– Muy bien-continuo-. ?Alguna vez le pusiste la zancadilla?

– Supongo.

– Espera…dejame adivinar…una broma, ?correcto?

Drew lo miro con odio.

– Si.

– En realidad, le has estado haciendo este tipo de cosas a Peter desde que eran ninos pequenos, ?verdad?

– Nunca fuimos amigos-dijo Drew-. El no era como nosotros.

– ?Quienes son «nosotros»?

Drew se encogio de hombros.

– Matt Royston, Josie Cormier, John Eberhard, Courtney Ignatio. Gente asi. Todos nosotros estuvimos juntos durante anos.

– ?Conocia Peter a todos los de ese grupo?

– Es una escuela pequena, claro.

– ?Conoce Peter a Josie Cormier?

A Alex se le acelero la respiracion.

– Si.

– ?Alguna vez viste a Peter hablando con Josie?

– No lo se.

– Bueno, mas o menos un mes antes del tiroteo, cuando todos ustedes estaban juntos en la cafeteria, Peter se acerco para hablarle a Josie. ?Puedes decirnos algo sobre eso?

Alex se inclino hacia adelante en su silla. Podia sentir las miradas convergiendo en ella, calientes como el sol en un desierto. Se dio cuenta de que ahora Lewis Houghton la estaba mirando a ella.

– No se de que estaban hablando.

– Pero estabas alli, ?verdad?

– Si.

– ?Y Josie es amiga tuya? ?No una de las personas que anda con Peter?

– Si-dijo Drew-, ella es una de nosotros.

– ?Recuerdas como termino la conversacion de la cafeteria?-pregunto McAfee.

Drew bajo la mirada al suelo.

– Dejeme que le ayude, senor Girard. Termino con que Matt Royston se coloco detras de Peter y le bajo los pantalones mientras el estaba hablando con Josie Cormier. ?Es correcto esto?

– Si.

– La cafeteria estaba atiborrada de chicos ese dia, ?verdad?

– Si.

– Y Matt no solo bajo los pantalones de Peter…le bajo tambien los calzoncillos, ?es correcto?

La boca de Drew se torcio.

– Si.

– Y ustedes vieron todo eso.

– Si.

McAfee se volvio hacia el jurado.

– A ver si lo adivino-dijo-. Otra broma, ?verdad?

El tribunal permanecia en absoluto silencio. Drew miraba a Diana Leven, rogando que lo sacaran del banquillo de los testigos, le parecio a Alex. Drew era la primera persona, sin contar a Peter, ofrecida en sacrificio.

Jordan McAfee volvio a la mesa de la defensa y levanto un papel.

– ?Recuerdas que dia le bajaron los pantalones a Peter?

– No.

– Permiteme que te lo muestre, entonces, Prueba de la Defensa Numero Uno. ?Reconoces esto?

Extendio el papel a Drew, que lo agarro, encogiendose de hombros inmediatamente despues.

– Esto es una parte de un correo electronico que recibiste el tres de febrero, dos dias antes de que le bajasen los pantalones a Peter en la cafeteria del Instituto Sterling. ?Puedes decirnos quien te lo envio?

– Courtney Ignatio.

– ?Era una carta dirigida a ella?

– No-contesto Drew-. Habia sido escrita para Josie.

– ?Quien la escribio?-lo presiono McAfee.

– Peter.

– ?Que decia?

– Era sobre Josie. Y de como estaba por ella.

– Quieres decir que estaba enamorado.

– Supongo-dijo Drew.

– ?Que hiciste tu con este correo electronico?

Drew levanto la vista.

– Lo mande a todos los estudiantes del instituto.

– A ver si lo entiendo bien-dijo McAfee-. ?Tu tomaste una nota de contenido altamente privado que no te pertenecia, una carta que hablaba de los mas profundos y secretos sentimientos de Peter, y la reenviaste a todos y cada uno de los chicos de tu escuela?

Drew permanecia callado.

Jordan McAfee dio un golpecito con el papel del correo electronico contra la baranda de delante del estrado.

– Bueno, Drew-dijo-. ?Fue una buena broma?

Drew Girard estaba sudando tanto que no podia creer que toda aquella gente no se diera cuenta. Podia sentir la transpiracion corrien-dole entre los omoplatos y formando circulos debajo de sus brazos. Aquella bruja de la fiscal lo habia sentado en una silla caliente. Habia dejado que aquel abogado despreciable le pinchara el trasero y ahora, durante el resto de su vida, todo el mundo pensaria de el que era un imbecil, cuando el-como todos los demas en el Instituto Sterling-solo habia estado divirtiendose un poco.

Se puso de pie, listo para salir disparado del tribunal y posiblemente correr hasta los confines de Sterling, pero Diana Leven estaba caminando hacia el.

– Senor Girard-dijo ella-, todavia no he terminado.

Se hundio en el asiento, desinflado.

– ?Alguna vez pusiste motes a alguien que no fuera Peter Houghton?

– Si-contesto el cautelosamente.

– Es lo que hacen los chicos, ?no?

– A veces.

– ?Alguna vez alguien a quien hubieras puesto motes te ha disparado?

– No.

– ?Alguno de los chicos a los que le han bajado los pantalones alguna vez te ha disparado?

– No.

– ?Alguna vez has reenviado masivamente el correo electronico de alguien a modo de broma?

– Una o dos veces.

Diana se cruzo de brazos.

– ?Alguno de esos chicos alguna vez te disparo?

– No, senora-respondio el.

Ella se dirigio de regreso a su asiento.

– Nada mas.

Dusty Spears entendia a los chicos como Drew Girard, porque el mismo habia sido uno de ellos una vez. Bajo su punto de vista, los matones eran lo suficientemente buenos como para tener una beca de futbol para las diez Grandes Escuelas, donde podrian establecer contactos para jugar en campos de golf durante el resto de sus vidas, o si se rompian las rodillas, acabar dando clases de gimnasia en el instituto.

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