—Ah. ?Visual tambien?

—Si.

Miles enseno los dientes y miro hacia arriba.

Galeni seguia mirandolo con cautelosa inseguridad, casi con dolor.

Miles se aclaro la garganta. En la boca le quedo un regusto amargo.

—?He de suponer que ha conocido a mi alter ego?

—Ayer. Creo que fue ayer —Galeni miro la luz.

Los secuestradores le habian quitado tambien a Miles su crono.

—Ahora es aproximadamente la una de la madrugada del principio del quinto dia desde su desaparicion de la embajada —informo Miles, respondiendo a la silenciosa pregunta de Galeni—. ?Dejan esa luz encendida todo el tiempo?

—Si.

—Ah.

Miles combatio una incomoda asociacion de ideas. La iluminacion continuada era una tecnica carcelaria cetagandana para provocar desorientacion temporal. El almirante Naismith la conocia bien.

—Lo vi solo unos segundos —continuo Miles—, cuando hicieron el cambio. —Toco la ausencia de la daga y se froto la nuca—. ?Tengo… tengo realmente ese aspecto?

—Pense que era usted. Hasta el final. Me dijo que estaba practicando. Examinandose.

—?Aprobo?

—Estuvo aqui durante cuatro o cinco horas.

Miles dio un respingo.

—Eso es malo. Muy malo.

—Eso pense.

—Ya veo —un silencio pesado lleno la habitacion—. Bien, historiador. ?Y como se distingue a una falsificacion de la persona real?

Galeni sacudio la cabeza, luego se llevo la mano a la sien como si deseara no haberlo hecho; sufria un dolor de cabeza cegador, aparentemente. Miles tambien.

—Creo que ya no lo se —anadio Galeni, reflexivo—. El saludo.

Una amarga mueca torcio la boca de Miles.

—Naturalmente, podria haber solo uno y todo esto ser un plan para volverle loco…

—?Basta! —Galeni estuvo a punto de gritar. Una sonrisa fantasmal le ilumino el rostro fugazmente.

Miles miro hacia la luz.

—Bueno, sea quien sea yo, todavia puede decirme quienes son ellos. Ah… espero que no sean los cetagandanos. Me resultaria un poco demasiado raro para servirme de consuelo, si tenemos en cuenta a mi… duplicado. Es una creacion quirurgica, espero.

«No un clon, por favor… que no sea mi clon…»

—Dijo que era un clon —explico Galeni—. Naturalmente, al menos la mitad de las cosas que dijo eran mentira, fuera quien fuese.

—Oh —exclamaciones mas fuertes hubiesen estado completamente fuera de lugar.

—Si. Eso hizo que me preguntara por usted. El usted original, quiero decir.

—Ah… ejem. Si. Ahora se por que se me ocurrio esa… historia cuando la periodista me arrincono. Lo habia visto una vez con anterioridad. En el metro, cuando estaba con la comandante Quinn. Hace ocho, diez dias ya. Estarian haciendo una maniobra para efectuar el cambio. Pense que me veia a mi mismo en el espejo. Pero el llevaba el uniforme equivocado, y debieron de abortar el intento.

Galeni se miro la manga.

—?No se dio usted cuenta?

—Tenia un monton de cosas en la cabeza.

—?Nunca me informo de eso!

—Estaba tomando analgesicos. Lo tome por una pequena alucinacion. Estaba un poco estresado. Cuando regrese a la embajada me habia olvidado del tema. Y ademas —sonrio debilmente—, no creo que nuestra relacion de trabajo se hubiera beneficiado de haberle planteado serias dudas sobre mi cordura.

Galeni apreto los labios, exasperado, luego se dejo llevar por algo parecido a la desesperacion.

—Tal vez no.

A Miles le alarmo ver la desesperacion en el rostro de Galeni. Siguio farfullando.

—De todas formas, me he sentido aliviado al darme cuenta de que no me habia vuelto clarividente de pronto. Temo que mi subconsciente sea mas listo que el resto de mi cerebro. Simplemente, no pille su mensaje. —Senalo de nuevo hacia arriba—. ?No son cetagandanos?

—No —Galeni se apoyo contra la pared, el rostro de piedra—. Komarreses.

—Ah —exclamo Miles—. Un plan komarres. Que… apropiado.

Galeni torcio la boca.

—Bastante.

—Bueno —dijo Miles debilmente—, no nos han matado todavia. Debe de haber algun motivo para mantenernos con vida.

Los labios de Galeni se curvaron en una mueca letal, los ojos encogidos.

—Ninguno en absoluto.

Las palabras surgieron acompanadas de una risita sibilante que se corto bruscamente. Un chiste privado entre Galeni y el plafon de la luz, al parecer.

—El cree que tiene un motivo, pero esta muy equivocado.

La amarga carga de esas palabras tambien estaba dirigida hacia arriba.

—Bueno, pues que no se enteren —dijo Miles entre dientes. Tomo aliento—. Vamos, Galeni, escupalo. ?Que sucedio la manana en que desaparecio usted de la embajada?

Galeni suspiro, y parecio recuperarse.

—Recibi una llamada esa manana. De un viejo… conocido komarres. Me pedia que me reuniera con el.

—No habia ningun registro de ninguna llamada. Ivan comprobo su comuconsola.

—Lo borre. Eso fue un error, aunque no me di cuenta en ese momento. Pero algo que dijo me hizo pensar que podria ser una pista para resolver el misterio de sus peculiares ordenes.

—Asi que le convenci de que mis ordenes habian sido alteradas.

—Oh, si. Pero estaba claro que si habia sido asi, la seguridad de la embajada habia sido penetrada, comprometida desde dentro. Probablemente fue a traves del correo. Pero no me atrevi a hacer esa acusacion sin aportar pruebas objetivas.

—El correo, si —dijo Miles—. Esa era mi segunda opcion.

Galeni alzo las cejas.

—?Cual era la primera?

—Usted, me temo.

La amarga sonrisa de Galeni lo dijo todo.

Miles se encogio de hombros, cortado.

—Pense que usted se habia quedado con mis dieciocho millones de marcos. Pero si lo habia hecho, ?por que no se habia largado? Y entonces se largo.

—Oh —dijo Galeni a su vez.

—Todos los hechos encajaron entonces —explico Miles—. Le tenia catalogado: desfalcador, desertor, ladron e hijo de puta komarres.

—?Y que le impidio presentar acusaciones a ese respecto?

—Nada, desgraciadamente. —Miles se aclaro la garganta—. Lo siento.

La cara de Galeni se puso ligeramente verde. Estaba demasiado angustiado para mirarlo con determinacion, aunque lo intento.

—Cierto —dijo Miles—. Si no salimos de aqui, su nombre acabara en el lodo.

—Todo para nada… —Galeni apreto la espalda contra la pared y apoyo la cabeza, los ojos cerrados como si sintiera un gran dolor.

Miles dedujo las probables consecuencias politicas que se producirian si Galeni y el desaparecian sin dejar

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