las zarpas de un animal, tirando hacia abajo de la comisura izquierda de la boca y dando una terrible contorsion a su sonrisa. Nadie sabia que accidente habia provocado tal desastre, y Niahrin se negaba a hablar de ello. Pero un rumor persistente afirmaba que la desfiguracion era el resultado de una maldicion lanzada sobre ella por su abuela cuando Niahrin no era mas que una criatura. Nadie recordaba a la vieja bruja ahora, ni se acordaba de su nombre siquiera, pero todo el mundo coincidia en que una mujer que podia ser tan cruel con alguien de su propia sangre debia de haber sido una criatura llena de pura e implacable maldad. Unos pocos temian que Niahrin hubiera heredado algunos de los rasgos de su abuela, pero los hechos hablaban mejor que las palabras; Niahrin era una herbolaria experta y utilizaba la vieja magia solo para el bien, y la gran mayoria de las personas no solo la respetaba sino que sentia afecto por ella.

Como ella misma ya habia explicado al nino, Retty habia tenido mucha suerte al encontrarla ese dia en el mercado. Como tantas de las brujas de las Islas Meridionales, Niahrin preferia la vida solitaria en el bosque a la atmosfera mas mundana de una ciudad o pueblo. Tenia su hogar en la gran zona boscosa que se extendia entre la costa de Amberland y la fortaleza del rey en Carn Caille. Cultivaba sus propias verduras e hierbas y los habitantes del bosque la abastecian de carne, de modo que sus visitas a Ingan eran pocas y espaciadas. Lo cierto es que habia estado a punto de no acudir ese dia, y unicamente una intuicion de que hallaria algo de particular interes la habia convencido de dirigirse a la ciudad. A lo mejor, dijo a Retty al tiempo que se golpeaba un lado de la nariz y le dedicaba un guino conspirador con el ojo bueno, el lobo la habia llamado pidiendole ayuda, tal como a veces hacian los animales con los humanos que los comprendian...

Retty no podia evitar que le gustase Niahrin, a pesar de su aspecto desconcertante. Durante el viaje de vuelta desde Ingan la mujer lo habia entretenido con historias de los bosques, de partidas de caza y de animales y de habitantes de los bosques, y de aquella ocasion en que el mismo rey habia pasado a caballo acompanado por la reina y toda su corte, y de como al pasar el monarca le habia dedicado una inclinacion de cabeza como si ella fuera una dama de la nobleza. La reina era muy joven y hermosa, dijo Niahrin, pero tenia un aspecto delicado y abatido, aunque la bruja anadio que probablemente no era nada que una botella de su propio tonico de hierbas no hubiera subsanado si ella hubiera tenido el valor de ofrecerla.

Finalmente llegaron a la casa de Retty, situada cerca del puerto, y al sonido de los cascos del poni la madre y el abuelo del muchacho salieron a la puerta. Se intercambiaron los cumplidos de rigor, y se condujo a Niahrin a traves de la casa hasta el fregadero de la parte trasera de la casa, donde yacia el lobo herido sobre un monton de sacos. La familia se amontono en la pequena habitacion detras de ella, e incluso Esk fue lo bastante osado ahora en presencia de la bruja como para atisbar desde detras de las faldas de su madre.

—El chico dice que le parece que las patas traseras del animal estan rotas. —Niahrin se agacho junto a los sacos y paso una mano firme pero suave sobre el lomo del lobo y luego sobre los costados. Un espasmo reflejo crispo el cuerpo del animal, y la bruja meneo la cabeza afirmativamente—. Mmmm... bueno, no estoy tan segura. Puede existir una fractura, pero si asi es se trata de una fractura limpia, y ella todavia tiene sensibilidad en el lomo. El dano no es irreparable.

—?Es una hembra? —El abuelo miro por encima del hombro a Niahrin con sorpresa—. Parece tan grande... Y esas cicatrices en el hocico... Pensaba que solo eran los machos los que se metian en peleas.

Niahrin lanzo una risita ahogada.

—Oh, te sorprenderias. Los lobos no son tan diferentes de nosotros los humanos; las mujeres siempre pueden hacer pasar un mal rato a los hombres cuando se trata de una buena escaramuza. Bueno —introdujo la mano en un pequeno morral que le colgaba del hombro—. Primero, le dare un poco de mi elixir especial. Tiene dolor, ?sabeis?, de modo que unas gotitas ayudaran a aliviarselo. Tambien tiene algunas heridas; necesitare un poco de agua hirviendo para preparar una cataplasma; luego entablillare y vendare las patas, lo justo para llevarmela a casa sin que sufra mas danos.

—?A tu casa? —Retty estaba consternado—. Oh, pero yo pense que nos la quedariamos.

Su madre lanzo un bufido de sorpresa, y Niahrin nego con la cabeza.

