– Julie -dijo Ethan-. Bien. Aqui tienes a un nuevo cliente. Ryan Bennett, te presento a Julie Nelson.
– Ya nos conocemos -dijo Julie.
– Cierto -dijo Ryan- Somos casi parientes. Mi tia abuela es la abuela de Julie. Dadas las circunstancias familiares, nos conocimos hace unas semanas. He venido para hablar de nuestro negocio en China -continuo Ryan-. Tenemos varias companias interesadas en ganar mercado alli, asi como algunas que quieren manufacturar en ese pais. Espero que tu experiencia nos sirva.
Ethan parecia mas contento de lo que Julie jamas lo habia visto.
– Entonces os dejare solos -dijo-. Hazme saber cuales son los progresos, Julie.
– I'or supuesto -dijo ella. Si Ryan hablaba en serio con respecto a sus negocios, tendrian que trabajar practicamente juntos-. Vamos a la sala de conferencias.
Cuando la puerta de cristal se cerro tras ellos y Julie le hubo ofrecido cafe y agua, se sento frente a el.
– ?De que va todo esto? -pregunto en voz baja y con expresion controlada. Esa sala en particular tenia casi todas las paredes de cristal. La habia elegido deliberadamente, para verse obligados a mantener las cosas a un nivel profesional.
– Ya te lo he dicho. Cuando cenamos, mencionaste que hablabas mandarin. Me parecio buena idea.
– ?Estas tratando de enganarme? -pregunto ella secamente- ?Pretendes ocupar horas valiosas de mi tiempo y del de los demas socios para echarte atras al final? Pienses lo que pienses, no me quede embarazada a proposito. Si tu plan es hacer que me despidan, ya puedes olvidarte. Soy una de las mejores abogadas con las que te encontraras y no dejare que estropees las cosas.
– ?Es eso lo que piensas? ?Que hago esto para enganarte? ?Que se trata de una broma?
– No se. Fuiste tu el que decidio que merecia aprender una leccion. ?Por que no deberia pensar lo peor?
– ?No se te ha ocurrido pensar que este aqui para hablar de negocios? ?Que he aceptado que lo que hice estuvo mal y que, aunque me he disculpado, eso no cambia nada? ?No se te ha ocurrido pensar que estoy tratando de hacer mas facil la situacion para los dos, sobre todo para ti? Necesitamos un buen abogado. Todd y yo estabamos hablandolo y pense en ti. Nada mas. No hay planes secretos.
– Quiero creerte -dijo ella.
– Pues intentalo. ?Julie, por que iba a querer enganarte? ?Por que iba a querer hacerte mas dano? Se que es dificil que te lo creas, pero soy un tipo bastante decente.
– Me mentiste.
– Si, lo hice. Me equivoque al juzgarte. ?Nunca te ha pasado?
– Quiza.
– No puedes seguir huyendo de mi.
– Dado que estas sentado delante de mi -dijo ella-, no estoy huyendo.
– Ya sabes lo que quiero decir. Mira, estoy aqui para que ayudes a mi empresa. Solo negocios. Lo he comprobado y eres buena en lo que haces. Necesito a alguien bueno. Si, mientras tanto, tenemos la oportunidad de llegar a conocernos, ?no seria mejor?
– Supongo. Si eres sincero con lo del negocio…
– Lo soy.
– Entonces hablemos.
– De acuerdo.
Ryan sonrio. No deberia haber significado nada. Los hombres sonreian todo el tiempo. Pero habia algo en la sonrisa de Ryan, en como la miraba a los ojos, como si tuviera toda su atencion. Hacia que le temblasen las piernas, y ni siquiera estaba levantada.
– ?Sigue en pie la oferta del cafe? -pregunto el.
– Claro. ?Como lo tomas?
– Solo.
– Muy tipico de los hombres -dijo ella, poniendose en pie.
