Benavides senalo hacia el oeste, hacia la oficina y dos piquetes.

– ?Y esto no tiene nada que ver con Gerstein, que quiere echar a nuestro sindicato para que entren los Transportistas?

– No, esto es una investigacion preliminar que no tiene nada que ver con los actuales problemas del sindicato. Esto es…

– ?Por que nosotros?-interrumpio Duarte-. ?Por que Sammy, Mondo y yo?

– Porque ustedes son delincuentes reinsertados y serian muy buenos testigos.

– ?Porque creyo que tendriamos miedo de la carcel y nos ablandariamos?

– No, porque han pertenecido a bandas callejeras y han sido comunistas, y pensamos que tendrian suficiente inteligencia para saber que todo aquello era basura.

Benavides intervino, mirando con desconfianza a Dudley.

– Usted sabe que el HUAC uso el mismo recurso, y mucha gente cabal salio malparada. Ahora ocurre de nuevo y usted quiere que nos pongamos de su parte.

Mal miro a Benavides: el violador de una nina estaba hablando de decencia; sintio que Dudley pensaba lo mismo y estaba a punto de perder los estribos.

– Mire, conozco la corrupcion. El presidente del HUAC esta en Danbury por soborno, y la Comision se extralimito. Y admito que la policia se equivoco en Sleepy Lagoon. Pero no se puede…

Mondo Lopez exclamo:

– ?Se equivoco! ?Pendejo, fue un pogrom de su gente contra la mia! Trata de persuadir a las personas equivocadas en el caso equivocado para obtener…

Dudley dio un paso adelante, la chaqueta abierta, exhibiendo la automatica 45, la porra y la nudillera de bronce. La sombra de su mole cubrio a los tres mexicanos y su voz subio varias octavas, pero no se quebro.

– Tus diecisiete ronosos compatriotas asesinaron a Jose Diaz a sangre fria y escaparon de la camara de gas porque varios traidores, degenerados y debiluchos enganados se juntaron para salvarlos. Y no permitire que le faltes el respeto a un colega en mi presencia. ?Comprendido?

Un silencio sepulcral, los hombres de la UAES bajo la sombra de Dudley, unos tramoyistas les miraban desde el pasillo. Mal se adelanto para hablar por si mismo, mas alto que Dudley pero con menos voz. Asustado. Cobarde. Se disponia a hacer senas cuando Mondo Lopez contraataco.

– A esos diecisiete los jodieron el puto Departamento de Policia y los putos tribunales de la ciudad. Esa es la puta verdad.

Dudley avanzo hacia Lopez hasta la distancia necesaria para asestarle un punetazo en los rinones. Benavides retrocedio temblando; Duarte rezongo que la Comision de Sleepy Lagoon habia recibido cartas anonimas donde se denunciaba a un blanco por lo de Jose Diaz, pero que nadie lo habia creido; Benavides se alejo del peligro. Mal asio a Dudley por el brazo; el corpulento Dudley lo arrojo hacia atras y puso voz de baritono:

– ?Te gusto corromper la justicia con la Comision, Mondo? ?Gozaste de los favores de Claire de Haven, esa sucia y rica capitalista, con influencia en las altas esferas, un verdadero regalo para tu minuscula polla mexicana?

Benavides y Duarte tenian la espalda contra la pared y se alejaban poco a poco. Mal se quedo quieto, Lopez miro a Dudley de hito en hito y Dudley se echo a reir.

– Tal vez he sido injusto, muchacho. Todos sabemos que Claire echaba sus favores a los cuatro vientos, pero no creo que se hubiera rebajado a tu nivel. Eso si, tu amigo Chaz Minear es otra historia. ?Estaba en la Comision buscando un culito mexicano?

Benavides avanzo hacia Dudley; Mal entro en accion, lo aferro y lo aplasto contra la pared, viendo hojas de afeitar apoyadas en la garganta de una nina.

– ?Ese puto compraba chicos en un servicio especial, no se acostaba con nosotros! -grito Benavides.

Mal apreto con mas fuerza, el traje transpirado contra la ropa india empapada, musculos duros resistiendo el cuerpo de un delgado hombre de casi cuarenta anos. Benavides se aflojo de golpe; Mal le quito las manos de encima y de pronto recordo un dato: Sammy despotricando contra los homosexuales ante el doctor Lesnick, un punto debil que ellos podrian haber aprovechado.

Sammy Benavides se deslizo pared abajo y observo el duelo de miradas entre Smith y Lopez. Mal trato de hacer una sena con las manos, pero no pudo. Juan Duarte estaba junto al pasillo, mirando la escena desde lejos. Dudley dio fin al enfrentamiento dando media vuelta y mascullando en voz baja.

– Espero que hoy hayas aprendido una leccion, capitan. No puedes tratar con amabilidad a esos inmundos. Tenias que haber estado conmigo en el Escuadron Especial. Alli lo habrias aprendido con gran estilo.

Habia sido un desastre.

Mal regreso a casa pensando que le habian arrebatado las barras de capitan, que Dudley Smith las habia aplastado con sus manazas. Y en parte era por su propia culpa. Se habia mostrado demasiado blando mientras que los mexicanos eran demasiado listos, penso que podia razonar con ellos, adularlos y arrastrarlos a trampas logicas. Habia pensado en presentar una nota a Ellis Loew pidiendo que se olvidara de Sleepy Lagoon, un tema muy delicado, y luego lo habia mencionado buscando comprension, pulsando una cuerda sensible en los mexicanos y sacando de quicio a Dudley. Y Dudley lo habia defendido, con lo cual era dificil culparlo por perder la paciencia; eso significaba que el abordaje directo ya no surtiria efecto y tendrian que concentrarse en infiltrar a alguien y en interrogatorios discretos. Su especialidad, lo cual no disminuia la mordacidad de la broma de Dudley sobre el Escuadron Especial. Ademas, estas circunstancias aumentaban la necesidad de incluir a Buzz Meeks en el equipo.

Todo en contra, aunque al menos Dudley no habia revelado informacion de los archivos de Lesnick, y esa estrategia de manipulacion permanecia abierta. Lo inquietante era que un policia tan listo como el irlandes tomara tan personalmente un ataque indirecto, y que luego diera un golpe bajo a «un colega».

Cobarde.

Pusilanime.

Y Dudley Smith lo sabe.

En casa, Mal aprovecho que no habia nadie para quitarse la ropa sudada, ducharse, ponerse una camisa deportiva y pantalones color caqui y sentarse en el estudio a escribir un largo informe para Loew, enfatizando que no debian interrogar directamente a gente de la UAES hasta no haber infiltrado a alguien. El senuelo era ahora indispensable. Habia redactado una pagina cuando advirtio que tendria que suavizar el incidente. No habia modo de describir con precision el episodio de Variety International sin quedar como un debilucho o un idiota. Asi que lo palio, y lleno otra pagina con advertencias acerca del sujeto escogido por Loew: Buzz Meeks, el hombre con fama de ser el policia mas corrupto en la historia del Departamento de Policia de Los Angeles, ladron de heroina, artista de la extorsion, recaudador y ahora rufian de lujo de Howard Hughes. Despues de escribir esa pagina supo que era inutil; si Meeks queria entrar, lo conseguiria. Hughes era quien mas aportaba a los fondos del gran jurado y era el jefe de Meeks. Harian lo que el quisiera. Al cabo de dos paginas supo por que no valia la pena insistir en eso: Meeks era el mejor hombre para esa tarea. Y el mejor hombre para esa tarea le tenia miedo, tal como el temia a Dudley Smith. Aunque el miedo no se justificara.

Mal arrojo el informe a la papelera y empezo a pensar en un infiltrado. La Academia de Policia quedaba descartada: eran jovenes transparentes sin talento para fingir. La Academia del sheriff era improbable: las revelaciones de Brenda Allen y la proteccion que el Departamento del sheriff daba a Mickey Cohen serian un obstaculo para que la Academia cediera a la ciudad un recluta joven y listo. La mejor probabilidad era un simple agente de la ciudad, listo, bien parecido, adaptable y ambicioso, alrededor de veinticinco anos, un joven maleable sin aspecto de policia.

?Donde?

La Division Hollywood quedaba excluida. La mitad de los hombres estaban implicados en el escandalo de Brenda Allen. Sus fotos habian salido en el periodico y estaban asustados, enfurecidos y desquiciados. Incluso se rumoreaba que tres detectives de Hollywood habian participado en el tiroteo de Sherry's en agosto pasado, un intento fallido de despachar a Mickey Cohen donde tres personas habian resultado heridas y un guardaespaldas de Cohen habia muerto. Excluida.

Y Central estaba atestada de novatos que llegaban al Departamento por sus antecedentes belicos: Calle Setenta y Siete, Newton y University contaban con energumenos contratados para mantener a raya a la ciudadania negra. Hollenbeck podia ser un buen sitio, pero Los Angeles Este era mexicana; Benavides, Lopez y

Вы читаете El gran desierto
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату