Todavia habia alumnos saliendo del Instituto Sterling cuando los equipos de emergencia empezaron a ocupar el edificio para hacerse cargo de los heridos. Habia decenas de chicos y chicas con pequenos cortes y magulladuras, provocados por la salida en masa, y otros que respiraban entrecortada y aceleradamente o tenian sintomas de histeria; muchos otros sufrian de shock. Pero la prioridad de Patrick era que atendieran a los heridos de bala, que yacian dispersos por el suelo, desde el comedor comunitario hasta el gimnasio. Un rastro sangriento que constituia la cronica de los movimientos del agresor.

Las alarmas seguian sonando, y los aspersores automaticos antiincendios habian formado una corriente de agua en los pasillos. Bajo aquella lluvia artificial, dos socorristas estaban agachados junto a una chica que habia recibido un balazo en el hombro derecho.

– Traslademosla-dijo el medico.

Patrick la conocia, y, al darse cuenta, sintio que un escalofrio le recorria todo el cuerpo. Trabajaba en la tienda de alquiler de videos del centro de la ciudad. El pasado fin de semana, cuando habia ido a alquilar Harry el sucio, ella le habia dicho que tenia un saldo negativo de 3,40 dolares. La veia todos los viernes por la noche, cuando iba a alquilar un DVD, pero nunca le habia preguntado su nombre. ?Por que demonios no se lo habria preguntado?

Mientras la chica gemia, el medico tomo un rotulador y le escribio el numero nueve en la frente.

– No tenemos la identificacion de todos los heridos-le dijo a Patrick-, asi que hemos empezado a numerarlos.

Mientras colocaban a la alumna sobre una camilla, Patrick alcanzo una manta de plastico amarilla para casos de emergencia, de las que todo agente lleva en el maletero del coche patrulla. La rompio en varios pedazos, miro el numero escrito en la frente de la chica y lo anoto en uno de los pedazos.

– Dejen esto donde la encontraron-ordeno-. Asi podremos saber mas tarde de que herido se trataba y donde fue encontrado.

Un socorrista asomo la cabeza por una esquina.

– En Hitchcock dicen que tienen todas las camas ocupadas. Tenemos una fila de chicos y chicas esperando en el jardin, delante del edificio, pero la ambulancia no tiene adonde llevarlos.

– ?Y en APD?

– Tambien estan llenos.

– Pues entonces llamen a Concord y diganles que les enviamos autobuses enteros-les ordeno Patrick. Con el rabillo del ojo vio a un socorrista al que conocia, un veterano al que le faltaban tres meses para retirarse. Acababa de apartarse de uno de los cuerpos y se acuclillo hundiendo la cara entre los brazos, llorando. Patrick agarro por la manga a un agente al pasar.

– Jarvis, necesito tu ayuda…

– Pero si me acaba de asignar al gimnasio, capitan.

Patrick habia repartido a los oficiales responsables y a la unidad de crimenes de la policia del Estado de forma que cada una de las partes del instituto tuviera su propio equipo asignado. Le entrego a Jarvis el resto de pedazos de la manta de plastico y un rotulador negro.

– Olvidate del gimnasio. Quiero que recorras todo el edificio en compania de los equipos sanitarios. Cada vez que numeren a alguien, tienes que dejar un trozo de plastico con el mismo numero, en el lugar donde lo han encontrado.

– Tengo a una herida en el bano de mujeres-grito una voz.

– Vamos-dijo un socorrista, agarrando un botiquin de primeros auxilios y corriendo hacia el lugar.

«Asegurate de que no te olvidas nada-se dijo Patrick-. Has de acertar a la primera». Se sentia la cabeza como si la tuviera de cristal, demasiado pesada y con las paredes demasiado delgadas para manejar tanta carga de informacion. No podia estar en todas partes a la vez; no podia hablar lo bastante rapido y pensar lo bastante de prisa para enviar a todos sus hombres donde se les requeria. No tenia la menor idea de como manejar una pesadilla de aquel calibre, pero tenia que fingir que sabia hacerlo, porque todos los demas lo miraban confiando en que el se encargara de todo.

