encamino disimuladamente a la habitacion, llevando una pequena bandeja cubierta por una tela; el bardo se puso en pie al entrar ella, y, con gran alivio, la reina viuda vio que Niahrin estaba por fin despierta, aunque su rostro aparecia demacrado entre las almohadas sobre las que Jes la habia incorporado.

—Te he traido un poco de sopa caliente, querida —dijo la reina viuda, depositando la bandeja sobre la mesita de noche—. Tomatela toda si puedes; en su interior hay hierbas reconstituyentes.

Niahrin le dedico una palida sonrisa de disculpa.

—Lamento dar tanto la lata, senora, ocasionaros tantas molestias...

—No haces nada por el estilo. Si no fuera por ti todavia dariamos palos de ciego en la oscuridad. —Moragh sonrio—. Eres muy valiente.

Niahrin sacudio la cabeza, aunque parecio que ello ejercia un efecto negativo en la poca energia que le quedaba.

—No, senora, no fue cuestion de valentia. Simplemente deje que durase demasiado... Siempre sucede si lo hago; es una flaqueza mia. —No pudo decir nada mas porque Moragh se sento en el lecho y empezo a darle cucharadas de sopa. Sintiendose ridicula, Niahrin abrio obedientemente la boca y trago el caldo, que estaba sabroso y caliente y sabia a venado. Tras unas cuantas cucharadas, no obstante, aprovecho una ocasion para preguntar—: Por favor, senora, ?sabeis donde esta Grimya?. La busque al despertar, pero no estaba.

—?Ah! Grimya. —Moragh y Jes intercambiaron una mirada que Niahrin no supo como interpretar; luego Moragh dijo con animacion—: Bien, creo que lo mejor sera contartelo. Niahrin, querida, lo sabemos todo sobre Grimya. Nos conto toda la historia ella misma, anoche.

—Os conto... —Entonces Niahrin se dio cuenta de lo que la reina viuda queria decir—. ?Oh! —repitio—. ?Oh!

—Cuando Jes y yo te trajimos de vuelta a tu habitacion —continuo Moragh—, y te aseguro que no fue tarea sencilla pese a que eramos dos para transportarte, Grimya estaba muy afligida. Yo sospechaba la verdad sobre ella, de modo que la desafie directamente... —Enarco las cejas—. O quiza deberia ser estrictamente honrada y admitir que la coaccione. Ella, pobre inocente criatura, se dio cuenta por fin de que el silencio total ya no servia, y se rindio. Nos conto todo aquello que no fue revelado durante la... aventura de anoche. —Rio con voz ronca—. En otras circunstancias habria sido una conmocion descubrir que podia hablar. Pero hacia menos de una hora habia oido la voz de Cushmagar el bardo, me habia enterado de que la princesa Anghara ha vivido sin cambiar ni envejecer durante cincuenta anos, y habia visto como tres fantasmas que son parte de ella se materializaban ante mis propios ojos. Despues de ello, ?como podia sorprenderme un hecho tan trivial como un animal que habla? — Meneo la cabeza como si por un momento experimentara una duda sobre lo que acababa de decir, pero enseguida se deshizo de la sensacion con un encogimiento de hombros—. Grimya es muy valiente y muy inteligente. Se que temia que nos volvieramos contra Indigo, contra Anghara, y la verdad es que entiendo sus razones. Pero tambien comprendio que no podiamos ayudarla a menos que supieramos toda la historia. Considero que podia confiar en nosotros. —Una debil sonrisa aparecio en las comisuras de sus labios—. Tome eso como un gran cumplido.

Niahrin estaba perpleja pero se dio cuenta de que al mismo tiempo se sentia aliviada. El peso de guardar el secreto de Grimya, con todas las dificultades inherentes a ello, la habia abrumado mucho mas de lo que habia estado dispuesta a admitir hasta este momento.

—Me alegro de que os lo contara, alteza —dijo al cabo—. Yo queria hacerlo. Pero no podia romper la promesa que le habia hecho.

—Sabe que tu no lo habrias hecho. Te aprecia mucho, Niahrin. Con motivo, creo. — Al ver que la bruja parecia turbada por el cumplido, Moragh le palmeo la mano y regreso rapidamente al tema original de conversacion—. Asi pues, Grimya, Jes y yo discutimos que debia hacerse. Una cosa quedo clara anoche: si hemos de ayudar a Anghara, hemos de buscar el hilo perdido del que el..., el ser hablo. Y parece que solo hay una forma de hacerlo.

—A traves de Perd.