– Por supuesto. Vamos. Admitelo; no me tendrias ningun respeto si te pidiera tres azucarillos y una nubecita de crema.
– Tienes razon -dijo ella, riendose-. Enseguida vuelvo.
– Ire contigo.
– No es necesario-su plan era escapar durante un minuto para poder recomponerse. Si iba con ella, le irsultaria complicado.
Pero no habia manera educada de decir que no, asi que lo condujo a la sala del cafe y agarro una taza limpia de la bandeja.
– ?No tienes empleados? -pregunto el.
– Si, pero prefiero no perder su tiempo con recados. Los otros dos socios con los que comparto a mi ayudante no estan de acuerdo con mi postura. Pero a Leah le caigo mejor yo.
– De eso estoy seguro.
Volvio a sonreir, y Julie se encontro a si misma absorta en aquella imagen. Por desgracia, estaba sirviendo el cafe al mismo tiempo, de modo que, cuando la taza estuvo llena, el liquido ardiendo se derramo por los lados y cayo en su mano.
– ?Ay!
Dejo la taza en la mesa y agito la mano. Ryan se puso a su lado y la llevo al fregadero. Colocandose tras ella, le tomo la mano lesionada y la puso bajo el grifo.
– No sabia que fueses tan torpe -dijo el.
– Normalmente no lo soy.
No lo era. Simplemente estaba distraida.
El estaba justo detras de ella, presionandola con el pecho, haciendole sentir su fuerza y su calor.
Julie sentia sus dedos en la mano, su brazo presionandola. Estaba inclinandose hacia delante, colocando su cara justo a su lado.
Si se giraba levemente, sus bocas estarian a centimetros de distancia.
Deseaba besarlo. No importaba el odio que sentia hacia el. El deseo seguia creciendo en su interior.
Solo un beso. No tenia por que durar mucho. Solo dos bocas juntandose, dos lenguas, dos cuerpos…
Libero la mano y se echo a un lado.
– Estoy bien, gracias.
Saco una toalla de papel de la cesta y se seco la mano antes de limpiar el cafe derramado. Tras tomar una botella de agua para ella, regresaron a la sala de conferencias.
Estaba tremendamente excitada y se sentia patetica. ?Como podia Ryan haberle hecho eso con tan solo una noche de pasion? Claro, habia sido una gran noche, pero ya habia tenido grandes noches antes.
Bueno, no tan grandes. Pero aun asi.
– ?Por que no me explicas lo que tienes en mente? -pregunto, agarrando un boligrafo tras sentarse.
Ryan comenzo a hablar del negocio. Julie tomaba notas, pero no estaba escuchando realmente. ?Como podia estar el tan ajeno a lo que acababa de suceder? Seria horrible si la atraccion fuese unidireccional. La vida no podia ser tan injusta.
– Ofrecemos capital a las empresas y cobramos un interes alto. El objetivo es sacarlas al mercado, pero, si eso no ocurre, las vendemos. Ahora mismo hay tres empresas con las que necesito ayuda. Dos de ellas quieren hacer negocio con China, mientras que la otra es perfecta para manufacturar alli. Supongo que tienes contactos en China.
– I'or supuesto-dijo ella con una sonrisa-. Personales, asi como profesionales.
– ?Quieres explicarme eso?
– Teniamos una vecina cuando era pequena. La senora Wu habia sido profesora. Se jubilo y se dio cuenta de que se aburria con tanto tiempo libre. Nos enseno mandarin a mis hermanas y a mi. Yo era la unica verdaderamente interesada. Cuando estaba en el instituto, me llevo a China con ella a visitar a su familia. Regrese durante los dos veranos siguientes y pase un semestre alli durante la universidad.
– Impresionante.
– Gracias.
– ?Y ahora que? – pregunto el -. Querras informacion especifica sobre las companias.
– Claro. Y tambien quiero saber lo que has hecho, si es que has hecho algo, para establecer relaciones con