»?Rrre... recuerdas las habitaciones que vimos, donde habia vivido la familia del rey? Habia un cuadro alli, y todo el mundo dice que la muchacha del cuadro es igual a Indigo.

—Si —volvio a decir Niahrin.

—Hay un mo... tivo. Un motivo para que sean tan iguales.

—?Quieres decir que conoces la verdad? —Niahrin se inclino al frente—. ?Indigo desciende de la familia del rey Kalig?

—No desciende. —Grimya levanto los ojos. De improviso estos mostraron una muda suplica, y algo, una sensacion que no pudo nombrar, se removio en la boca del estomago de Niahrin—. No desciende —repitio Grimya desesperadamente—, sino que son la misma persona. Indigo y la prrr... princesa... son la misma persona.

El relato tardo bastante en finalizar, y cuando hubo terminado Niahrin no hablo durante un buen rato. Permanecio sentada en el sillon, inclinada todavia al frente hacia la chimenea, y, aunque el fuego no estaba encendido a esta hora del dia, mantuvo las manos extendidas como si las templara al calor de unas llamas invisibles. Mentalmente veia las manos de un anciano moviendose en las llamas, y oia los lejanos acordes de un arpa...

Por fin fue capaz de romper el silencio; lo cierto es que tuvo que romperlo, o la habria asfixiado.

—Dulce Tierra —musito—. ?Oh, dulce Madre Tierra!

Grimya se acerco despacio, vacilante, e introdujo el hocico en una de las manos extendidas de la bruja.

—Niahrin..., ?no... me crees?

Los dedos de Niahrin se crisparon, y la mujer retiro las manos para llevarselas al rostro. Su piel ardia.

—Si —respondio—. Si, querida mia, te creo.

«?Como podria no hacerlo? —penso—. Los hilos empiezan a entretejerse. Su nombre. El vinculo con Carn Caille. El anciano bardo Cushmagar, que conocia a Anghara y sabia lo que hizo; que murio sin revelar su secreto, dejando un arpa que se niega a emitir notas. Y los motivos por los que no puede casarse con Vinar; porque es vieja, y porque existe otro que tiene un mayor derecho. El miedo del rey Ryen, y el de su alteza, estan bien fundados, Indigo es la legitima reina de las Islas Meridionales, que ha regresado a casa despues de cincuenta anos.»

Grimya se lo habia contado todo. Le habia hablado de la Torre de los Pesares alla en la tundra meridional, y de la prohibicion que en su frustracion la joven e irresponsable Indigo habia roto. Habia hablado de los demonios que la insensatez de la muchacha habia liberado, y de la noche de terror, destruccion y muerte cuando aquellas antiguas fuerzas malignas descendieron sobre Carn Caille y provocaron estragos. Habia mencionado la maldicion que habia caido sobre los hombros de Indigo; la maldicion de la inmortalidad, porque Indigo jamas envejeceria ni moriria hasta que se hubiera enfrentado a aquellos siete horrores siniestros uno a uno y los hubiera destruido. le habia hablado tambien de los largos anos que ella y Indigo habian estado juntas, anos de prueba y vagabundeo, hasta que por fin seis demonios habian desaparecido del mundo y ya solo quedaba uno. Un demonio, que Grimya sabia que aguardaba aqui en las Islas Meridionales... y que, si Indigo le daba la espalda para casarse con Vinar, llevaria a la muchacha a la ruina.

Niahrin sentia que la cabeza le daba vueltas. Siete demonios, encerrados en una antigua torre cuya puerta jamas debia abrirse... El vago recuerdo de una historia contada por su abuela resonaba en su cabeza; pero aquello habia sido una vieja leyenda, una fabula y no una historia autentica. ?Estaba segura de que no habia sido una historia autentica? Y si, como Grimya le habia contado, aquellos siete demonios habian caido como furias chillonas sobre Carn Caille, llevando consigo la muerte y el derramamiento de sangre, ?por que se creia —no, no se creia, se sabia— que el rey Kalig y su familia habian muerto a causa de la plaga que habia barrido las Islas Meridionales aquel desdichado ano? Luego, quiza lo mas fantastico de todo, estaba Fenran, prisionero en un infierno del otro mundo y por quien Indigo habia regresado a su pais. Fenran, dormido —en espiritu o en cuerpo— en un lugar llamado la Torre de los Pesares, que esperaba que volvieran a despertarlo a la vida.

?Donde estaba, y que era, esta Torre de los Pesares? ?Existia realmente alla en la tundra, o se trataba de una alegoria de otra cosa? Grimya no podia responder a la pregunta, pues tan solo sabia lo que Indigo le habia contado y jamas habia visto la torre con sus propios ojos. Todo lo que podia decir era que la torre habia contenido siete demonios. Pero ?cual era la naturaleza de los demonios? La abuela de Niahrin le habia contado algo sobre ellos, pero a la vez se habia mostrado enigmatica. Los demonios, habia dicho, no eran lo que parecian, y cualquier practicante de las artes magicas que presumiera de comprender su esencia era o un mentiroso o un loco. «Mira en el interior de cualquier cosa que refleje la verdad —le habia dicho la abuela—. En una gota de lluvia, o en el cristal de una ventana, o en la brillante hoja de un cuchillo en el interior de tu propia y limpia cocina, y puedes ver demonios que son tan reales como tu misma. Lo cierto es que pueden ser como tu.» Se habia negado a dar mas explicaciones, diciendo a su nieta que su camino no se encontraba entre la familia demoniaca, pero ahora la bruja recordo sus ambiguas palabras, y con ellas algo mas; algo que le devolvio un amargo recuerdo: siete demonios. Y, hasta que todos hubieran sido derrotados, la vida de Indigo debia permanecer en el limbo, pues la maldicion se la habia impuesto un poder mayor que el de ella misma.

Pero ?era asi?, se pregunto Niahrin. ?Era realmente asi?

En su cerebro penetro el recuerdo de una voz, un suspiro, la sensacion de una poderosa, bondadosa y a la vez remota conciencia, que le hablaba por entre los ecos espectrales de un arpa: «CRIATURA, CRIATURA MIA. NO FUE OBRA MIA...».

?Oh, si! Habia mas en todo esto, mucho mas de lo que sabia Grimya, y Niahrin sintio que un escalofrio psiquico le recorria mente y cuerpo. Ahora empezaba a comprender las imagenes del tapiz que la habia obligado a tejer la magia. Los soles gemelos, uno enojado, el otro ciego. La luna, senora del destino, colgando entre ellos encima de Carn Caille, cuya puerta de acceso era una enorme arpa por la que penetraba la procesion de diminutas figuras: Indigo y Grimya, ella misma y Vinar...

Sin embargo quedaban misterios que desenredar de aquellos hilos. El tapiz no habia revelado todo lo que tenia que contar, pues en la procesion se hallaban Ryen y Brythere, y el pobre loco de Perd Nordenson.

«Perd, que amaba a la reina Brythere, se presento ante Indigo en una pesadilla e intento matarla. E Indigo fue, dormida, a la habitacion de la reina Brythere con un cuchillo en la mano...», penso para si.

Grimya... —Niahrin se levanto de un salto de su sillon y de una sola zancada se coloco junto a la loba, cuyo hocico sujeto entre ambas manos mientras la miraba con fijeza a los ojos—. Grimya, hay tantas cosas que no se! ?Tanto que necesito averiguar!

Grimya se removio inquieta.

—?Te he dicho todo lo que puedo, Niahrin!

—?Si, si, ya me doy cuenta, carino, no es mi intencion ofenderte! —Niahrin estaba sin aliento ahora a causa de la excitacion, una excitacion asfixiante, aterradora, casi incontrolable. La intuicion corria como un rio tumultuoso por sus venas; ahora estaba segura de lo que debia hacer—. Pero esto tiene otra dimension, una que aun hemos de descubrir; puede que una que ni siquiera Indigo conozca. El rey esta involucrado en esto, y la reina, y Perd Nordenson. —Vio como el pelaje de Grimya se erizaba al pronunciar el nombre y se apresuro a extender una mano para consolarla y tranquilizarla—. Comprendo que desconfies de el y lo consideres malvado, pero el forma parte de esto, estoy convencida. Grimya, escucha: creo que existe una forma de que descubramos lo que necesitamos saber.

La loba se quedo de repente muy quieta, y cuando hablo su voz era un ladrido gutural y jadeante.

—?Como?

—Invocando al mismo poder que me toco..., que nos toco, la otra noche. Antes de que Jes y su alteza aparecieran, ?recuerdas?

—Recuerdo. Le diste un nombre...

Aisling.

—Sssi. Y luego, cuando vimos el arpa...

—El arpa de Cushmagar. El bardo que era el profesor y mentor de Indigo. — Niahrin sonrio con triste comprension—. Ahora comprendo por que no pudiste soportar el permanecer en aquella especie de pequeno mausoleo, con el cuadro y el arpa. Pero Cushmagar sabia. El siguio viviendo despues de la plaga, tras el ataque de los demonios; el sabia lo que sucedio en realidad y ha dejado tras el sus recuerdos. Y a lo mejor algo mas que recuerdos.

Grimya gruno por lo bajo.

Вы читаете Anghara
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату