Bosch se detuvo cuando vio una limusina Mercedes de color dorado aparcada frente a una de las entradas traseras del complejo comercial, en cuya puerta habia una cerradura doble.
– Ese debe de ser su cochecito -comento Wish.
Ambos decidieron vigilar la limusina. Bosch paso de largo y aparco al fondo del callejon, detras de un contenedor, pero al comprobar que estaba lleno de la basura del restaurante dio marcha atras para aparcar en la calle lateral, de manera que los dos pudieran ver la parte trasera del Mercedes por la ventanilla del pasajero. Asi, Bosch tambien podia mirar a Eleanor.
– Supongo que nos toca esperar.
– Eso parece. No podemos saber si hara algo despues del aviso de Binh. Quiza ya lo hizo despues del robo del ano pasado y estamos perdiendo el tiempo.
En ese instante Bosch recibio una llamada de centralita: Jimmie Bok no habia cometido ninguna infraccion, de trafico, vivia en Beverly Hills y no tenia antecedentes penales. Nada mas.
– Yo vuelvo a la cabina -anuncio Eleanor. Bosch la miro sorprendido-. Tengo que dar el parte a Rourke. Le dire que hemos encontrado a este tio y le pedire que ponga a alguien a llamar a algunos bancos con su nombre. Para comprobar si esta en la lista de clientes. Tambien me gustaria que lo pasara por el registro de la propiedad. El me ha dicho: «Compro, no vendo» y me gustaria averiguar que compra.
– Dispara si me necesitas -dijo Bosch y ella sonrio mientras salia del coche.
– ?Quieres algo de comer? -pregunto ella-. Estoy pensando en pedir alguna cosa en uno de los restaurantes de delante.
– Solo un cafe -contesto el. No habia tomado comida vietnamita en los ultimos veinte anos. Bosch la observo mientras ella caminaba hacia la parte delantera del centro.
Unos diez minutos despues de que ella se hubiera ido, mientras vigilaba el Mercedes, Bosch vio pasar un coche al otro lado del callejon. En seguida se dio cuenta de que se trataba de un vehiculo de la policia: un Ford LTD blanco con unos tapacubos baratos que apenas cubrian las llantas del coche. Bosch iba alternando una ojeada al Mercedes con otra al retrovisor para ver si el Ford daba la vuelta a la manzana. Pero al cabo de cinco minutos aun no habia aparecido.
Wish llego unos diez minutos despues de aquello. En la mano llevaba una bolsa grasienta de papel marron, de la cual saco un cafe y dos recipientes de carton. Ella le ofrecio arroz al vapor y boh de cangrejo. El declino la invitacion y bajo la ventanilla. Tras dar un sorbito al cafe, Bosch hizo una mueca de asco…
– Esto sabe como si hubiera hecho todo el viaje desde Saigon -comento-. ?Has encontrado a Rourke?
– Si. Va a pedirle a alguien que investigue a Bok y me avisaran si encuentran algo. Quiere saber, por radio, todo lo que pasa cuando el Mercedes se ponga en marcha.
Pasaron dos horas charlando tranquilamente y vigilando el Mercedes dorado. Finalmente Bosch anuncio que iba dar una vuelta a la manzana para cambiar un poco de aires. Lo que no le dijo a Wish era que estaba aburrido, se le estaba durmiendo el culo y queria encontrar al Ford blanco.
– ?Crees que deberiamos llamar para ver si sigue alli y colgar si se pone? -pregunto ella.
– Si Binh le aviso, una llamada asi podria preocuparle y hacerle actuar con mas cautela.
Bosch condujo hasta la esquina y paso por delante de las tiendas. No le llamo la atencion nada. Dio la vuelta a la manzana y volvio a aparcar en el mismo sitio. No habia visto el Ford.
En cuanto regresaron a su puesto, sono el busca de Wish y ella volvio a salir a telefonear. Bosch se concentro en el Mercedes dorado, intentando olvidarse del Ford por el momento. Cuando, al cabo de veinte minutos, Eleanor aun no habia regresado, Bosch empezo a ponerse nervioso. Eran algo mas de las tres de la tarde y Bok/Tran aun no se habia marchado. Algo no iba bien, pero ?que?
Bosch fijo la vista en la esquina del centro comercial, a la espera de que la figura de Eleanor se recortara contra el estucado. Entonces oyo un ruido, como un impacto sordo. Luego uno o dos mas. ?Serian disparos? Penso en Eleanor y el corazon le dio un vuelco. ?Habria sido simplemente el ruido de una puerta? Miro al Mercedes, pero desde aquella posicion solo distinguia el maletero y las luces de atras. No habia nadie junto al coche. Volvio la vista a la esquina, pero no habia ni rastro de Eleanor. Entonces miro al Mercedes y vio que las luces de freno se encendian. Bok se iba. Harry arranco y sus ruedas traseras escupieron grava al pisar el acelerador. Al llegar a la esquina diviso a Eleanor, que caminaba por la acera en direccion a el. Bosch toco la bocina y le hizo una senal para que se diera prisa. Eleanor echo a correr y entro en el coche justo cuando Harry vio aparecer por el retrovisor al que salia del callejon en direccion a ellos.
– Escondete -ordeno Bosch, agarrando a Eleanor y empujandola hacia abajo.
La limusina paso de largo y giro al llegar a Bolsa Avenue. Bosch le solto el cuello a Eleanor.
– ?Se puede saber que haces? -exigio al incorporarse.
Bosch senalo al Mercedes, que comenzaba a alejarse.
– Venian hacia aqui. Si te hubieran visto otra vez, nos habrian descubierto. ?Por que has tardado tanto?
– Porque tenian que localizar a Rourke. No estaba en su despacho.
Harry arranco y comenzo a seguir al Mercedes manteniendose a una distancia de dos manzanas. Al cabo de un rato, Eleanor, cuando se hubo recuperado del susto, le pregunto a Bosch:
– ?Esta solo?
– No lo se. No lo he visto entrar en el coche porque estaba vigilando la esquina a ver si aparecias. Me ha parecido oir que se cerraba mas de una puerta.
– Pero no sabes si Tran era uno de los que entraron.
– No. No lo se seguro, pero se esta haciendo tarde. Creo que tiene que ser el.
Bosch se dio cuenta de que podia haber caido en la trampa mas vieja de la vigilancia. Bok, o Tran, o quienquiera que fuese, podia haber enviado a uno de sus esbirros en el coche de cien mil dolares para despistar a cualquier posible persecutor.
– ?Crees que deberiamos volver? -dijo el.
Wish no respondio hasta que el la miro.
– No -contesto ella-. Sigamos con lo que tenemos. No te lo pienses tanto; tienes razon con respecto a la hora. Antes de un puente muchos bancos cierran a las cinco. Si Binh lo aviso ya no le queda mucho tiempo. Yo creo que es el.
Bosch se sintio mejor. El Mercedes giro al oeste y luego otra vez al norte siguiendo la autopista Golden State hacia el centro de Los Angeles. Avanzaron lentamente entre el trafico hasta que el coche dorado se desvio por la autopista de Santa Monica hacia el oeste. A las 4.40 cogio la salida de Robertson Boulevard, por lo que Bosch dedujo que iba a Beverly Hills. Desde el centro hasta el oceano, Wilshire Boulevard estaba repleto de bancos. Cuando el Mercedes doblo a la derecha, Bosch sintio que estaban cerca. «Tran guardaba su tesoro en un banco cerca de su casa», penso. La apuesta les habia salido bien. Bosch se relajo un poco y finalmente le pregunto a Eleanor que habia dicho Rourke cuando ella llamo.
– Confirmo que Jimmie Bok es Nguyen Tran a traves de los archivos del condado de Orange. En el registro de nombres ficticios consta que Tran se cambio el nombre hace nueve anos. Deberia haberlo comprobado yo misma; me habia olvidado de Little Saigon. -Eleanor hizo una pausa-. Otra cosa: si Tran tenia diamantes cabe la posibilidad que ya se los haya gastado todos. El registro de la propiedad revela que es el propietario de otros dos centros comerciales como ese. En Monterey Park y en Diamond Bar.
Bosch opinaba que todavia podia tenerlos. Al igual que en el caso de Binh, los diamantes podian ser solo el aval de su imperio inmobiliario. Harry mantenia la vista fija en el Mercedes; en ese momento se hallaba tan solo a una manzana de distancia ya que era hora punta y no queria perderlo de vista. Al contemplar las ventanas ahumadas del coche abriendose paso por aquella prospera calle, se dijo que iba en busca de los diamantes.
– Me he guardado lo mejor para el final -anuncio Wish-. El senor Bok, tambien conocido como el senor Tran, controla sus numerosos negocios a traves de una sociedad anonima. El nombre de dicha sociedad, segun las pesquisas del agente especial Rourke, no es otro que Diamond Holdings Incorporated.
Pasaron Rodeo Drive y se encontraron en el corazon del distrito comercial de la ciudad. Los edificios que flanqueaban Wilshire Boulevard empezaban a aparecer mas senoriales, como si fueran conscientes de que sus propietarios tenian mas dinero y mas clase. El trafico era cada vez mas lento, y Bosch se acerco a dos coches de distancia del Mercedes, porque no queria perderlo en un semaforo. Estaban tan cerca de Santa Monica Boulevard que Bosch se temio que se dirigieran a Century City. Tras consultar su reloj, Bosch descubrio que ya eran las 4.50.
– Si este tio va a un banco en Century City no creo que llegue a tiempo.