Porque tolera que haga sin descanso listas como esta.

Porque me quiere.

Porque si es verdad, como observo Maugham, que la tragedia de la vida no es que mueran los hombres sino que dejen de amar, entonces Marion es una persona de quien uno podria incluso dejar de estar enamorado; tendria sus compensaciones.

Porque dije que la queria, y no hay posibilidad de volverse atras. No pretendo ser cinico. Segun la ortodoxia, si un matrimonio se funda sobre algo que no sea la verdad absoluta, esta siempre acabara por salir a la luz. Yo no me lo creo. El matrimonio te aleja de la verdad, no te aproxima a ella. Tampoco aqui quiero ser cinico.

2. Gastos frecuentes

No veo demasiado a Toni ultimamente. Todavia sentimos nostalgia de nuestra amistad, pero nos damos cuenta de que nuestras vidas siguen caminos distintos. Despues de Marruecos se fue dos anos a los Estados Unidos (del kif al kitsch, como decia el); regreso, dio clases de filosofia y se consagro como critico literario academico y cruel; habia publicado poemas y dos libros de ensayos, y se mezclaba cada vez mas en politica. Ahora vive con una chica, de cuyo nombre no nos acordamos nunca, en la parte menos elegante de Kensington que fue capaz de encontrar. La ultima vez que vino a comer, invitamos tambien a su «mujer»; pero dijo que vendria solo.

– Siento que Kelly no haya podido venir -dijo Marion mientras nos sentabamos a tomar un aperitivo.

– Kally. La verdad es que creemos mas conveniente tener amistades por separado.

– ?Quieres decir que no querias que nos conociera, o que ella no queria venir? ?Cual de las dos cosas?

Toni parecio un poco sorprendido. Creo que piensa que Marion no tiene caracter porque es tranquila.

– No, probablemente le gustaria conoceros. Es solo que cada uno tiene sus amigos.

– ?Le dijiste que la habiamos invitado?

– La verdad es que no.

– Asi que nosotros tampoco tendremos posibilidad alguna de conocerla.

– No te pongas pesada, Marion. -(Pronuncio su nombre con exagerada lentitud)-. La cosa esta bastante clara, ?no?

– Totalmente. Me vuelvo a la cocina.

Fue un poco violento; siempre olvido durante los intervalos de tiempo en que no nos vemos lo terco que se ha vuelto Toni. Pero la verdad, bastaba mirarnos para ver por donde iba cada uno. Yo llevaba un sueter sin cuello, pantalones de pana y zapatos de ante. Toni vaqueros de marca, un chaleco de algodon, una camisa ingeniosamente arrugada y una especie de anorak; el pelo cuidadosamente despeinado; y la estropeada bolsa que le colgaba del hombro contenia, supongo, montones de cosas que yo no habia necesitado nunca. Seguia siendo moreno, judio y activo, y se afeitaba dos veces al dia; note que ultimamente habia comenzado a depilarse la zona en donde antano se le juntaban las cejas. Tambien parecia hablar de un modo algo diferente de como yo recordaba: el acento era el mismo, pero la gramatica y el vocabulario se habian vuelto mas populares.

La combatividad de Toni era de esperar, ambos eramos asi en el colegio. Lo que pasa es que yo no esperaba que complicase tanto una simple invitacion. Despues de aquella conversacion algo tensa nos sentamos a comer. Amy estaba subida en su silla alta a la izquierda de Toni, con su babero amarillo atado al cuello. Toni, inmediatamente, inicio una aparatosa comedia poniendose el anorak y apartandose unos centimetros a la derecha para salir de lo que llamaba campo de lanzamiento.

– Nunca se sabe cuando van a lanzarte algo -nos dijo con toda la autoridad de quien no tiene hijos. No se referia a vomitar, de todas formas.

– Es buenisima -dijo Marion con firmeza-. ?Verdad, angelito? Excepto cuando tiene una flatulencia, claro.

Toni simulo amedrentarse.

– ?En que se parecen un bebe y una cagada frustrada? -Marion fruncio el ceno; yo dije que no lo sabia-. En que los dos son una mezcla de pipi y pedo.

Marion le paso la sopa sin comentario alguno. Toni aprovecho la ocasion para alejarse todavia unos centimetros mas.

– No, nunca se sabe. Por eso siempre visto ropa anti-be-be. -(Sacudio la manga de su anorak)-. Lo llevo cuando se que va a haber bebes, en los barrios bajos y para cuidar el jardin. Ah, y para sacarle dinero al Arts Council.

– Aqui entramos en las dos primeras categorias, supongo -dijo Marion, irritada con razon.

– Naturalmente.

Toni se volvio hacia Amy y le dedico una sonrisa de payaso.

– Ta, ta, ta -le solto, parodiando toscamente a un tio muy carinoso-. Yo se quien tiene muy buena punteria. Venga, escupele algo a Toni.

Levanto la manga a modo de invitacion.

– Esta buenisima, carino -intervine yo, incomodo, levantando la cuchara sobre la sopa de berros.

Marion espero a que Toni confirmara ese juicio, pero estaba demasiado ocupado llenandose la boca de pan.

– Hablanos de ti, Toni -dijo ella tras una pausa.

– Ah… Me voy a hacer la vasectomia… Tengo que acabar de una vez por todas con ciertos gastos frecuentes. Escribo guiones para una compania de titeres. Estoy intentando que los fascistas locales del partido laborista se bajen del burro. Estoy haciendo un ensayo sobre Koestler que se titulara «Un estudio sobre la duplicidad». Y como gratis en casa de unos cuantos amigos del colegio.

– Y sus esposas -corrigio Marion.

– Y sus deliciosamente ironicas aunque algo impertinentes esposas.

Aqui, Amy produjo un sonido raro. Tosio y se puso a devolver pacificamente: un flujo lechoso fue cayendo sobre su bandeja de plastico. Toni recibio su triunfo con grandes risas. Amy le contesto con un gorjeo. Toni se cubrio bien con el anorak y todos nos relajamos. Una vez que nos adaptamos a su aparente rudeza y solipsismo, nos llevamos bastante bien. Marion se habia lamentado de que Toni fuera tan poco sensible. Le conteste que se trataba mas bien de un escritor que decia todo el rato lo que pensaba.

– Tenia entendido que los escritores eran mas y no menos sensibles que la otra gente -respondio ella.

Existe una diferencia entre sensibilidad y educacion, creo que dije; y no puedo recordar si yo mismo me quede convencido.

Despues de comer, Toni y yo fuimos a dar un paseo por el jardin. El ignoro las «escapistas» flores, y me interrogo sobre la calidad del suelo, las variedades de las verduras, la cosecha que cabia esperar. Un ano que paso en una granja cooperativa experimental en Gales parecia haberle dado cierto conocimiento empirico, pero poca comprension de los principios horticolas.

– Asi que esto es todo lo que hay, ?eh? -me pregunto con una sonrisa

Вы читаете Metrolandia
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату