Al cabo de una hora habian terminado. Wish y Bosch dejaron a Tiburon en la sala llena de humo mientras ellos salian de nuevo a deliberar.
– Lo unico que tenemos que hacer ahora es encontrar un todoterreno con una manta, hacer un microanalisis y comparar los cabellos -bromeo Wish-. Solo debe de haber un millon de jeeps blancos o beige en el estado. ?Quieres que yo de la orden de busqueda o prefieres encargarte tu mismo?
– Mira, hace dos horas no teniamos nada y ahora tenemos mucho. Dejame hipnotizar al chico. Quien sabe, a lo mejor conseguimos la matricula, una descripcion mas clara del conductor, del escudo de la puerta o que recuerde algun nombre.
Bosch le mostro las manos con las palmas hacia arriba. Ya le habia hecho aquella oferta antes y ella la habia rechazado, cosa que hizo por segunda vez.
– Todavia no, Bosch. Dejame hablar con Rourke; quiza manana. No quiero precipitarme y que nos salga el tiro por la culata, ?de acuerdo?
El asintio, dejando caer los brazos.
– ?Y ahora que? -pregunto ella.
– Bueno, el nino ya ha comido. ?Por que no nos encargamos de el y luego nos vamos a cenar algo? Conozco un sitio…
– No puedo -le corto ella.
– … en Overland.
– Esta noche ya he quedado, lo siento. Otro dia.
– Si, claro. -Bosch se dirigio hacia la sala de interrogatorios para mirar por la ventanita. Con tal de que ella no le viera la cara… Se sentia tonto por haber intentado algo tan pronto-: Si tienes que irte, vete. Yo lo llevare a un refugio para pasar la noche. No tenemos por que perder el tiempo los dos.
– ?Estas seguro?
– Si, yo me ocupare de el. Pedire que nos lleve una patrulla y recogeremos la moto por el camino. Luego me pueden acompanar a mi coche.
– Que detalle. Quiero decir, lo de recoger su moto y ocuparte de el.
– Hicimos un trato, ?no?
– Si, pero tu te preocupas por el. He visto como lo tratabas. ?Puede ser que te recuerde un poco a ti mismo? Bosch aparto la vista de la ventana y se volvio hacia ella.
– No -respondio el-. Solo es otro testigo que tenemos que entrevistar. Si crees que es un capullo ahora, espera un poco mas, a que tenga diecinueve o veinte anos, si es que dura tanto. Entonces sera un monstruo que se alimenta de la gente. No es la ultima vez que va a sentarse en esa sala; se pasara la vida entrando y saliendo hasta que mate a alguien o alguien lo mate a el. Como dijo Darwin, es la ley del mas fuerte, y el es lo bastante fuerte como para sobrevivir. O sea que no, no me preocupo por el. Lo voy a meter en un refugio porque quiero saber donde esta cuando lo volvamos a necesitar. Eso es todo.
– Es muy bonito, pero no me lo creo. Te conozco, Bosch, y estoy segura de que te preocupa. La forma en que le diste de comer y le preguntaste…
– Mira, me importa un bledo las veces que hayas leido mi expediente… No digas que me conoces, porque es mentira.
Bosch se habia acercado a ella hasta quedar a solo unos centimetros de su cara. Wish bajo la vista y miro su libreta, como si hubiera algo escrito en ella que tuviera que ver con lo que el estaba diciendo.
– Mira -dijo Bosch-, podemos trabajar en esto juntos. Con un golpe de suerte como el de hoy, quizas incluso averiguemos quien mato a Meadows. Pero nunca seremos companeros ni llegaremos a conocernos, asi que tal vez deberiamos dejar de actuar como si lo fueramos. No me cuentes que tu hermano pequeno se parece a mi porque tu no sabes como era yo. Un par de papeles y fotos en un archivo no quieren decir nada.
Tras cerrar su libreta y metersela en el bolso, Wish finalmente alzo la vista. De pronto hubo un ruido procedente de la sala de interrogatorios. Era Tiburon, que se estaba mirando en el espejo de la puerta, pero ninguno de los dos le hizo caso. Wish taladro a Bosch con la mirada.
– ?Siempre te pones asi cuando una mujer te dice que no? -pregunto con calma.
– Eso no tiene nada que ver y tu lo sabes.
– Ya. -Wish empezo a alejarse, pero anadio-: ?Quedamos a las nueve en el FBI?
