—Mi padre hablaba constantemente de la libertad de Komarr —continuo Galeni suavemente. ?Para Miles, para la luz, para si mismo?—. De los sacrificios que todos debemos hacer por la libertad de Komarr. Insistia mucho en los sacrificios. Humanos o de lo que fuera. Pero nunca parecio importarle mucho la libertad de la gente de Komarr. Hasta el dia en que murio no me converti en un hombre libre. El dia en que murio. Libre para mirar con mis propios ojos, hacer mis propias valoraciones, elegir mi propia vida. O eso pensaba. La vida esta llena de sorpresas —la voz de Galeni era infinitamente sarcastica. Dirigio a la luz una sonrisa lobuna.

Miles cerro los ojos, tratando de pensar. No era facil, con Galeni sentado a dos metros emanando tension asesina al limite. Miles tenia la desagradable sensacion de que su superior habia perdido de vista toda estrategia, enzarzado como estaba en una guerra privada con viejos fantasmas. O viejos no-fantasmas. Dependia todo de Miles.

Dependia de Miles hacer… ?que? Se levanto y recorrio la habitacion con piernas temblorosas. Galeni lo observo, con los ojos entrecerrados, sin hacer ningun comentario. No habia mas que una salida. Rasco las paredes con las unas: eran impenetrables. Las grietas del suelo y techo (se aupo en el camastro y estiro los brazos, mareado) no cedieron. Entro en el diminuto cuarto de aseo, orino, se lavo las manos y la cara y la boca agria en el fregadero (agua fria solamente), y bebio ayudandose de las manos. No habia vasos, ni siquiera de plastico. El agua se revolvio nauseabunda en su estomago, las manos se le retorcian por los efectos secundarios del aturdidor. Se pregunto cual seria el resultado de atascar el desague con la camisa y dejar correr el agua. Ese parecia ser el maximo acto de vandalismo posible. Regreso al camastro secandose las manos en los pantalones y se sento antes de caerse.

—?Le han dado de comer? —pregunto.

—Dos o tres veces al dia —dijo Galeni—. Un poco de lo que demonios cocinen arriba. Al parecer viven varias personas en la casa.

—Entonces ese es el unico momento en que se puede intentar la fuga.

—Lo fue —reconocio Galeni.

Lo fue, claro. Despues del intento de Galeni, habrian doblado la guardia. No era algo que Miles se atreviera a imitar; una paliza como la que habia recibido su companero lo incapacitaria por completo.

Galeni contemplaba la puerta cerrada.

—Proporciona cierta diversion. Uno nunca sabe, cuando la puerta se abre, si va a ser la cena o la muerte.

Miles tuvo la impresion de que Galeni esperaba morir. Maldito kamikaze. Conocia perfectamente esa sensacion. Podias enamorarte de la estrecha opcion de la tumba, era la enemiga del pensamiento estrategico creativo. Era el enemigo, punto.

Pero no consiguio materializar su resolucion, aunque no dejo de darle vueltas. Sin duda Ivan reconoceria inmediatamente al impostor. ?O achacaria cualquier error que cometiera el clon a que Miles tenia un mal dia? Desde luego, existian precedentes. Y si los komarreses se habian pasado cuatro dias sonsacando a Galeni los procedimientos de la embajada, era bastante posible que el clon siguiera la rutina de Miles sin cometer fallos. Despues de todo, si la criatura era verdaderamente un clon, seria tan lista como Miles.

O tan estupida… Miles se aferro a ese reconfortante pensamiento. Si el cometia errores, en su desesperado baile a traves de la vida, el clon cometeria los mismos. El problema era, ?distinguiria alguien los errores?

?Pero y los dendarii? Su dendarii, en manos de un… ?un que? ?Cuales eran los planes de los komarreses? ?Cuanto sabian de los dendarii? ?Y como demonios iba el clon a dividirse entre lord Vorkosigan y al almirante Naismith cuando el propio Miles tenia que ir improvisando sobre la marcha?

Y Elli… si Elli no habia sido capaz de distinguir la diferencia en la casa abandonada, ?notaria la diferencia en la cama? ?Se atreveria aquel sucio y diminuto impostor a tirarse a Quinn? ?Pero que ser humano de cualquiera de los tres sexos se resistiria a una invitacion a retozar entre las sabanas con la brillante y hermosa…? La imaginacion de Miles se lleno de detalladas imagenes del clon, alli fuera, haciendo cositas con su Quinn, la mayoria de las cuales el mismo no habia tenido tiempo de poner en practica. Descubrio que sus manos se aferraban al borde del camastro, los nudillos blancos, y que corria peligro de romperse los huesos de los dedos.

