Bosch se incorporo, saco la pistola y la sostuvo con las dos manos. El automovil que los habia embestido no se habia detenido. Se encontraba ya a unos cincuenta metros y se alejaba cada vez a mayor velocidad. Bosch disparo una bala que debio de rebotar en el cristal trasero porque el vehiculo estaba demasiado lejos. A su lado, Eleanor disparo dos veces, pero no logro causar ningun dano al coche.

Sin decir una palabra, los dos entraron en el Caprice por la puerta de la derecha. Bosch contuvo la respiracion mientras giraba la llave de contacto, pero el coche arranco y se alejo con un chirrido. Harry giro el volante a un lado y a otro mientras ganaba velocidad. La suspension parecia un poco floja, aunque ignoraba el alcance de los desperfectos. Cuando intento comprobar el retrovisor lateral, vio que este habia desaparecido. Encendio las luces, pero solo funcionaba el faro derecho.

El vehiculo de sus atacantes estaba al menos a cinco manzanas, cerca de la zona en que Ocean Park Boulevard sube una pequena colina. Las luces del coche se perdieron de vista cuando este paso la cima. Bosch dedujo que se dirigia a Bundy Drive, desde donde la autopista 10 estaba a tiro de piedra. Y una vez en ella seria imposible alcanzarlos. Bosch agarro la radio y llamo a centralita, pero no pudo darles una descripcion del coche: solo la direccion de la persecucion.

– Va hacia la autopista, Harry -grito Eleanor-. ?Estas bien?

– Si. ?Y tu? ?Has visto la marca?

– Estoy bien, solo un poco asustada. No, no he visto la marca. Creo que era americano… faros cuadrados. No vi el color, pero era oscuro. Si llega a la autopista lo perderemos.

Iban hacia el este por Ocean Park, paralelos a la autopista 10, que discurria a unas ocho manzanas al norte. Al acercarse a la cima de la colina, Bosch apago el faro que funcionaba y cuando llegaron arriba, atisbo la silueta oscura del coche que les habia embestido pasando el semaforo del cruce con Lincoln Boulevard. Ya no habia duda de que se dirigia a Bundy. Al llegar a Lincoln, Bosch giro a la izquierda, piso el acelerador y encendio las luces. Al aumentar la velocidad, se oyo un ruido sordo. El neumatico delantero izquierdo y la alineacion de las ruedas no estaban del todo bien.

– ?Adonde vas? -chillo Eleanor.

– Voy a meterme en la autopista.

Dicho esto, Bosch vio los rotulos de la autopista y giro a la derecha en direccion a la rampa de entrada. El neumatico aguanto mientras se sumaban al trafico de la 10.

– ?Como sabremos quienes son? -exclamo Eleanor. La vibracion del neumatico se habia convertido en un ruido fuerte y constante.

– No lo se, busca unos faros cuadrados.

Al cabo de un minuto llegaron a la entrada de Bundy, pero Bosch no tenia ni idea de si se habrian adelantado al otro coche o si este ya les llevaba mucha ventaja. De pronto un vehiculo aparecio por la rampa y entro al carril de aceleracion. Era blanco y extranjero.

– Ese no es -opino Eleanor.

Bosch piso a fondo el acelerador y avanzo a toda velocidad. El corazon le latia, acompanando las vibraciones que producia la rueda, en parte por la emocion de la persecucion y en parte por la de seguir vivo. Ahora misino podria estar destrozado en el asfalto frente al apartamento de Eleanor. Bosch mantenia el volante firmemente agarrado, como si fueran las riendas de un caballo al galope. Avanzaba entre el escaso trafico a unos ciento cincuenta kilometros por hora, mirando el morro frontal de los coches que adelantaba en busca de cuatro faros o un lateral derecho abollado.

Medio minuto mas tarde, con los nudillos blancos de tanto apretar el volante, llego hasta un Ford de color burdeos que iba como minimo a cien por el carril mas lento. Bosch paso por su lado y lo adelanto. Eleanor llevaba la pistola en la mano, pero la sostenia por debajo de la ventanilla para que no se viera desde fuera. El conductor, un hombre de raza blanca, no miro ni dio muestras de haberles visto. Al pasarlo, Eleanor grito:

– ?Dos pares de faros cuadrados!

– ?Es el coche? -pregunto Bosch con excitacion.

– No puedo…, no lo se. No veo si el lado derecho esta abollado. Podria ser, pero el tio no ha reaccionado.

