entrada que yo anhelaba. Lidia seguia al telefono:

– … y dice Manolo que no se les pudo demostrar nada, y tampoco lo intentaron, porque Noelia tenia relaciones muy importantes…

Nina jugo, sin decidirse. Se levanto un poco mas sobre sus rodillas y paso mi sexo a lo largo de esos labios que me llamaban. Pero no se detuvo. Al fin lo empuno con firmeza y trato de franquearme la entrada que yo no conocia. Demasiado pequeno. Humedecio su mano con saliva en tanto yo contestaba con sies y noes al monologo de Lidia y me puso la palma delante de la boca, para que aportara mi propia saliva. Me estremeci cuando me unto con nuestra mezcla. Volvio a probar la entrada y crei que otra vez fallaria. Cedio un poco y yo «que si, Lidia, que voy a tener cuidado, que no soy un chico y no me fio de cualquiera», y Nina que ponia en tension el cuerpo, se enderezaba para recibirme y hacia fuerza con su propio peso para forzar el paso. Lidia comentaba que se habia relacionado al bufete de las chicas con «blanqueo de dinero, no de drogas sino de», por fin pude entrar un poco y una traba, como si despues de anticipar el alborozo debiera conformarme con un fracaso, «pero luego no se llego a formular una acusacion porque tampoco era tanto dinero y no era cosa de montar un escandalo con concejales de por medio», y pude entrar un poco mas con Nina temblando a medias por el esfuerzo y a medias por el placer y el dolor y le hice senas de salir y me dijo no, que mi mano a jugar delante con el pequeno boton de piel y nervios, «no hubo investigacion posterior» decia Lidia, y yo pensaba que si, que hubo investigacion posterior y penetracion, «pero siempre quedo la sospecha de que las abogadas estaban relacionadas con el blanqueo y metidas hasta», hasta la mitad y Nina me pidio que siguiera y obedeci gustoso pero con cautela, porque aquello apretaba y era distinto, no mejor ni peor, «pero apretaron al concejal, nomas, y la cosa no paso de una bronca sin pruebas que ni llego a los diarios y desde luego, nadie quiso llegar hasta el fondo del asunto», yo si queria y Nina tambien queria y llegamos al fondo y nos fundimos y se detuvo el tiempo y Nina comenzo a bajar y a subir, primero despacio, porque habia tiempo, «y pensaron que si de verdad estaban metidas en ese tipo de manejo de dinero ilegal, volverian a hacerlo y caerian en la trampa, porque eso es como un vicio, empiezan haciendo un pequeno negocio sucio y despues quieren mas y mas», ?mas? pregunte a Nina y ella que mas y mas y subir y bajar y subir y bajar y dentro y dentro «y bueno Nicolas, ya te tendre al tanto de lo que salga y no dejes de llamarme para mantenerme informada y sobre todo descanso, que te noto agobiado, puede ser el calor, no te metas en nada raro», metela mas y mas y mas decia Nina y Lidia «no te metas» y ya estaba metido todo lo que podia y las dos lo sabian cada una a su modo «y si pensaba volverme a casa, seria lo mas prudente que no era cosa de andar de aca para alla», arribabajo arribabajo adentro adentro adentro, «alguna vez tenes que parar», no pares mi amor no pares que ya, «despues te llamo», y yo tambien ya, «gracias por todo negrita, y perdon por la molestia» y el zumbido del telefono sin nadie al otro lado de la linea ya y Nina y yo unidos por una linea de fuego y movimiento furioso y la mano del telefono arrojandolo lejos y disputando el lugar con la otra mano y cada vez mas hasta que todo fue rojo y exploto, yo dentro de ella y ella sin parar de hacerse hacerme el amor, que despues habria tiempo para las dudas, las preguntas, las explicaciones y de momento «no salgas todavia».

15

Durante el resto del dia espantamos los fantasmas a fuerza de caricias, comidas, bromas y mas caricias. Nos contamos mentiras a medias y verdades pinceladas de fabula, y cada vez que un silencio incomodo preludiaba la conversacion seria que habria de enfrentarnos con nuestros problemas, lo espantabamos con el conjuro de una frase, una postura, un juego infantil rescatado de la memoria y jugado por dos adultos desnudos que bien podian ser ninos, uno dentro del otro y los dos vestidos de travesura.

Vimos la tele, simulamos que los concursos eran entretenidos y los telediarios decian la verdad. La casa era un utero infranqueable que nos protegia del riesgo de crecer y salir a la calle, donde habia gente que no jugaba ni hacia bromas. Al final, despues de un bano tormentoso en una banera que no habia sido ideada para tales excesos, hicimos al mundo la concesion de vestirnos y entre toallas y ropa interior perdimos las ganas de reir, que fueron a parar al canasto de la ropa sucia.

Nina lloro primero, y no habia rastros de impostura en esa sal demorada en sus mejillas. Yo no la segui por un prejuicio relacionado con la hombria y porque cuando lloro me gusta conocer el motivo. Y en aquella ocasion habia varios entre los que elegir, pero ninguno pesaba lo suficiente.

Armo dos porros y me alcanzo el mio encendido.

– Lo malo de mi es que no siempre soy la misma, ?sabes? A veces creo que podria comerme el mundo de un bocado y me rio de las convenciones y de la formalidad. Pero hay tardes en que envidio a mis amigas que pueden engordar, sospechar cuernos de sus maridos y sufrir el crecimiento de los ninos. Soy inmadura, egoista y banal, y temo que acabare siendo una vieja arrugada y puta, que se niega a aceptar un espejo de tetas caidas y cama tranquila y compasion pagada en billetes o favores. -Se seco una lagrima con la sabana-. Otras veces, casi siempre, soy como tu me conoces, paso de todo y vivo provocando, porque la adrenalina me recuerda que soy joven y guapa y sensual todavia. Me niego a comprometerme con nada o con nadie y a la vez me enamoro de perdedores que me dejaran tirada en cualquier esquina.

– Gracias por lo que me toca. -Con el pulgar recogi una lagrima de su mejilla y la lleve a mis labios-. Conozco a un gato callejero que tendria respuesta para todo eso…

– ?Y tu, no la tienes?

– ?Yo? Yo apenas si tengo espacio en la mochila para mis preguntas. Pero te comprendo, porque me pasa algo parecido. Es como si fuera dos tipos dentro de un cuerpo y ninguno termina de caerme simpatico. Uno es este irresponsable que deja lugares y mas lugares en el tablero de juego, sin resistir o esperar a que lo echen; que no tiene otro domicilio fijo que la incertidumbre y el alquiler es muy caro, Nina: no saber como sera manana. Y lo que es peor, tampoco me importa. El otro es lo opuesto y me repele con sus consejos tardios y sus recriminaciones tradicionales: no hagas esto, no te metas en aquello, no digas nada, no compres, no regales, no entregues: vende. Y no hay mucho que vender, solo inconstancia. Me siento como si fuera un superheroe fallado, un Superman trucho, con dos personalidades como manda la tradicion, pero en las dos soy un debilucho periodista al borde de la calva y la mansedumbre. No hay vuelo, ni vista de rayos X, ni mucho menos un pito de acero. ?Nunca pensaste que Superman tiene que tener un pito de acero? ?Como se lo bajara, con friegas de kriptonita?

Rio, con dos lagrimas mojandole la risa.

– Tu no lo tienes de acero, pero te defiendes…

– Merci, madame -me puse de pie-. Pero no me has dicho si averiguaste algo y no te lo voy a preguntar. Manana me voy de esta casa.

– ?Como? -salto como un resorte.

– El departamento es muy chico para que juguemos a la escondida con la realidad, Nina. Y la mia es que pueden matarme. Lo de ayer no era joda y si tengo que arriesgarme, prefiero hacerlo solo. Ademas, vos sabes cosas que callas y no puedo pedirte que traiciones a tu amiga.

– ?Estarias dispuesto a entregar a Noelia a esos tipos?

– No lo se. Y es lo que me rompe las pelotas. Estoy hasta aca de no saber nada de nada y por una vez voy a cambiar las reglas del juego. Esta vez las preguntas las hago yo, pero donde haya gente dispuesta a contestar.

La bese en los labios, como hacen en las peliculas con protagonistas duros que al final salen ganando. Yo no confiaba en mi suerte, pero habia que probar.

– Te quiero -murmuro-, y te dije lo que se: Noelia y yo no hemos estado muy unidas ultimamente.

– Nunca mientas a un mentiroso -dije con ternura. Y esa frase tambien era de una pelicula, aunque no me acuerdo de cual.

Cuando llegaba a la puerta me llamo, me insulto en espanol y en algo que podria haber sido euskera, y me pidio que volviera esa noche. Prometio conseguir informacion, comparar datos, y cuando ninguna de las promesas surtio efecto, me recordo que ella era mi unica posibilidad de hallar a Noelia.

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