el mismo habia recibido un disparo en el hombro. Cualquiera que fuese el mundo sobre el que reinaba como amo y senor, ahora habia desaparecido.

– Drew-dijo Diana-, te hemos pedido que vinieras porque tienes una citacion, y eso significa que testificaras en algun momento de la semana que viene. Ya te diremos cuando, cuando se acerque el momento…pero, por ahora, queria asegurarme de que no estuvieras nervioso por tener que ir a la corte. Hoy repasaremos algunas de las cosas acerca de las que se te preguntara y como funciona el procedimiento. Si tienes alguna pregunta, nos la haces, ?de acuerdo?

– Si, senora.

Patrick se inclino hacia el:

– ?Como esta el hombro?

Drew se volvio para mirarle a la cara, flexionando inconscientemente esa parte del cuerpo.

– Todavia tengo que hacer terapia fisica y esas cosas, pero esta mucho mejor. Excepto…-su voz se apago.

– ?Excepto que?-pregunto Diana.

– Echare de menos la temporada de hockey todo este ano.

Diana se encontro con la mirada de Patrick; aquello era compasion por un testigo.

– ?Crees que podras volver a jugar luego?

Drew resoplo:

– Los medicos dicen que no, pero yo creo que se equivocan-dudo-. Este ano soy senior, y contaba con una beca deportiva para ir a la universidad.

Hubo un silencio incomodo, en el que ninguno reconocio el coraje de Drew, ni la verdad.

– Entonces, Drew-prosiguio Diana-, cuando subas al estrado, comenzare por preguntarte tu nombre, donde vives y si estabas en la escuela ese dia.

– Esta bien.

– Vamos a ensayar un poquito, ?de acuerdo? Cuando llegaste a la escuela esa manana, ?cual fue tu primera clase?

Drew se sento un poco mas recto.

– Historia americana.

– ?Y la segunda?

– Ingles.

– ?Adonde fuiste despues de la clase de ingles?

– Tenia la tercera hora libre y la mayoria de la gente con clases libres se va a la cafeteria.

– ?Es alli adonde fuiste?

– Si.

– ?Habia alguien contigo?-continuo Diana.

– Fui solo, pero cuando llegue alli, me encontre con un grupo de gente.-Miro a Patrick-. Amigos.

– ?Cuanto tiempo estuviste en la cafeteria?

– No lo se, ?media hora, quiza?

Diana asintio con la cabeza.

– ?Que paso luego?

Drew bajo la mirada hacia sus pantalones y siguio la raya con el pulgar.

Patrick se dio cuenta de que estaba temblando.

– Estabamos todos, ya sabe, hablando…y entonces oi un estruendo realmente grande.

– ?Podias decir de donde venia el sonido?

– No. No sabia que era.

– ?Viste algo?

– No.

– Entonces-pregunto Diana-, ?que hiciste al oirlo?

– Bromee-dijo Drew-. Dije que probablemente fuera la comida de la escuela incendiandose. «Oh, finalmente, esa hamburguesa con queso radiactiva», algo asi.

– ?Te quedaste en la cafeteria despues del estruendo?

– Si.

– ?Y luego?

Drew bajo la mirada hacia sus manos.

– Se oyo un sonido como de petardos. Antes de que nadie pudiera imaginar que era, Peter entro en la cafeteria. Llevaba una mochila y sostenia un arma; comenzo a disparar.

Diana levanto la mano.

– Una pequena pausa, Drew…Cuando estes en el estrado y digas eso, te pedire que mires al acusado y lo identifiques para el registro. ?Entendido?

– Si.

Patrick se dio cuenta de que no veia el tiroteo del modo en que habria visto cualquier otro crimen. Ni siquiera lo visualizaba, a pesar de la escalofriante cinta de video de la cafeteria que habia visto. Se imaginaba a Josie-una de las amigas de Drew-sentada a una larga mesa, oyendo aquellos petardos, sin imaginarse en absoluto lo que vendria despues.

– ?Cuanto tiempo hacia que conocias a Peter?-pregunto Diana.

– Ambos crecimos en Sterling. Habiamos ido a la misma escuela desde siempre.

– ?Eran amigos?

Drew sacudio la cabeza.

– ?Enemigos?

– No-contesto-. No eramos enemigos, en realidad.

– ?Alguna vez habias tenido problemas con el?

Drew levanto la mirada:

– No.

– ?Alguna vez te habias metido con el?

– No, senora.

Patrick sintio que sus manos se cerraban como punos. El sabia, por las entrevistas que habia hecho a cientos de chicos, que Drew Girard habia encerrado a Peter Houghton en los casilleros; que le habia hecho tropezar cuando bajaba la escalera; que le habia escupido en el pelo. Ninguna de esas cosas justificaba lo que habia hecho Peter, pero aun asi…Habia un chico pudriendose en la carcel; habia diez personas descomponiendose en sus tumbas, habia docenas en rehabilitacion y cirugia correctiva; habia cientos-como Josie-que todavia no podian pasar un dia sin romper a llorar; habia padres-como Alex-que confiaban en que Diana hiciera justicia en su nombre. Y aquel pequeno imbecil estaba mintiendo con toda la boca.

Diana levanto la vista de sus notas y miro fijamente a Drew:

– Asi, si se te pregunta bajo juramento si alguna vez te habias metido con Peter, ?cual seria tu respuesta?

Drew la miro, y su arrojo se desvanecio lo suficiente como para que Patrick se diera cuenta de que estaba muerto de miedo de que supieran mas de lo que admitian ante el. Diana echo una mirada a Patrick y dejo caer su lapiz. Esa era toda la invitacion que el necesitaba; salto de su asiento en un instante, agarrando a Drew Girard por la garganta.

– Escucha, pequeno imbecil-dijo Patrick-. No la cagues en esto. Sabemos lo que le hacias a Peter Houghton. Sabemos que eras uno de los principales. Hay diez victimas muertas, dieciocho mas cuyas vidas nunca seran como pensaban que serian y muchas familias en esta comunidad que nunca van a dejar de llorar tantas perdidas que ni siquiera puedo contarlas. No se cual es tu plan aqui, si quieres jugar al nino del coro para proteger tu reputacion o si solo tienes miedo de decir la verdad, pero creeme, si subes a ese estrado a testificar y mientes sobre tus acciones del pasado, me asegurare de que termines en la carcel por obstruccion a la justicia.-Solto a Drew, y se dio la vuelta, mirando fijamente por la ventana de la oficina de Diana.

El no tenia autoridad para arrestar a Drew por nada, ni siquiera si cometia perjurio, ni mucho menos para mandarlo a la carcel, pero el chico no lo sabia. Y quiza bastaba con asustarle para que se comportase. Con una profunda respiracion, Patrick se inclino y recogio el lapiz que Diana habia dejado caer, alcanzandoselo.

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