– ?Por que te comportas asi conmigo?-le habia preguntado.

– Porque cuando era amable contigo, tu entendias que eramos amigos.

– Pero es que somos amigos-habia replicado el.

Josie se le habia encarado.

– Tu no eres quien para decidir eso-le habia dicho.

Una tarde, en el trabajo, cuando Josie salio a tirar un monton de desechos al contenedor, se encontro a Peter alli. Eran sus quince minutos de descanso, durante los que solia cruzar la calle y comprarse un jugo de manzana. Pero aquel dia alli estaba, subido sobre la tapa de metal del contenedor.

– Aparta-dijo ella, alzando las bolsas de desechos.

En cuanto cayeron al fondo del contenedor, salto una lluvia de chispas.

Casi de inmediato, el fuego prendio en el carton almacenado en el interior, crepitando al contacto con el metal.

– Peter, bajate de ahi-grito Josie.

Peter no se movio. Las llamas danzaban delante de su rostro, cuyos rasgos parecian distorsionados por el calor.

– ?Peter! ?Por favor!

Ella lo tomo del brazo y tiro de el hacia el suelo, mientras algo-?toner? ?gasolina?-explotaba en el interior del contenedor.

– Tenemos que llamar a los bomberos-grito Josie, mientras se ponia en pie con dificultad.

Los bomberos llegaron en cuestion de minutos, apagando el fuego. Josie llamo al busca del senor Cargrew, que estaba en el club de golf.

– Gracias a Dios que no les ha pasado nada-les dijo a los dos al llegar.

– Josie me ha salvado-replico Peter.

Mientras el senor Cargrew hablaba con los bomberos, ella se volvio al interior de la copisteria, seguida de Peter.

– Sabia que me salvarias-le dijo Peter-. Por eso lo he hecho.

– Hecho, ?el que?

Pero no necesitaba oir la respuesta de Peter, porque Josie ya sabia por que se lo habia encontrado subido en el contenedor cuando se suponia que estaba en su rato de descanso. Sabia quien habia tirado el fosforo dentro en el momento en que la habia oido salir por la puerta de atras con las bolsas de basura.

En el momento en que le decia al senor Cargrew que tenia que hablar un momento con el a solas, Josie se dijo a si misma que estaba haciendo lo que cualquier empleado responsable habria hecho: contarle al dueno quien era la persona que habia atentado contra su propiedad. No reconocio estar asustada por lo que habia dicho Peter; por el hecho de que fuera verdad. Y fingio no sentir aquella ligera vibracion en el interior de su pecho, una version reducida del fuego provocado por Peter, la cual identifico por primera vez en su vida como un deseo de venganza.

Cuando el senor Cargrew despidio a Peter, Josie no estuvo delante y no oyo la conversacion. Luego sintio la mirada de Peter clavada en ella, intensa, acusadora, cuando se marchaba, aunque ella procuro concentrarse en el encargo que estaba haciendo para un banco local. Mientras observaba las paginas que salian de la fotocopiadora, reflexionaba acerca de la extrana naturaleza de aquel trabajo, cuyo exito se media en funcion de la similitud del producto con su original.

Despues de clase, Josie esperaba a Matt junto al asta de la bandera. El llegaba por detras de ella, a escondidas, y ella hacia como que no lo habia visto, hasta que la besaba. La gente los miraba, cosa que a Josie le encantaba. En cierto modo, pensaba en su posicion en la pequena sociedad del instituto como en una identidad secreta: ahora, si sacaba sobresalientes o decia que a ella le gustaba leer, ya no pensaban que fuera un bicho raro, y eso por el mero hecho de que cuando la gente la veia, antes que nada se fijaban en su popularidad. Se imaginaba que era un poco como lo que experimentaba su madre alla adonde fuera: si tu eras la jueza, las demas cosas pasaban a un segundo termino.

A veces tenia pesadillas en las que Matt se daba cuenta de que lo suyo era una impostura, que no era guapa, ni excepcional, que no tenia nada que fuera digno de admiracion. «?En que estariamos pensando?», se lo imaginaba diciendoles a sus amigos, y quiza por esa razon le fuera tan dificil pensar en ellos en terminos de amistad aun despierta.