—No, querido, eso no estaria bien, y no seria lo mejor para ella. Necesita cuidados adecuados y que todo cicatrice bien; no es mi intencion ofenderos, buena senora, pero estoy segura de que teneis trabajo mas que suficiente sin que ademas tengais que ocuparos de un animal enfermo. —Sonrio por encima del hombro a la madre de los ninos—. Si teneis algunas tiras de ropa o de lona y un par de pedazos de madera no muy largos que me podais dar, eso es todo lo que os pido.

—Desde luego. —La mujer, con Esk pegado a ella, salio a toda prisa a buscar lo que le habian pedido. Al ver el rostro alicaido de Retty, Niahrin le sonrio.

—No te inquietes. Te ire enviando noticias de sus progresos, y, si tu madre y tu abuelo te autorizan, podras venir a visitarla dentro de un tiempo. Mas o menos despues de la proxima luna nueva; para entonces estara en condiciones de recibir visitas.

—?Puedo, abuelo? —Retty levanto la vista esperanzado. —Si, claro, si tu madre esta de acuerdo. Niahrin volvia a examinar a la loba. —Bueno, no tiene leche, de modo que no hay cachorros huerfanos de los que preocuparnos. —Hizo una pausa—. ?Decis que la encontrasteis en la playa? ?Arrastrada por la marea?

—Eso es lo que parece —le dijo el abuelo—. Aunque como fue a parar al mar y, aun mas, como se aparto tanto del bosque, es algo que solo la Madre sabe.

—Si; vagabundean, claro, pero suelen ir hacia el sur en direccion a la tundra, no al norte. La verdad es que dudo que se trate de uno de nuestros lobos locales. No recuerdo haberla visto antes, y con esas cicatrices y el pelaje moteado no es un animal que yo olvidaria facilmente. Mientras hablaba, Niahrin habia ido pasando una mano sobre el hocico de la loba en tanto que la otra trazaba menudos y rapidos signos en el aire por encima de la frente del animal; de improviso se detuvo y se inclino para estudiarlo con mas atencion—. Empieza a despertar.

La loba lanzo un ganido y se estremecio. Retty intento mirar, pero su abuelo lo obligo a retroceder dos pasos.

—Dejale sitio, muchacho. Demasiados rostros extranos todos a la vez la asustaran.

Niahrin canturreaba en voz baja ahora mientras permanecia inclinada sobre el animal, palabras que ni el anciano ni el chiquillo comprendieron. Muy despacio, los ambarinos ojos de la criatura se abrieron. Estaban nublados y miraban sin ver; el animal parecia hacer grandes esfuerzos por respirar. Entonces, tan debilmente que solo la bruja pudo oirlo, una voz apagada pero clara broto de su garganta.

—?Don... donde esta Indigo? Qui... quie... ro a Indigo...

Niahrin aspiro con fuerza, alarmada. ?Madre Todopoderosa, la criatura hablaba!

—?Pasa algo? —El abuelo se adelantaba, y la intuicion de Niahrin envio a su mente una veloz advertencia.

—No —respondio al momento—. No, no pasa nada.

Las mandibulas de la loba volvieron a abrirse y la mujer coloco una mano sobre el moteado hocico. No queria que ni el anciano ni el nino supieran lo que habia visto y oido; habia algo muy extrano aqui que todavia no podia comprender y, hasta que lo hiciera, seria mas sensato mantener para si lo que habia descubierto.

—Toma, vamos. —Obligo a sus palabras a recuperar un tono normal y con gran cuidado separo los labios de la loba, para luego introducir el cuello de la botella de elixir entre los largos dientes—. Puede tragar el licor, y eso la hara dormir de nuevo e impedira que sienta dolor. —Observo con atencion mientras una buena dosis descendia por la garganta del animal—. Bien, ?esta lista el agua? Lo mejor sera que le echemos un remiendo lo mas deprisa posible, y asi podre marcharme y llegar a casa con ella antes de que oscurezca.

Le ofrecieron un poni y una carreta para que ella y su paciente regresaran al bosque, pero Niahrin no quiso aceptar. No estaba acostumbrada a manejar caballos, dijo; montar a la grupa era una cosa pero si la dejaban sola se meteria en un lio, y ademas no tenia ningun sitio donde instalar al poni durante la noche. Agradeciendoselo de todo corazon, preferia mucho mas tomar prestada una carretilla que podria devolver mas adelante; la loba estaria bastante comoda, y la caminata no era nada para ella. Antes de partir receto unas pocimas para la tos de un vecino y para el hijo de otro que empezaba a sacar los dientes, entrego a la madre del muchacho un paquete de hierbas para cocinar, y muy amablemente acepto cuatro pescados salados, un pesado pastel y una cesta de huevos recien puestos en pago de sus servicios. Tambien volvio a prometer que Retty podria visitar a la loba cuando esta estuviera recuperada, lo que disipo un poco la tristeza del chiquillo mientras la veia marchar colina arriba empujando la carretilla hasta desaparecer de la vista siguiendo la carretera de Ingan.

Los aldeanos ofrecieron escoltarla, pero Niahrin habia decidido que nadie debia acompanarla en el trayecto de regreso a casa. Por una parte queria mantener para si el secreto que habia descubierto; y, por otra, el solitario

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