La puerta doble del comedor comunitario se cerro a sus espaldas. Para entonces, el equipo que se ocupaba de aquel espacio habia atendido y transportado ya a los heridos. Solo habian dejado los cadaveres. Las paredes de bloques de hormigon estaban melladas alla donde las balas las habian agujereado o rozado. Una maquina expendedora, con la vitrina hecha anicos y las botellas perforadas, habia derramado Sprite, Coca-Cola y jugo sobre el suelo de linoleo. Uno de los tecnicos policiales tomaba pruebas fotograficas: bolsas de libros abandonadas, asi como monederos y manuales escolares. Sacaba primeros planos de cada uno de los objetos; y luego instantaneas a distancia, una vez colocados sendos triangulos amarillos para senalar su emplazamiento en relacion con el resto de la escena. Otro agente examinaba el patron de las marcas de sangre derramada. Un tercer y un cuarto agentes senalaban hacia un lugar en el techo.

– Capitan-dijo uno de ellos-, me parece que tenemos un video.

– ?Donde esta la grabacion?

El agente se encogio de hombros.

– ?En el despacho del director?

– Vayan a averiguarlo-dijo Patrick.

Dio unos pasos hasta la mitad del pasillo principal del comedor. A primera vista, parecia el escenario de una pelicula de ciencia ficcion: todos estaban alli comiendo, hablando y bromeando con sus amigos, y de repente, en un abrir y cerrar de ojos, los seres humanos habian sido abducidos por alienigenas dejando tras de si tan solo las carcasas. ?Que diria un antropologo sobre el alumnado del Instituto Sterling, basandose en los sandwiches que unicamente habian recibido un bocado, en el lapiz de labios con una huella todavia visible en su superficie, en las libretas de apuntes con sus notas sobre la civilizacion azteca y frases al margen como: ???amo a zach!!! ???el senor keifer es un nazi!!!

Patrick golpeo con la rodilla en una de las mesas, y un manojo de hojas sueltas cayo volando. Una fue a dar en el hombro de un chico caido encima de su carpeta, con la sangre empapandola. La mano del chico se aferraba aun a sus anteojos. ?Estaba limpiandoselos cuando Peter Houghton inicio su desenfrenado ataque de violencia? ?Se los habia quitado porque no habia querido verlo?

Patrick paso con cuidado por encima de los cuerpos de dos chicas que yacian en el suelo, como reflejadas en un espejo, las minifaldas subidas y los ojos abiertos. Entro en la zona de la cocina, vio las cazuelas con arvejas grisaceas y zanahorias y la salsa del pastel de pollo; la explosion de los paquetes de sal y de pimienta habia salpicado el suelo como confeti. Los brillantes recipientes de los yogures, de fresa y de frutas del bosque, de lima y de durazno, que seguian milagrosamente alineados en cuatro pulcras filas junto a la caja registradora, como un pequeno ejercito imperterrito. Una bandeja de plastico gastada, con un plato de gelatina y con una servilleta, pendiente de recibir el resto de comida.

De pronto, Patrick oyo un ruido. ?Era posible que hubieran cometido un error…? ?Podia ser que todos hubieran pasado por alto a un segundo pistolero? ?Estaban registrando el edificio en busca de sobrevivientes… cuando ellos mismos estaban en peligro?

Saco su arma reglamentaria y se adentro en los intestinos de la cocina, pasando entre aparadores de rejilla con enormes latas de salsa de tomate y habichuelas verdes, y otras de queso fundido para nachos, dejando atras enormes rollos de plastico de envoltorio y de papel de aluminio, hasta llegar a la camara frigorifica, donde se almacenaban las carnes y demas productos. Patrick abrio la puerta de una patada, y el aire frio le dio en las piernas.

– ?Quieto!-grito.

Una camarera latina de mediana edad, con una redecilla para el pelo caida sobre la frente como una tela de arana, salio de detras de una estanteria de bolsas de ensalada mixta ya preparada con las manos levantadas. Estaba temblando.

– No dispare-dijo sollozando.

Patrick bajo el arma y se quito el saco, poniendosela a la mujer sobre los hombros.

– Ya esta, ya ha pasado todo-la tranquilizo, aunque sabia que eso en realidad no era cierto. Para el, para Peter Houghton, para Sterling…todo acababa de comenzar.

– A ver si lo he entendido bien, senora Calloway-dijo Alex-. ?Me acaba de decir que esta acusada de conduccion temeraria y de haber ocasionado lesiones corporales graves porque se agacho para ayudar a un

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