– No es que necesite saberlo -continuo su hermana como si Julie no hubiera hablado-. Estoy acostumbrada a que no me cuentes las cosas.
– Te invite a venir con Willow y conmigo la semana pasada, pero tenias esa clase de Microbiologia.
– Quimica Inorganica, pero gracias por interesarte.
– Marina, vamos. Te lo dije en cuanto llegaste a casa.
– Si, lo hiciste. Asi que todavia te quiero.
– Genial. Otra relacion condicional. ?Que paso con eso del amor incondicional para siempre?
– Lo echamos al cubo del reciclaje -dijo Willow-. Es demasiado tarde para recuperarlo. Ya lo han recogido - echo los arandanos, que habian costado una fortuna, en un cuenco- ?Quereis?
– Gracias -dijo Julie, agarrando un punado mientras se sentaba en un taburete junto a la encimera.
– ?Que sucede? -pregunto Marina- Pareces… no se. No pareces tu.
– Estoy bien. Mas o menos.
– Eso no suena bien -dijo Willow- ?Estas enferma? ?Demasiadas nauseas?
– No. Eso esta bien. Es solo que… -Julie no habia decidido si mencionar la propuesta de Ryan o no, pero de pronto no podia callarselo-. Vino a verme ayer.
– ?Ryan? -pregunto Marina.
Julie asintio.
– Concerto una cita. Me esta ofreciendo ocuparme de las relaciones de su empresa con China, y no me gusta. Uno de los socios de mi bufete se reunio con el y ahora solo ve simbolos del dolar.
– Eso suena bien -dijo Willow-. ?Cual es el problema?
– No confio en el. ?Y si esta con otro de sus juegos retorcidos? ?Y si lo ha organizado todo y luego desaparece? Yo quedaria como una estupida delante de todos. No seria bueno para mi carrera.
Marina y Willow se miraron y luego la miraron a ella.
– Eh, no te tomes esto a mal -dijo Willow-. ?Pero por que iba a hacer eso? ?Que tiene que ganar?
– No se. Solo fastidiarme. No olvides que era el hombre empenado en darme una leccion, incluso sin conocerme ni saber nada sobre mi.
– Eso estuvo mal -dijo Marina-. Pero esto es totalmente diferente. Julie, no creo que quiera hacerle dano a tu carrera. Vais a tener un hijo juntos. ?Por que querria hacerle dano a la madre de su hijo?
– Para obtener el control. Eso es lo unico que le importa.
Julie sabia que no sonaba racional, pero no lograba controlar sus emociones.
– Es solo que… -trago saliva y trato de contener las lagrimas-. De acuerdo, soy debil. Ya esta, esa es la verdad. Se que no debo esperar de un hombre que sea decente. Se que no debo esperar que nadie sea sincero y carinoso. Se que no deberia dejar sitio a los suenos romanticos, y lo intento. De verdad que lo intento. Pero entonces, cuando menos lo espero, reaparecen y tengo esperanza, pero entonces la esperanza desaparece y quiero abofetearme por ser tan estupida.
– Te quiero como hermana -dijo Willow- ?Pero de que diablos estas hablando?
– Me pidio que me casara con el.
– Muy bien -dijo Marina, sentandose en el taburete junto ajulie- Empieza por el principio y habla despacio.
– Tienes toda nuestra atencion -dijo Willow, dejando a un lado los arandanos-. Te lo prometo.
– No hay mucho que contar -dijo Julie con un suspiro-. Vino ayer a la oficina.
Les explico lo que Ryan le habia contado sobre sus empresas.
– Pero, de pronto, estabamos hablando de cosas personales, de como Todd y el habian crecido juntos y de como las mujeres deseaban solo su dinero.
– Podria ocurrir -dijo Marina.
– Pobres ninos ricos -murmuro Willow sarcastocamente.
– Eso es lo que le dije. En cualquier caso, estabamos hablando de eso y de pronto me dijo que debiamos casarnos. Que era lo mejor para el bebe. Yo no me lo tome bien.
– ?Por que? -pregunto Willow.
– Porque… me provoco. Uno no se declara de esc modo. Esta mal. Apenas nos conocemos. No confio en el y, a juzgar por como me trato, el tampoco confia en mi. No es precisamente la base para un matrimonio solido. Me enfade.
– Lo entiendo -dijo Willow-. Violo esos suenos secretos que se supone que no has de tener. No fue romantico ni perfecto, y no te quiere.
– Me niego a tener un lado debil -dijo Julie-. Soy dura.
– Eres humana -dijo Willow.
– Pero si fue romantico -dijo Marina.
– Ya empezamos -dijo Julie.
– Es cierto -insistio su hermana pequena-. Te casas porque tienes que hacerlo, pero luego te enamoras perdidamente. Es fabuloso.
– Esta loca -murmuro Julie.
– Al menos estaba dispuesto a hacer lo correcto -dijo Willow-. Se que se equivoco en la cita, mintiendote asi. Pero no lo culpo totalmente. Realmente es culpa de Todd Aston. Es el quien no tuvo agallas para presentarse y hablar contigo.
– Ryan tenia sus propios planes -dijo Julie-. No lo conviertas en un heroe.
– No lo hare, pero tal vez quepa la posibilidad de que no sea tan malo.
– Una posibilidad muy pequena.
– ?Entonces no consideraras su propuesta? -pre¬gunto Marina.
– Ni hablar. Seria absurdo casarme con un hombre al que apenas conozco solo porque estoy embarazada.
Hubo un sonido en la puerta. Julie levanto la cabeza y vio a su madre alli de pie.
Esa era la ultima manera en que queria que se enterase.
Willow y Marina desaparecieron por la parte de atras de la casa. Julie se quedo en el taburete y vio como su madre preparaba cafe.
– Es descafeinado -dijo Naomi.
– Gracias.
Su madre se giro para mirarla.
Naomi se habia escapado con su gran amor cuando tenia dieciocho anos. Estaba embarazada, y al nacimiento de Julie le habian seguido otros dos en los anos siguientes. Naomi tenia veinticinco anos cuando su marido se marcho por primera vez.
Julie recordaba muy poco de aquel dia, salvo a su madre llorando. Ella tenia seis anos y acababa de empezar el primer curso en el colegio. Habia llevado a casa un dibujo que habia hecho en clase, pero su madre estaba demasiado triste para mirarlo. Desde aquel dia, no habia sido capaz de trabajar en un proyecto artistico de clase sin recordar las lagrimas de su madre.
– ?Y bien? -pregunto su madre con voz tranquila-. ?Que hay de nuevo?
– Oh, mama, lo siento. No queria que te enterases asi.
– ?Y querias que me enterase? Estas embarazada, Julie, y no me lo dijiste.
Naomi era delgada, guapa y aun no habia cumplido los cincuenta. Sin embargo, de pronto parecio mayor de lo que Julie habia imaginado.
– Lo siento -repitio Julie-. Iba a hacerlo, pero no sabia como. No lo planee. De hecho, la he fastidiado a lo grande.
– ?Pensabas que te juzgaria? -pregunto su madre-. ?Cuando he hecho yo eso?
– Normalmente no la fastidio tanto.
– Entonces necesitaras ayuda para superarlo. ?Que ocurrio?
– Tuve una cita con Todd.
– Pense que habiais decidido no hacerlo.
– Pensamos que era importante para Ruth, y solo era una cita -dijo Julie- Mama, nadie te culpa por lo que ocurrio con tu madre.