Lewis estaba sentado a la mesa de la cocina el sabado por la manana, leyendo el ultimo numero de
– ?Podrias…?
El se levanto y contesto:
– Hola.
– ?Senor Houghton?
– El mismo-dijo Lewis.
– Habla Tony, de Burnside’s. Sus balas de punta hueca ya estan aqui.
Burnside’s era una tienda de armas; Lewis habia estado alli en otono, a buscar disolvente y municiones; una o dos veces habia tenido la suerte de llevar un ciervo para que lo pesaran. Pero estaban en febrero; la veda de ciervos estaba cerrada.
– No las he pedido-dijo Lewis-. Debe de haber algun error.
Colgo el telefono y volvio a sentarse frente a su gofre. Lacy saco una gran sarten fuera del fregadero y la coloco en el escurridor para que se secase:
– ?Quien era?
Lewis paso una pagina de su revista:
– Numero equivocado-dijo.
Matt tenia un partido de hockey en Exeter. Josie solia ir a los partidos que se jugaban en Sterling, pero rara vez iba a aquellos en los que el equipo viajaba. Ese dia, sin embargo, le habia pedido prestado el coche a su madre y habia conducido hasta la costa, partiendo lo suficientemente temprano como para alcanzar a Matt en el vestuario. Asomo la cabeza por la puerta del vestuario del equipo visitante y de inmediato le dio en la cara el hedor de todo el equipo. Matt estaba de espaldas a ella, con el protector del pecho, los pantalones acolchados y los patines puestos. Todavia le faltaba la camiseta.
Alguno de los otros chicos la vieron primero:
– Eh, Royston-dijo un senior-, creo que la presidenta de tu club de fans ha llegado.
A Matt no le gustaba que ella se presentara antes de un partido. Despues, bueno, era algo convenido, el necesitaba a alguien que celebrara su victoria. Pero le habia dejado bien claro que no tenia tiempo para ella cuando estaba preparandose. Los chicos no jugaban bien si las chicas se les acercaban tanto; el entrenador queria que el equipo estuviera a solas para concentrarse en el juego. Con todo, Josie penso que esa podia ser la excepcion.
El rostro de el se ensombrecio mientras su equipo comenzaba con los silbidos.
– Matt, ?necesitas ayuda para ponerte el equipo?
– Eh, rapido, que le den al chico un palo mas grande…
– Si-disparo Matt en respuesta, mientras caminaba por las colchonetas de goma hacia Josie-. Ya quisieras tu tener a alguien que te lamiera la verga.
Josie sintio que las mejillas se le encendian mientras todo el vestuario se partia de risa a expensas de ella. Entonces los comentarios groseros pasaron de concentrarse en Matt a concentrarse en ella. Tomandola por el brazo, Matt la saco de alli de un tiron.
– Te he dicho que no quiero verte antes de un partido-dijo el.
– Lo se. Pero era importante…
– Esto es importante-le corrigio Matt, senalando la pista.
– Estoy bien-solto Josie.
– Bueno.
Ella lo miro fijamente:
– No, Matt. Quiero decir…Estoy bien. Tenias razon.
Cuando el se dio cuenta de lo que ella estaba intentando decirle en realidad, le paso los brazos alrededor de la cintura y la levanto del suelo. El protector quedo atrapado como una armadura entre los dos mientras la besaba. Eso le hizo pensar a Josie en caballeros dirigiendose a una batalla; y en las damas que dejaban atras.
– Para que no te olvides-dijo Matt y sonrio.
SEGUNDA PARTE
Cuando emprendes un viaje de venganza, comienza por cavar dos tumbas: una para tu enemigo y una para ti.
PROVERBIO CHINO
CINCO MESES DESPUES
Se puede deducir muchas cosas acerca de la gente por los habitos que tienen. Por ejemplo, Jordan se habia encontrado con potenciales miembros del jurado que llevaban religiosamente sus tazas de cafe hasta sus computadoras y leian todo el
Era la sexta hora de examen preliminar individual; el proceso mediante el cual se elegiria a los miembros del jurado para el juicio de Peter. Eso implicaba largos dias en el tribunal con Diana Leven y el juez Wagner, mientras el conjunto de posibles miembros del jurado iban pasando de uno en uno por el asiento del testigo para que tanto la defensa como la acusacion les hicieran una serie de preguntas. El objetivo era encontrar a doce personas del pueblo, mas un suplente, no personalmente afectados por el tiroteo; un jurado que pudiera comprometerse con un juicio largo si fuera necesario, en lugar de preocuparse por sus asuntos domesticos u ocupandose de sus ninos pequenos. Un grupo de gente que no hubiera estado viviendo y respirando las noticias acerca del juicio durante los ultimos cinco meses; o, como Jordan estaba comenzando a pensar carinosamente de ellos: los pocos afortunados que hubieran estado viviendo debajo de una piedra.
Era agosto, y durante la ultima semana, las temperaturas habian alcanzado casi los treinta y ocho grados durante el dia. Para empeorar las cosas, el aire acondicionado del tribunal no funcionaba bien y el juez Wagner