Ahora le sacaban casi un coche de delantera. Bosch cogio la sirena portatil que guardaba debajo del salpicadero, la saco por la ventanilla y la coloco en el techo de su coche. Acto seguido encendio la luz giratoria de color azul y lentamente empezo a empujar al Ford hacia el arcen. Eleanor indico al conductor que se detuviera y este obedecio. Bosch freno de repente para dejar que el otro coche pasase al arcen delante de el. Cuando ambos se hubieron detenido junto a la valla de proteccion, Bosch se dio cuenta de que tenia un problema. Aunque encendio los faros, el unico que funcionaba seguia siendo el del lado del pasajero. El coche de delante estaba demasiado cerca de la valla como para que Bosch o Wish vieran si el lateral derecho estaba abollado. Mientras tanto, el conductor permanecia en su asiento, practicamente a oscuras.

– Mierda -exclamo Bosch-. Bueno, tu no salgas hasta que yo te lo diga, ?de acuerdo?

– De acuerdo.

Bosch tuvo que cargar todo el peso de su cuerpo contra la puerta para que se abriese. Salio del coche con la pistola en una mano y la linterna en la otra, enfocandola hacia el conductor del otro automovil. El rugido del trafico retumbaba en sus oidos. Bosch empezo a gritar, pero una bocina tapo el sonido y una turbulencia causada por un camion lo empujo hacia delante. Volvio a intentarlo; le grito al hombre que sacara las manos por la ventanilla, donde el pudiera verlas. Nada. Le chillo de nuevo. Bosch espero apoyado en el parachoques trasero del coche granate hasta que por fin el conductor le hizo caso. Enfoco la linterna sobre el cristal trasero, pero no vio a nadie mas en el interior del vehiculo. Entonces se acerco corriendo hasta el conductor y le ordeno que saliera lentamente.

– ?Que es esto? -protesto un hombre bajito, palido, con el pelo rojizo y un bigote casi transparente. Abrio la puerta del coche y bajo. Llevaba una camisa blanca, pantalones beige y unos tirantes y miro en direccion a los automoviles que pasaban, como clamando por un testigo que presenciara aquella pesadilla.

– ?Puedo ver su placa? -tartamudeo. Bosch se abalanzo sobre el, le dio la vuelta y lo empujo contra el lateral del coche, aplastandole la cabeza y las manos sobre el techo. Mientras lo agarraba por la nuca con una mano y con la otra le ponia una pistola en la oreja, Bosch le grito a Eleanor que viniera.

– Comprueba la parte de delante.

El hombre solto un quejido, como el de un animal asustado, y Bosch noto que estaba temblando. Tenia el cuello pegajoso por el sudor. El detective no dejo de vigilarlo ni para ver donde estaba Eleanor. De pronto oyo la voz de ella a sus espaldas.

– Sueltalo -le dijo-. No es el. No hay ningun desperfecto. Nos hemos equivocado de coche.

SEXTA PARTE

Viernes, 25 de mayo

Wish y Bosch fueron cuestionados por la policia de Santa Monica, la guardia de trafico de California, el Departamento de Policia de los Angeles y el FBI. Una unidad especial se desplazo hasta la jefatura para someter a Bosch a un test de alcoholemia, que paso. A las dos de la madrugada, sentado en la sala de interrogatorios de una comisaria de la zona oeste de la ciudad, Bosch se sentia totalmente agotado y se preguntaba quienes serian los proximos, si Hacienda o el Servicio de Guardacostas. A Eleanor y a el los habian separado; Bosch no la habia visto desde que llegaron, hacia tres horas. Le preocupaba no poder estar con ella para protegerla de los interrogadores. En ese momento el teniente Harvey Pounds, Noventa y ocho, entro en la sala y le dijo a Bosch que de momento habian terminado. Bosch noto que Noventa y ocho estaba enfadado, y no solo porque lo habian sacado de la cama a esa hora.

– ? Como es posible que un policia no identifique la marca de un coche que intenta atropellarlo? -le pregunto.

Bosch estaba acostumbrado al tono acusatorio de las preguntas, ya que habia sido asi toda la noche.

– Como le he dicho a uno de los agentes, en ese momento estaba un poco ocupado salvando el pellejo.

– Y ese tio al que parasteis -le interrumpio Pounds-. Joder, Bosch, lo maltratase en plena autopista… Todos

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