Ella y Matt tenian planes para aquel fin de semana…Planes importantes, que apenas era capaz de guardarse para ella. Mientras estaba sentada en los escalones de piedra de la base del asta de la bandera, esperandole, noto que alguien le daba unas palmadas en el hombro.

– Llegas tarde-dijo en tono acusatorio y sonriendo; pero al volverse se encontro con Peter.

Este parecio tan sorprendido como ella, aunque hubiera sido el quien la habia ido a buscar. Durante los meses posteriores al despido de Peter de la copisteria, Josie habia procurado que sus caminos no se cruzaran para evitar cualquier posible contacto con el. Cosa nada facil, porque coincidian todos los dias en clase de matematicas y recorrian los pasillos varias veces entre clase y clase. En esas ocasiones, Josie se aseguraba siempre de tener las narices metidas en un libro o la atencion centrada en otra conversacion.

– Josie-dijo Peter-, ?podemos hablar un minuto?

Riadas de alumnos salian del instituto. Josie percibia sus miradas sobre ella como un latigo. ?La miraban por ella, o por quien estaba con ella?

– No-dijo de forma tajante.

– Es que…necesito en serio que el senor Cargrew me acepte de nuevo en el trabajo. Se que cometi un error. Pero habia pensado que…a lo mejor…si tu hablabas con el…-Callo de pronto-. A el le gustas-concluyo.

Josie tenia ganas de decirle que se largara, que no queria volver a trabajar con el, y mucho menos que los vieran hablando. Pero algo habia pasado durante los meses transcurridos desde que Peter prendiera aquel fuego en el contenedor. El pago que ella habia pensado que el merecia despues de su panegirico a favor de Josie en clase de matematicas quemaba en su interior cada vez que lo recordaba. Y Josie habia empezado a preguntarse si la causa de que Peter se hubiera hecho aquella idea erronea no era porque estaba loco, sino porque ella lo habia inducido. Despues de todo, cuando no habia nadie en la copisteria, hablaban y reian juntos. Era un chico apuesto…solo que no era de esas personas con las que necesariamente quieres que te asocien en publico. Pero las simpatias y antipatias que uno pudiera sentir por alguien no eran lo mismo que actuar contra esa persona, ?no? Ella no era como Drew, y Matt, y John, que empujaban a Peter contra la pared cuando se cruzaban con el en los pasillos, y que le robaban la bolsa de papel de estraza del almuerzo y se ponian a jugar con ella en medio del vestibulo hasta que se rasgaba y todo el contenido se caia por el suelo…?O si?

No queria hablar con el senor Cargrew. No queria que Peter creyera que queria ser su amiga, ni siquiera una conocida.

Pero tampoco queria ser como Matt, cuyos comentarios hacia Peter a veces la hacian sentirse muy mal.

Peter se habia sentado delante de ella, a la espera de una respuesta, hasta que de pronto se dio cuenta de que ya no estaba. Estaba caido al pie de los escalones mientras Matt lo miraba, de pie a su lado.

– Apartate de mi chica, maricon-dijo Matt-. Vete a buscar algun ninito lindo para jugar.

Peter habia caido de bruces sobre el pavimento. Cuando levanto la cabeza, Josie vio que le sangraba el labio. Peter la miro y, para sorpresa de ella, no parecia alterado, ni siquiera enojado…solo muy cansado, profundamente cansado.

– Matt-dijo Peter, incorporandose del suelo-. ?Tienes el pito grande?

– ?Te gustaria saberlo?-pregunto Matt.

– La verdad es que no.-Peter acabo de ponerse de pie, tambaleandose-. Era porque si la tenias lo bastante larga, que te dieras por el culo a ti mismo.

Josie percibio como el aire a su alrededor se llenaba de carga electrica justo antes de que Matt se abalanzara sobre Peter como un huracan, y se pusiera a darle punetazos en la cara derribandolo pesadamente contra el suelo.

– Eso es lo que a ti te gusta, ?verdad?-le espeto Matt mientras sujetaba a Peter con furia.

Peter movio la cabeza a uno y otro lado, mientras las lagrimas le caian por las mejillas, mezcladas con la sangre.

– Suelta…me…

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