paternidad, ?de acuerdo? Puedo recomendarte algun buen abogado.
– Julie es una buena abogada.
– Me referia a un abogado que no fuese a fastidiarte. ?Estas seguro de que no esta en esto por dinero?
– Si.
– Yo no lo estoy. Ryan, eres lo mas cercano que tengo a un hermano. Recuerda lo que ocurrio la ultima vez. No quiero que te den otra paliza.
– Julie no haria eso.
– ?Como lo sabes?
Ryan no tenia una respuesta. Era algo que sentia, no algo que pudiera demostrar o explicar.
De hecho, Todd tenia cierta razon. Ryan no sabia casi nada de Julie. Era posible que estuviera en eso por dinero. Tal vez fuera un juego para ella. Pero, sinceramente, le daba igual.
?Que decia eso de el?
– Ella no es asi -dijo finalmente.
Todd nego con la cabeza, y dijo:
– Todas son asi.
– ?Por que nos reunimos aqui? -pregunto Willow cuando salio de su coche y observo el centro comercial. Como Julie habia pedido, habia aparcado frente a la tienda de material de oficina-. ?Hay rebajas en clips o en boligrafos de colores?
Julie espero a que su hermana se reuniera con ella en la acera.
– Tengo algo que contarte.
– ?Ya no quieres ser abogada? ?Vas a dedicarte a vender al por menor?
– Casi.
– No tomes decisiones importantes ahora, mientras sigues recuperandote de ese bastardo. No merece la pena.
– Gracias por el apoyo.
La pequena y delicada Willow se mostraba apasionada con todo. Por desgracia, cuando los hombres la miraban, la veian como a una amiga o companera. Pero algun dia el hombre adecuado abriria los ojos y se dejaria conquistar. Julie solo esperaba que estuviera preparado para lo que le esperaba.
– En fin, tengo algo que decirte -dijo mientras conducia a su hermana hacia la tienda de ropa de bebe de al lado-. Me habia reservado un pequeno detalle de mi noche con Ryan.
– ?Es hermafrodita? -pregunto Willow con una sonrisa-. Porque eso habria hecho que fuese un poco raro.
– Mas raro de lo que piensas -dijo Julie, mirandola a los ojos- Me acoste con el.
– Ya me lo imaginaba.
– ?Que? ?Como? No dije nada -Julie siempre habia pensado que se le daba bien guardar secretos-. Ni siquiera lo deje entrever.
– No era necesario. Estabas mas triste de lo que era necesario, y ese suele ser un defecto mio o de Marina. Pero no tuyo. Asi que imagine que debia de haber una razon. Acostarte con Ryan era la razon mas logica.
Julie suspiro. Sus hermanas la conocian y ella las conocia.
– Estaba esperando que te escandalizaras.
– Me puedo poner asi ahora, si eso te ayuda.
– Gracias, pero estoy bien. Aun asi, hay algo mas -senalo hacia la tienda de bebes.
En esa ocasion consiguio la reaccion que habia estado esperando. Willow se dio la vuelta lentamente y se quedo de piedra con la boca abierta.
– Estas embarazada-dijo-. Oh, no. ?Embarazada? ?De verdad? ?De Ryan?
– Si. Fue una noche ajetreada.
– Embarazada -repitio Willow-. ?Que te parece? ?Estas contenta?
– Si, la verdad es que si. Nunca antes habia pensado en tener hijos mas que como algo futuro, pero, cuando me entere, supe que lo deseaba.
– ?Se lo has dicho a Ryan?
– Ayer.
– ?Que dijo?
– No mucho. Parecio sorprendido, pero luego dijo que teniamos que hablar. Nos intercambiamos las tarjetas.
– ?Ya esta? ?No deberia haber habido mas? -pregunto Willow.
– No se -Julie se sentia inquieta a raiz de su conversacion con el, pero no sabia por que-. No esperaba volver a verme, asi que, dadas las circunstancias, se comporto bien. Ya nos encargaremos del asunto cuando tengamos que hacerlo. Le ofreci la posibilidad de renunciar a sus responsabilidades, pero se nego.
– Asi que estais juntos en esto -dijo Willow.
– Mas o menos. Hasta que no haya bebe, no pienso verlo mucho.
– Un bebe -dijo Willow, apretandole el brazo- ?Estas excitada?
– Si, lo estoy. Y tambien asustada. Pero principalmente excitada.
– Sere tia y le comprare regalos, y hare de canguro-dijo Willow, apretandole el brazo con mas fuerza -Tal vez estuviera destinado a ser asi. Tal vez sea tu…
– No lo digas, por favor. Ryan no es mi destino.
– Pero eso nunca se sabe.
– Lo se. Ahora vamos. Vamos a mirar cosas para el bebe. Tenemos que preparar una habitacion.
– Tu cita de las once esta aqui -dijo Leah, asomando la cabeza por la puerta del despacho de Julie- Es mono.
Julie le dirigio una sonrisa a su ayudante, la que compartia con otros dos socios de segundo ano.
– ?Les dices ese tipo de cosas a Mark y a James?
– A Mark no -dijo Leah-. Pero hay rumores sobre James, asi que tal vez el este interesado si no lo estas lu.
– Eres mala.
– Si, lo soy. En todos los aspectos posibles.
Leah era una abuela de cincuenta y pico anos y tambien una ayudante excelente. Llevaba en la compania mas tiempo que la mayoria de los socios establecidos y se negaba a trabajar para ellos, diciendo que los nuevos la necesitaban mas.
Julie miro su agenda y vio que la proxima hora estaba ocupada por un «cliente potencial», como ella misma habia escrito. No aparecia el nombre ni el motivo de la cita. Interesante. Normalmente Leah le daba los detalles.
Julie agarro una libreta, un boligrafo y su agenda electronica, y camino por el pasillo hacia el vestibulo principal.
Cuando llego a la mesa de recepcion, se detuvo tan en seco, que estuvo a punto de resbalar sobre el suelo de marmol.
Ryan Bennett estaba alli hablando con Ethan Jackson, uno de los socios antiguos del bufete.
El no podia ser su cliente potencial. ?Como iba a hacer negocios con el hombre que le habia mentido, que se habia acostado con ella y que iba a ser el padre de su bebe? Eso no era una vida normal; era el argumento de una pelicula.
No era justo. No estaba bien. Si pensaba que podia meterse en su mundo con un gran cheque, entonces… entonces estaba en lo cierto.
La empresa de Ryan era importante y el trabajo de Julie era ayudar a la compania. Los socios de segundo ano que querian llegar a establecerse no podian rechazar ofertas millonadas por motivos personales.
Julie tomo aliento, trato de no pensar en lo guapo que estaba con aquel traje, se acerco y esbozo una sonrisa.
– Buenos dias, Ethan.
Los dos hombres se giraron hacia ella.