El no contesto, por lo que ella continuo caminando en direccion a la oficina de detectives. Tiburon volvio a llamar a la puerta y Bosch vio que el chico se estaba reventando un grano frente al espejo. Antes de irse, Wish se volvio una vez mas.
– No hablaba de mi hermano pequeno, sino de mi hermano mayor -aclaro-. De hace mucho tiempo, cuando yo era pequena y el se marcho a Vietnam.
Bosch no la miro. No se atrevia, porque presentia lo que ella iba a decir.
– Recuerdo como era entonces -explico ella- porque fue la ultima vez que lo vi y esas cosas se te quedan grabadas. Mi hermano fue uno de los que no volvieron. -Dicho esto, salio.
Harry se comio el ultimo trozo de pizza. Estaba fria y odiaba las anchoas, pero sintio que se lo merecia. Igual que la Coca-Cola caliente. Cuando hubo acabado se sento en la mesa de Homicidios y se puso a hacer llamadas hasta que encontro una cama, o mas bien un espacio, en Home Street Home, uno de los refugios donde no hacen preguntas, cerca del Boulevard. Alli no intentaban devolver a los fugados al lugar de donde venian, porque sabian que en la mayoria de los casos el hogar era una pesadilla peor que las calles. Se limitaban a proporcionar a los chicos un lugar seguro donde dormir y luego intentaban que se marcharan a cualquier sitio fuera de Hollywood.
Bosch saco un coche sin identificativos del garaje de la comisaria y llevo a Tiburon hasta el lugar donde estaba su motocicleta. Como esta no cabia en el maletero, Bosch hizo un trato con el chico: Tiburon iria en moto, mientras el lo seguiria en el coche. Cuando llegara al refugio, Bosch le devolveria el dinero, la cartera y el tabaco, pero no las fotos ni el porro, que fueron directos a la, basura. A Tiburon no le hizo gracia, pero obedecio. Bosch le ordeno que se quedara unos dias en el refugio, aunque sabia que el chico seguramente se largaria a primera hora de la manana.
– Te he encontrado una vez. Si te necesito, puedo volver a hacerlo -le advirtio mientras el muchacho ponia el candado a su moto.
– Ya lo se -contesto Tiburon.
Era una falsa amenaza. Bosch sabia que habia encontrado al chico cuando este no era consciente de que le buscaban. Si intentaba ocultarse, la cosa seria muy distinta. Bosch le dio una de sus tarjetas baratas y le pidio que le llamara si recordaba algo mas que pudiera resultar util.
– ?Util para quien? -pregunto Tiburon.
Bosch no respondio. Subio al coche y regreso a Wilcox, mientras vigilaba por el retrovisor si le seguian. Parecia que no. Despues de devolver el vehiculo, se dirigio a su mesa y recogio los archivos sobre las ratas de los tuneles. Luego paso por la oficina de guardia, donde un teniente jovencito llamo a una de sus patrullas para que acompanaran a Bosch al edificio federal. El oficial de patrulla era un policia joven, asiatico, con el pelo al uno. Bosch habia oido que en la comisaria lo llamaban Fu-manchu. Los dos viajaron en completo silencio los veinte minutos que los separaban del edificio federal.
Harry llego a casa a las nueve. A pesar de que la luz roja de su contestador automatico parpadeaba, no habia ningun mensaje; solo el ruido de alguien que colgaba.
Harry encendio la radio para escuchar el partido de los Dodgers, pero luego la apago; estaba cansado de oir a gente. En su lugar, puso varios compacts de Sonny Rollins, Frank Morgan y Branford Marsalis: musica de saxo. Luego extendio las carpetas en la mesa del comedor y destapo una botella de cerveza. «Alcohol y jazz -penso mientras bebia-. Duermes con la ropa puesta. Eres un poli topico, Bosch. Un libro abierto, como todos los demas idiotas que deben de intentar ligar con ella cada dia. Venga, concentrate en lo que tienes delante.» Bosch abrio el expediente de Meadows y lo leyo detenidamente; antes, en el coche con Wish, solo lo habia ojeado por encima.
Meadows era un enigma para Bosch. Un heroinomano y adicto a las pastillas, pero tambien un soldado que habia solicitado permanecer en Vietnam. Se quedo incluso cuando lo sacaron de los tuneles. En 1970, despues de dos anos bajo tierra, lo asignaron a una unidad de la policia militar adscrita a la embajada estadounidense en Saigon. No volvio a entrar en accion nunca mas, pero se quedo hasta el final de la guerra. Despues del tratado y la retirada de las tropas americanas en el ano 1973, le dieron de baja del ejercito, pero permanecio en la