—O Fenran, como quiza deberiamos llamarlo ahora. De todos modos, no podemos esperar recibir su voluntaria cooperacion. Dudo que sea capaz de darla, incluso aunque quisiera. Asi que esto no nos deja mas que una opcion: hay que obligarlo. Hemos de encontrar una forma de llegar hasta su mente enferma y sacar la verdad. Y me temo, querida, que esa es una tarea para ti.

Niahrin asintio. Ya habia esperado algo parecido.

—Si —respondio muy seria; fuego miro con franqueza a la reina y anadio—: Si es que poseo esa habilidad.

—Eso es algo que no sabremos hasta que lo pongamos a prueba. Pero, antes de que podamos hacerlo, tenemos que encontrar a nuestra presa, y eso nos devuelve a Grimya. Perd... Fenran... evidentemente no tiene intencion de abandonar la region, por lo que debe de haberse buscado un escondite en las cercanias. El bosque es el sitio mas probable, de modo que Grimya ha ido alli a intentar localizarlo.

La bruja contemplo el cuenco de sopa con el entrecejo fruncido. De improviso sentia un hambre canina, senal inequivoca de que el agotamiento empezaba a desaparecer por

fin, y extendio la mano para coger la cuchara.

—No resultara facil de encontrar, senora, incluso para Grimya. Puede que este loco pero es astuto, y tiene un gran conocimiento del bosque. Y la pata de Grimya todavia no esta totalmente curada. Le falta rapidez y energia aun.

—Lo sabe. Pero tiene intencion de pedir ayuda a los lobos del bosque.

Niahrin se sobresalto de tal modo que dejo caer la cuchara, y salpico de sopa todo el cubrecama.

—?Los lobos salvajes? ?Senora, a Grimya la aterran los lobos salvajes! Teme...

—Que si descubren su mutacion se revuelvan contra ella como lo hizo su propia jauria cuando era un cachorro —acabo Moragh por ella—. Nos conto esa triste historia. Pero tambien esta convencida de que, para ayudar a Indigo, debe superar su miedo. Y, como he dicho antes, es muy valiente.

—Si —asintio Niahrin en voz baja—. Si; muy valiente de verdad...

—No hay mucho que Jes y yo podamos hacer hasta su regreso, excepto rezar para que tenga exito —anadio la retina viuda—. Nuestra tarea, por el momento, es asegurarnos de que no se despierten sospechas en Carn Caille. Pero tu, Niahrin, debes comer, descansar y recuperarte. cogio la cuchara caida y la deposito en la mano de la bruja Sus ojos tenian una curiosa expresion, mezcla de culpabilidad y compasion—. Tu, mas que ninguno de nosotros, necesitaras todas tus energias antes de que esto finalice.

No obstante sus valerosas palabras a Moragh, Grimya estaba aterrada. No habia una palabra mas suave para ello ni ninguna forma de evitar la verdad; el temor estaba instalado en lo mas profundo de su ser, inamovible, como un dolor fisico. Durante un corto espacio de tiempo, de pues de penetrar en el bosque, habia conseguido alejarle a medida que las delicias del lugar asaltaban sus sentidos. Nacida en el bosque, adoraba los claroscuros producidos por la luz del sol al filtrarse entre las ramas, la maleza humeda, los sonidos, aromas y caminos apartados que exigian ser explorados; este era su habitat natural y hacia mucho tiempo que no lo habia disfrutado plenamente. Per el miedo nunca la abandono del todo, y ahora, al detenerse y contemplar el tronco de un arbol caido que cruzaba en el estrecho sendero que seguia, regreso con violencia. Su olfato habia captado el nitido olor de otro lobo, y, aunque todavia no podia verlo, sabia que estaba solo a unos metros de distancia.

Giro la cabeza de un lado a otro, examinando el y su corazon empezo a palpitar de forma irregular y violenta. ?Donde estaba el lobo? Ella se encontraba a favor; del viento por lo que no era probable que el otro la hubiera olido, pero podia haberla visto; y, si era asi, ?que pensaba hacer? Ella no podia correr; habia mantenido un trote corto desde que habia abandonado Carn Caille y eso resulto bastante facil y comodo, pero la pata herida todavia no podia enfrentarse a un paso mas veloz. Si el otro lobo percibia su diferencia y la atacaba, ?que haria ella? ?Quepodia hacer?

Se escucho un repentino roce entre la maleza al otro lado del arbol caido, y un pajaro lanzo una aguda llamada de aviso y salio huyendo, con un fuerte aleteo. Grimya se agazapo en una postura defensiva, con las orejas muy erguidas, el estomago plano contra el suelo, la mirada fija en los matorrales que se agitaban ligeramente como si algo los hubiera perturbado. De improviso diviso una borrosa mancha de color gris amarronado... y entonces una figura pequena salio de su escondite, salto sobre el tronco caido y se quedo

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