– Este es Chester Brown -dijo la mujer-. Conoce a Martin Goines.
Danny le senalo a Brown la hilera de sillas mas cercana. La mujer regreso al mostrador y el hombre siguio a Danny, se sento y saco un frasco de Listerine.
– Desayuno de campeones -indico. Bebio, hizo gargaras y trago.
Danny se sento a dos sillas de distancia, lo bastante cerca como para oir, pero a suficiente distancia como para neutralizar el tufo.
– ?Conoces a Martin Goines, Chester?
Brown eructo y dijo:
– ?Por que iba a decirselo?
Danny le dio un dolar.
– Almuerzo de campeones.
– Yo como tres veces al dia, agente. Informar me da hambre.
Danny le dio otro dolar; Chester Brown lo guardo, empino el frasco de Listerine y lo palmeo.
– Estimula la memoria. Y como no he visto a Martin desde la guerra, va usted a necesitar esa memoria.
Danny extrajo libreta y pluma.
– Escucho.
El bajista respiro hondo.
– Toque con Martin cuando el se hacia llamar el Cuerno de la Abundancia. Locales de mala muerte en el Valle, cuando Ventura Boulevard era un campo de habichuelas. La mitad de los muchachos fumaban hierba, la mitad seguian el camino de la aguja. Martin andaba rabioso como un perro.
Hasta ahora, esta historia de siete dolares era veridica, segun lo que indicaban los antecedentes laborales y penales de Goines.
– Continua, Chester.
– Bien, Martin vendia cigarros de hierba. No le fue muy bien, pues oi decir que estuvo entre rejas. Y era un jodido maestro del robo. Todos los musicos que se Hipaban lo hacian. Birlaban carteras en los taburetes y las mesas, conseguian las direcciones y copiaban las llaves mientras el camarero servia las bebidas a los clientes. En una sesion faltaba el bateria, en la otra faltaba el trompetista, y asi sucesivamente, porque ellos usaban la informacion para robar a los clientes de la localidad. Martin lo hizo muchas veces por su cuenta. Robaba un coche durante el descanso, entraba en una casa y regresaba para la siguiente sesion. Como le decia, un jodido maestro del robo.
Un jodido nuevo metodo, incluso para un policia que se habia dedicado a robar autos y creia estar al corriente de todas las tecnicas.
– ?De que anos hablas, Chester? Haz un esfuerzo.
Brown consulto su Listerine.
– Diria que esto fue entre el verano del 43 y mediados del 44.
Goines habia recibido su segunda sentencia en abril del 44.
– ?Trabajaba solo?
– ?Para los robos?
– Si. ?Tenia algun socio?
– Salvo por un chico -explico Chester Brown-, el Cuerno de la Abundancia era un solitario. Pero tenia un amigo… un muchachito blanco y rubio, alto y timido. Amaba el jazz pero no podia aprender a tocar ningun instrumento. Habia estado en un incendio y tenia la cara cubierta de vendas como si fuera una maldita momia. Un chico de diecinueve o veinte anos. El y Martin se cargaron juntos un monton de robos.
A Danny le cosquilleo la piel, aunque ese chico no podia ser el asesino: si era jovencito en el 43-44 no seria maduro y canoso en el 50.
– ?Que le paso al amigo, Chester?
– No se, pero esta usted haciendo muchas preguntas por tratarse de un problema de libertad condicional, y no me ha preguntado donde creo que esta Martin.
– A eso iba. ?Tienes alguna idea?
Brown sacudio la cabeza.
– Martin siempre andaba solo. Nunca iba con nadie fuera del club.
Danny trago saliva.
– ?Goines es homosexual?
– ?Como dice?
– ?Pregunto si es marica, si es invertido! ?Si le gusta follar chicos!
Brown termino el frasco de Listerine y se enjugo los labios.
– No tiene por que gritar, y es muy desagradable decir eso de alguien que nunca le ha hecho ningun dano.
– Entonces, responde.
El bajista abrio el maletin de instrumentos. Dentro solo habia frascos de enjuague bucal Listerine. Chester Brown desenrosco el tapon de uno y tomo un largo sorbo.
– Bebo por Martin -dijo-. No soy tan tonto como usted cree, y se que esta muerto. Y claro que no era homosexual. No se podran decir muchas cosas buenas de el, pero no era maricon.
Danny tomo las noticias viejas de Chester Brown y fue hasta un telefono publico. Con la primera llamada averiguo que Martin Mitchell Goines no tenia detenciones por sospechas de robo y que ningun joven rubio figuraba como complice de sus dos arrestos por tenencia de marihuana; no habia ningun joven rubio con marcas de quemaduras arrestado por robo o tenencia de estupefacientes en el Valle de San Fernando en el periodo de 1942 a 1945. La llamada fue una infructuosa excursion de pesca.
Una llamada a Hollywood Oeste lo llevo a una decepcionante charla con Karen Hiltscher, quien le informo que los cuatro sospechosos de las carpetas habian resultado ser solo eso: un examen de sus informes de penales revelaba que ninguno de los hombres era cero positivo. Habian llamado las autoridades de San Quintin y del hospital de Lexington; decian que Martin Goines era un solitario nato, y que su consejero de Lexington afirmaba que se le habia asignado un asistente federal en Los Angeles, pero que Goines aun no habia llamado ni habia dejado un domicilio probable. Aunque esa pista quiza no condujera a nada, Danny pidio a Karen que revisara los archivos de robo buscando hombres relacionados con el jazz o una alusion a un aficionado al jazz con la cara quemada. La muchacha acepto algo irritada; Danny colgo pensando que tendria que elevar el temido compromiso de una cena en Mike Lyman's a una velada en Coconut Grove para tenerla contenta.
Despues de la una de la tarde no le quedaba mas que recorrer terreno conocido. Fue al distrito negro y amplio su campo de averiguaciones. Hablo de Goines y el canoso con los vecinos de las calles laterales cercanas a Central Avenue durante cuatro horas que resultaron infructuosas. Al atardecer regreso a Hollywood Oeste, aparco en Sunset y Doheny y recorrio el Strip de oeste a este, de este a oeste; camino al norte por las calles residenciales que llevaban a las colinas, al sur hasta Santa Monica Boulevard, preguntandose por que el asesino habia escogido la calle Allegro para dejar el cadaver. Se pregunto si el asesino vivia cerca, habia vejado el cadaver de Goines durante mas tiempo y eligio Allegro para divertirse a costa de los polizontes que lo buscaban. El coche abandonado podia ser un truco para convencerlos de que vivia en otra parte. Esa teoria conducia a otras. Pensamiento subjetivo, una premisa fundamental de Hans Maslick. Danny penso en el asesino con su propio coche aparcado cerca para largarse deprisa; el asesino recorriendo el Strip en la manana de Ano Nuevo, protegido por enjambres de juerguistas, liberado de sus impulsos homicidas. Y alli empezaba el terror.
En un famoso ensayo, Maslick describia una tecnica que habia creado mientras se sometia al analisis con Sigmund Freud. Se llamaba Camara Humana, y consistia en enfocar los detalles desde el punto de vista del criminal. Se usaban angulos y trucos cinematograficos; los ojos del investigador se convertian en una camara capaz de acercarse y alejarse, tomar primeros planos, escoger motivos de fondo para interpretar las pruebas a la luz de la estetica. Danny cruzaba Sunset y Horn cuando se le ocurrio la idea: imagino que ahora eran las cuatro menos cuarto de Noche Vieja, y que el era un maniaco sexual que regresaba a su casa o a su coche o a una tienda abierta toda la noche para calmarse. Pero no vio a las demas personas que paseaban por el Strip o hacian cola para entrar en el Mocambo o se sentaban al mostrador de Jack's Drive Inn. Fue directamente a los ojos, las entranas y el sexo de Martin Goines, un primerisimo plano a todo color, el preparativo para la autopsia amplificado diez millones de veces. Un coche viro ante el; temblo de nerviosismo, y en un calidoscopio vio a Coleman, el saxo