero si no le advertia...

Sus pensamientos se interrumpieron con brusquedad cuando desde las puertas alguien exclamo en voz alta y con tono divertido:

—?Mirad quien ha venido a reunirse con nosotros!

Todos los que se encontraban en las mesas y entre el grupo que rodeaba a Vinar e Indigo se volvieron y estiraron el cuello para mirar. Un hombre alto de tez oscura rio encantado.

—Es la loba domesticada... ?Ha venido a buscar su desayuno!

Niahrin se puso en pie de un salto y vio a Grimya. La loba habia entrado en el salon pero ahora vacilaba, asustada por todos aquellos rostros extranos y no muy segura de su bienvenida. Pero, mientras miraba indecisa a su alrededor, una mujer se acerco a ella desde una de las mesas de servir.

—Ven, pequena amiga del bosque, ?ven! —Se inclino, extendiendo una mano y realizando gestos de animo. Las orejas de Grimya se irguieron al frente y su cola se agito timidamente, lo que provoco nuevas risas amables.

—?Le gustas, Alinnie!

—Supongo que huele la comida. Que alguien le traiga un plato de fiambres.

—Cojea, fijaos. Tiene la pata trasera herida.

—Una de las brujas del bosque la trajo. ?Esta aqui ella, esta aqui en el salon?

Recuperando la serenidad con un supremo esfuerzo, Niahrin abrio la boca para responder en voz alta: ?Si, estoy aqui! Lo primero que se le ocurrio fue que debia sacar a Grimya de alli a toda prisa antes de que sucediera el inevitable enfrentamiento, pero, al dirigirse a su encuentro, comprendio que era demasiado tarde: Grimya habia visto a Indigo. Por un instante la loba permanecio completamente inmovil; entonces Vinar se volvio y la vio a ella.

?Grimya! — Dejo a Indigo en el suelo, se incorporo de un salto y giro de cara a la loba, con los brazos extendidos—. Grimya, ven a saludarnos!

Niahrin, horrorizada, sabia lo que iba a pasar y no podia hacer nada para evitarlo; la alegria de Vinar era tan grande que ni por un momento se le ocurriria no compartirla con cualquier ser vivo que apareciera dentro de su radio de influencia. Con una sensacion de aterradora e impotente inevitabilidad, la bruja vio como la postura de la loba se relajaba un poco —fueran cuales fueran sus diferencias, Grimya sentia un gran carino por el scorvio— y como el animal se acercaba a la mesa, moviendola cola con mas energia ahora pero con la mirada fija en Indigo. En cuanto llego junto a Vinar, este

se arrodillo y la abrazo con fuerza.

—?Me alegro de verte, Grimya! —exclamo—. Y ahora todo va a ir bien para nosotros. —Sujeto el hocico de la loba entre las manos y la miro a los ojos, radiante de felicidad—. ?Nos vamos a casar tan pronto como podamos!

Grimya quedo como paralizada. Luego volvio la cabeza hacia Niahrin, suplicando con desesperacion con la mirada una respuesta negativa. La bruja no podia contestar en voz alta, pero su expresion revelaba la verdad.

—?Eh, vamos, Grimya! —Vinar se sobresalto cuando la loba se libero de sus brazos con un violento movimiento convulso y retrocedio. Los ojos del animal llameaban—. ?Todo va bien! ?He contado a Indigo la verdad, y a ella no le importa! Podemos ser amigos otra vez...

No pudo seguir. Grimya no escuchaba sus palabras, ni parecia darse cuenta de su presencia. Los cuartos traseros del animal se tensaron y, ante la sorpresa de todos los presentes, salto, grunendo, sobre Indigo.

Cogida por completa sorpresa, la muchacha se desplomo bajo el peso de la loba. Pero la lesion hacia que Grimya se moviera con torpeza; cuando las dos cayeron al suelo juntas la loba perdio el equilibrio y aterrizo mal, y con veloz instinto de cazador Indigo rodo por el suelo fuera del alcance de sus furiosos dientes.

?Grimya! —chillo Niahrin. Empujando a Vinar a un lado, corrio a sujetar a la loba por el collarin, y la arrastro fuera de alli al ver que intentaba volver a atacar—. ?No, no, para! — Grimya lanzo un terrible ganido ahogado y se revolvio, pero ella no la solto—. ?No, Grimya, no! ?Dejala en paz! —Y, viendo que Vinar intentaba con cierto retraso o bien ayudarla o bien atacar a la loba (no estaba segura de cual de las dos cosas, pero no le importaba en este momento), le grito—: ?Maldito seas, idiota, dejamela a mi!

El scorvio retrocedio, y Niahrin empezo a tirar de la forcejeante y enfurecida Grimya en direccion a las puertas. Escucho su propia voz, aunque parecia pertenecer a otra persona; balbuceaba excusas, explicaciones —«tantos extranos...», esta muy nerviosa...», «la pata le provoca malhumor...»— y sus sentidos registraron vagamente la situacion: rostros serios, murmullos ahogados, consternacion y desconcierto e indignacion, mientras intentaba alcanzar la puerta. Desde el umbral pudo adivinar a Indigo que se incorporaba tambaleante, a Vinar solicito y perplejo ; a su lado, antes de arrastrar a la loba fuera de la sala y retirarse en direccion al refugio que ofrecia su habitacion.

—No comprendo que le ha sucedido. —El brazo de Vinar rodeo los hombros de Indigo y apreto a la joven en actitud protectora, posesiva, contra el—. Jamas habia visto a Grimya comportarse asi, ni de un modo similar. —Suspiro—. ?Sabes que? Creo que esta celosa. Yo diria que es eso lo que debe de ser.

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