enfilo Woodrow Wilson en direccion a las colinas que se alzaban sobre Studio City. Su casa era poco mas que una cabana de madera con una sola habitacion, algo mas amplia que un garaje de Beverly Hills. La construccion sobresalia de la montana y se sustentaba por tres pilones de acero en el centro. No era precisamente el mejor lugar donde cobijarse durante un temblor de tierra, ya que parecia retar a la Madre Naturaleza a que lo empujara colina abajo como un trineo. Pero la panoramica valia la pena; desde la terraza trasera se veia mas alla de Burbank y Glendale, hacia el noreste. Tambien se divisaba el perfil purpura intenso de las montanas de Pasadena y Altadena, y a veces incluso se vislumbraban las nubes del humo v el resplandor anaranjado de los frecuentes incendios de monte bajo. Por la noche disminuia el ruido de la autopista que yacia a sus pies y los focos de los estudios Universal barrian el cielo. Al contemplar el valle de San Fernando, a Bosch le invadia una sensacion inexplicable de poder. Aquella habia sido una razon, la mas importante, por la que habia escogido aquella casa y por la que nunca se mudaria de alli.

Bosch la habia comprado hacia ocho anos con una entrada de cincuenta mil dolares, antes del auge inmobiliario. Aquello le habia dejado con una hipoteca de mil cuatrocientos dolares al mes, suma que podia permitirse, ya que sus unicos gastos se reducian a comida, alcohol y jazz.

El dinero de la entrada procedia de una productora que compro los derechos para usar su nombre en un| miniserie de television basada en los asesinatos de unas propietarias de institutos de belleza de Los Angeles. Bosch y su companero estaban interpretados por dos actores de television de escasa fama. Su companero cogio sus cincuenta de los grandes y su jubilacion y se mudo a Ensenada; Bosch invirtio su dinero en una casa que no sabia si resistiria el siguiente terremoto, pero qua le hacia sentirse el principe de la ciudad.

A pesar de su decision de no volver a mudarse, Jerry Edgar, su actual companero, que tambien trabajaba como agente inmobiliario, le habia informado de: que la casa habia triplicado su valor desde que la compro.

Siempre que salia el tema de la vivienda, lo cual sucedia a menudo, Edgar le aconsejaba a Bosch que vendiera su casa y se comprara otra mejor. Edgar queria una venta mas, pero a Bosch le gustaba quedarse donde estaba.

Cuando llego a la casa sobre la colina, ya era de noche. Bosch se bebio la primera cerveza en la terraza trasera, de pie y con la mirada perdida en las luces de la ciudad. La segunda se la tomo sentado en su butaca de vigilancia, con la carpeta cerrada sobre el regazo. Al no haber comido nada en todo el dia, las cervezas le subieron de prisa; se sentia aletargado y nervioso, ademas de hambriento. Finalmente fue a la cocina y se preparo un bocadillo de pavo. Con el bocadillo y una tercera cerveza en la mano, volvio a la butaca.

Despues de comer, sacudio las migas que habian caido sobre la carpeta y la abrio. Dentro habian cuatro articulos del Times sobre el asalto al WestLand, que leyo en orden de publicacion. El primero era tan solo una nota breve, en la pagina 3 de la seccion local, que daba la formacion recogida el martes en que se descubrio el asalto. En aquel momento, la policia y el FBI no tenian mucho interes en hablar con la prensa o en dar a conocer al publico lo que habia ocurrido.

SE INVESTIGA ASALTO A UN BANCO

Durante el largo fin de semana una cantidad desconocida de articulos de valor fue robada del centrico WestLand National Bank, segun informaron fuentes oficiales ayer martes.

El robo, que esta siendo investigado por el FBI y el Departamento de Policia de Los Angeles, fue descubierto cuando los directores de la sucursal situada en la esquina de Hill Street y Sixth Avenue entraron a trabajar y vieron que la camara acorazada habia sido desvalijada, tal como nos explico el agente especial John Rourke.

Rourke declaro que todavia no se habia estimado el alcance de las perdidas, pero fuentes cercanas a la investigacion apuntan a que los ladrones se llevaron mas de un millon de dolares en joyas y otros articulos de valor.

Rourke no quiso dar detalles de como los asaltantes habian logrado acceder a la camara, aunque confirmo que el sistema de alarma no habia funcionado correctamente.

Un portavoz del WestLand se nego el martes a hacer declaraciones sobre el robo. Las autoridades han informado de que por el momento no se han producido detenciones ni existen sospechosos.

Bosch tomo nota del nombre de John Rourke paso al siguiente articulo, que era mucho mas extenso habia publicado el jueves, en la primera pagina de misma seccion. El articulo estaba encabezado por un gran titular a dos lineas acompanado de una fotografia en la que un hombre y una mujer miraban un enorme agujero, aproximadamente del tamano de una persona, en el suelo de la camara acorazada. Detras de ellos se veian varias filas de cajas fuertes, cuyas puertas estaban casi todas abiertas. El articulo iba firmado por Bremmer,

MAS DE DOS MILLONES ROBADOS GRACIAS

A UN TUNEL EXCAVADO

BAJO LA CAMARA ACORAZADA DURANTE

EL FIN DE SEMANA

El articulo ampliaba la informacion de la primera historia, anadiendo el detalle de que los ladrones habian construido un tunel para llegar al banco, excavando unos ciento cincuenta metros desde una alcantarilla que discurria por debajo de Hill Street. La cronica anadia que habian usado un explosivo para atravesar el suelo de la camara acorazada. Segun fuentes del FBI, los ladrones seguramente pasaron los tres dias festivos forzando las cajas fuertes. Se creia que el tunel que iba desde la cloaca a la camara habia sido excavado durante las siete u ocho semanas anteriores al golpe.

Bosch se apunto que debia preguntar al FBI como habian abierto el tunel. Si habian empleado maquinaria pesada, la alarma tendria que haber saltado, ya que la mayoria de alarmas de bancos no solo detectan sonido, sino vibraciones en el subsuelo. Ademas estaba el explosivo: ?por que no se habia disparado la alarma?

Bosch paso al tercer articulo, publicado al dia siguiente del segundo. Este no lo habia escrito Bremmer, aunque tambien aparecia en la portada de la seccion local. Era un reportaje sobre las decenas de personas que habian hecho cola delante del banco para averiguar si sus Cajas fuertes se encontraban entre las que habian sido desvalijadas. El FBI los escolto hasta la camara acorazada, donde les tomo declaracion. Bosch se leyo el articulo por encima y descubrio que las historias coincidian; la mayoria de gente estaba furiosa, decepcionada o ambas cosas al haber perdido objetos que habian depositado en el banco creyendo que estarian mas seguros que en sus casas. Casi al final del articulo se mencionaba a Harriet Beecham, a quien el periodista entrevisto al salir del banco. Beecham se lamentaba de haber perdido su coleccion de objetos preciosos fruto de toda una vida de viajes alrededor del mundo con su difunto marido, Harry. Al parecer, mientras hablaba, Beecham se enjugaba las lagrimas con un panuelo de encaje.

– He perdido los anillos que me compro en Francia y una pulsera de oro y jade de Mexico -dijo Beecham-. Quien haya hecho esto me ha robado mis recuerdos.

«Que melodramatico.» Bosch se pregunto si la ultima cita se la habria inventado el periodista.

El cuarto articulo estaba fechado una semana mas tarde. Lo firmaba Bremmer, era breve y lo habian desterrado al final de la seccion local, donde metian las noticias sobre la periferia de Los Angeles. Bremmer explicaba que la investigacion del caso WestLand habia pasado a ser exclusiva del FBI. El Departamento de Policia de Los Angeles habia proporcionado un apoyo inicial, pero una vez se agotaron las primeras pistas, el caso habia pasado a manos de los federales. El articulo volvia a citar al agente especial Rourke, que aseguraba que seguian trabajando intensamente en el caso, pero que aun no se habia descubierto nada ni se habia identificado a ningun sospechoso. Hasta entonces tampoco habia aparecido ninguno de los objetos de valor.

Bosch cerro la carpeta. El caso era demasiado importante para que el FBI se desentendiera de el como si tratase de un vulgar atraco. Bosch se pregunto si Rourke decia la verdad sobre la ausencia de sospechosos o habrian barajado el nombre de Meadows. Hacia dos decadas Meadows habia luchado y vivido en las galerias excavadas bajo los pueblos del sur de Vietnam. Como todos los soldados especializados en tuneles, conocia perfectamente las tecnicas de demolicion, aunque solo las usaban para cerrar tuneles. ?Habria aprendido Meadows como abrir un boquete en el suelo de cemento y acero de una camara acorazada? En ese instante Bosch. cayo en la cuenta de que Meadows no tenia por que saberlo, ya que sin duda el robo al WestLand Bank era obra de mas de una persona.

Bosch se levanto a buscar otra cerveza de la nevera y, antes de volver a su butaca de vigilancia, se dirigio al dormitorio para sacar un viejo album de dentro de un cajon. Ya de vuelta, se bebio la cerveza de un trago y abrio

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