una calle que ya comenzaba a llenarse de gente y ruido. El aparcamiento, a su vez, se iba llenando de automoviles y del humo apestoso que desprendian sus tubos de escape. Dentro del coche, Wish le informo de que HanIon, Houck y el Equipo de Operaciones Especiales estaban a la espera de ordenes. Bosch le confirmo que Orozco venia hacia alla.
Bosch se pregunto cuanto tiempo esperarian los ladrones antes de empezar a taladrar. Orozco todavia tardaria diez minutos, lo cual era muchisimo tiempo.
– ?Y que hacemos cuando llegue? -inquirio ella.
– Es su ciudad, su decision -dijo Bosch-. Nosotros se lo explicamos y hacemos lo que el quiera. Le contamos que nuestra operacion esta totalmente jodida y que no sabemos en quien confiar. En el jefe, desde luego, no.
Permanecieron en silencio durante un minuto o dos. Bosch se fumo un cigarrillo, pero Eleanor no le dijo nada. Parecia perdida en sus propios pensamientos y su rostro denotaba confusion. Cada treinta segundos los dos consultaban nerviosamente sus relojes.
Lewis espero a que el Cadillac blanco que estaba siguiendo girara al norte. En cuanto dejaron atras el Beverly Hills Safe 8c Lock, el detective cogio del suelo la sirena azul de emergencia y la puso en el salpicadero. La encendio, pero entonces vio que el Cadillac aparcaba delante de Darling's. Lewis salio del coche y se acerco al automovil de Avery, que caminaba hacia el.
– ?Que pasa, agente? -quiso saber Avery.
– Detective -le corrigio Lewis, al tiempo que le mostraba su placa-. Asuntos Internos, Departamento de Policia de Los Angeles. Quisiera hacerle unas cuantas preguntas. Estamos investigando a un hombre, al detective Harry Bosch, con quien usted estaba hablando en el Beverly Hills Safe & Lock.
– ?Que quiere decir «estamos»?
– Yo y mi companero, que se ha quedado en Wilshire vigilando su negocio. ?Podria entrar en mi coche para que podamos hablar unos minutos? Algo esta pasando y necesito saber que.
– Ese detective Bosch… Oiga, ?como se que es usted lo que dice?
– ?Y como sabe que lo es el? La cuestion es que llevamos una semana vigilando al detective Bosch y sabemos que esta implicado en actividades que podrian ser, si no ilegales, al menos embarazosas para el departamento. Todavia no estamos seguros y por eso le necesitamos. ?Le importaria entrar en el coche?
Avery dio dos pasos titubeantes hacia el vehiculo y despues parecio decidirse. ?Por que no? Tras sentarse en el asiento de delante, Avery se identifico como el propietario del Beverly Hills Safe & Lock y le hizo a Lewis un breve resumen de lo que se habia dicho en los dos encuentros que habia tenido con Bosch y Wish. Lewis escucho sin comentar nada y, cuando Avery hubo terminado, abrio la puerta.
– Espere aqui, por favor. Ahora vuelvo.
Lewis camino a paso decidido hacia la esquina de Wilshire, donde hizo ver que estaba buscando a alguien, consulto su reloj de forma exagerada y volvio al coche. Clarke estaba en el umbral de una tienda de Wilshire desde donde divisaba la camara. Cuando vio la senal de Lewis, regreso al coche tranquilamente y se sento en el asiento de atras.
– El senor Avery dice que Bosch le pidio que esperara en Darling's. Que podia haber gente en la camara acorazada que habia entrado por debajo.
– ?Le dijo Bosch lo que iba a hacer? -inquirio Clarke.
– Ni una palabra -respondio Avery.
Todos se quedaron callados, pensando. Lewis no lo comprendia. Si Bosch no estaba limpio, ?que estaba haciendo? Lewis reflexiono un poco mas y se dio cuenta de que, en caso de estar implicado en el robo de la camara, Bosch se hallaba en la situacion ideal, ya que era el que tomaba las decisiones desde fuera. Podia negarse a pedir refuerzos y enviar a todo el mundo al sitio equivocado mientras sus colegas se iban tan campantes en direccion contraria.
– Tiene a todo el mundo cogido por los huevos -dijo Lewis mas a si mismo que a los otros dos hombres.
– ?Quien? ?Bosch? -pregunto Clarke. -El es quien mueve los hilos. Aparte de esperar, no podemos hacer nada. Ni entrar en la camara, ni meternos ahi debajo porque no sabemos adonde ir. El muy cabron tiene al Equipo de Operaciones Especiales apostado junto a la autopista, esperando a unos ladrones que no van a salir.
– Espere, espere -intervino Avery-. Si que podemos entrar en la camara acorazada.
Lewis se dio la vuelta para mirar a Avery. El propietario les informo de que la legislacion bancaria no afectaba al Beverly Hills Safe & Lock porque no era un banco y explico que el se hallaba en posesion del codigo informatico para abrir la puerta.
– ?Se lo ha dicho usted a Bosch? -le pregunto.
– Ayer y hoy.
– ?Ya lo sabia?
– No. Parecia sorprendido. Hizo varias preguntas sobre cuanto tardaba en abrirse la puerta, lo que yo tenia que hacer y detalles por el estilo. Ahora, cuando ha sonado la alarma, le he preguntado si queria que la abriese y el me ha dicho que no, que salieramos de alli.
– Mierda -exclamo Lewis, excitado-. Mas vale que llame a Irving.
El detective salio del coche de un salto y corrio hacia los telefonos enfrente de Darling's. Marco el numero del despacho de Irving, pero no obtuvo respuesta. Acto seguido llamo a la oficina, donde solo hallo al oficial de guardia. Lewis le pidio que avisara al subdirector por el busca y le diera el numero de la cabina. Entonces espero cinco minutos, caminando arriba y abajo, y preocupado por el tiempo que iba transcurriendo. El telefono no sono. Lewis uso el de al lado para volver a llamar al oficial de guardia y confirmo que este lo habia avisado por el busca. Lewis comprendio que tendria que tomar la decision el solo, lo cual lo convertiria en un heroe; asi que salio y volvio al vehiculo.
– ?Que ha dicho? -pregunto Clarke. -Vamos a entrar -le contesto Lewis, arrancando el coche.
La radio de la policia sono dos veces, tras las cuales se oyo la voz de Hanlon:
– Eh, Broadway, tenemos visita en First.
Bosch cogio el microfono.
– ?Que pasa, First? Aqui en Broadway, nada.
– Tenemos a tres varones de raza blanca entrando por nuestro lado. Con una llave. Me parece que uno de ellos es el hombre que estaba antes con vosotros. Un tio mayor, con pantalones a cuadros.
«Avery.» Bosch se llevo el microfono a la boca y vacilo. No sabia que hacer.
– ?Y ahora que? -le pregunto a Eleanor. Como Bosch, ella tenia la vista fija en la sala de la camara al otro lado de la calle, donde aun no se veia ni rastro de los visitantes. Eleanor permanecio callada.
– Em, First -dijo Bosch por el microfono-. ?Habeis visto algun vehiculo?
– No -respondio la voz de Hanlon-. Han salido del callejon de nuestro lado. Deben de haber aparcado alli. ?Quereis que echemos un vistazo?
– No, esperad un momento.
– Ya estan dentro, fuera del campo de vision. Por favor, dadnos instrucciones.
Bosch se volvio hacia Wish y arqueo las cejas. ?Quien podria ser?
– Pide las descripciones de los dos que iban con Avery -sugirio ella. Bosch lo hizo.
– Dos varones de raza blanca -le dijo Hanlon-.
Los dos con trajes arrugados, camisa blanca, treinta y pocos anos. Uno pelirrojo, corpulento, un metro setenta. El otro moreno, mas delgado. No estoy seguro, pero yo diria que son polis.
– ?Jekyll y Hyde? -se burlo Wish.
– Lewis y Clarke. Tienen que ser ellos.
– ?Que hacen ahi dentro?
Bosch no lo sabia.
Wish le quito la radio de la mano.
– ?First?
La radio hizo un ruido.
– Creemos que los dos sujetos trajeados son agentes de policia de Los Angeles. No os movais.
– Ahi estan -dijo Bosch, cuando tres figuras entraron en la sala de la camara acorazada. Abrio la guantera para sacar unos prismaticos.
– ?Que hacen? -insistio Wish mientras el intentaba enfocar.