Lo dejo correr. Sin duda el clon trataria de evitar situaciones intimas con gente que conocia bien a Miles, momentos en los que correria mas peligro de ser descubierto. A menos que fuera un mierdecilla valeroso con tendencias experimentales compulsivas como el que Miles afeitaba diariamente en su espejo. Miles y Elli acababan de empezar a intimar… ?no notaria ella la diferencia? Si no… Miles trago saliva y trato de que su mente volviera al escenario politico. El clon no habia sido creado simplemente para que se volviera loco; eso no era mas que una ventaja anadida. El clon habia sido forjado como un arma dirigida contra Barrayar. A traves del primer ministro, el conde Aral Vorkosigan, contra Barrayar, como si los dos fueran uno. Miles no se hizo ilusiones; no habian preparado todo esto por el. Se le ocurrian una docena de formas de usar a un falso Miles contra su padre: iban desde lo relativamente benigno hasta lo horriblemente cruel. Miro a Galeni, tendido tan tranquilo al otro lado de la celda, esperando que su propio padre lo matara. O usando esa misma frialdad para forzar a su padre a matarlo y demostrar… ?que? Miles borro lo relativamente benigno de su lista de posibilidades.

Al final el cansancio pudo con el y se quedo dormido en el duro camastro.

Durmio mal. Revivio repetidas veces un sueno desagradable solo para encontrarse de nuevo al despertar con la realidad, aun mas desagradable: el frio camastro, los musculos doloridos, Galeni tendido al otro lado retorciendose con igual incomodidad, los ojos brillando a traves del parapeto de sus pestanas sin revelar si estaba dormido o despierto. Volvia al pais de los suenos como autodefensa. Miles perdio totalmente la nocion del tiempo, aunque, cuando finalmente se sento, los musculos agarrotados y el reloj liquido de su vejiga le indicaron que habia dormido mucho. Despues de un viaje al cuartito de bano, echarse agua fria en la cara ahora sucia de barba y beber, su mente se puso de nuevo en marcha y ya no consiguio volver a dormir. Deseo tener su manta- gato.

La puerta chasqueo. Galeni salio de su aparente modorra y se incorporo, los pies bajo su centro de gravedad, la cara inescrutable. Pero, por esta vez, era la cena. O el desayuno, a juzgar por los ingredientes: huevos revueltos tibios, pan dulce de pasas, bendito cafe en una taza blanda, una cuchara cada uno. Lo sirvio uno de los jovenes con cara de poquer que Miles habia visto la noche anterior. Otro esperaba en la puerta, con el aturdidor preparado. Sin quitarle ojo a Galeni, el hombre deposito la comida en el extremo de uno de los camastros y salio rapidamente.

Miles observo la comida, cauto. Pero Galeni recogio los dos platos y comio sin vacilacion. ?Sabia que no estaba drogada ni envenenada, o simplemente ya no le importaba un pimiento? Miles se encogio de hombros y comio tambien.

Apuro las ultimas preciosas gotas de cafe y pregunto:

—?Tiene alguna idea de cual es el proposito de toda esta mascarada? Deben haberse esforzado muchisimo para producir a este… duplicado mio. No puede ser un plan de poca monta.

Galeni, que parecia un poco menos palido gracias a la comida decente, hizo rodar cuidadosamente la taza entre sus manos.

—Se lo que me han dicho. No se si lo que me han dicho es la verdad.

—Bien, continue.

—Tiene que comprender que el grupo de mi padre es una faccion radical de la resistencia komarresa. Esos grupos no han hablado entre si desde hace anos, y esa es una de las razones por las que nosotros… Seguridad de Barrayar —una sonrisita ironica asomo a sus labios— los pasamos por alto. El grupo principal ha estado perdiendo impulso a lo largo de la ultima decada. Los hijos de los expatriados, sin ningun recuerdo de Komarr, han crecido como ciudadanos de otros planetas. Y los mas viejos han… bueno, han envejecido. Han muerto. Y como las cosas no estan tan mal en casa, no consiguen nuevos conversos. Su base de poder se reduce drasticamente.

—Comprendo que los radicales se mueran por hacer algun movimiento. Mientras aun haya una posibilidad —observo Miles.

—Si. Estan en un aprieto. —Galeni aplasto lentamente la taza con la mano—. Obligados a movimientos desesperados.

—Este parece bastante exotico. Esperar… ?dieciseis, dieciocho anos? ?Como demonios consiguieron los recursos medicos? ?Su padre era medico?

Galeni hizo una mueca.

—Ni hablar. La parte medica fue sencilla, aparentemente, una vez que se apoderaron de las muestras de

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