represalias, prometiendo no interceder en el caso de custodia si aceptaba. Llegaron a un acuerdo; arreglaron la nariz rota de Celeste y dos cirujanos dentales le repararon las encias y la dentadura casi destrozada. El furioso Loew llamo al telefono publico donde el esperaba y dijo: «Arreglate solo con el chico. Nunca me pidas otro favor.»
Mal regreso a casa y encontro a Stefan dormido, el aliento le olia al sedante europeo de Celeste, ginebra y leche caliente. Beso la mejilla del chico, traslado una maleta llena de ropa y fichas de Lesnick a un motel en la esquina de Olympic y Normandie, pidio a una mujer policia que conocia que echara una ojeada a Stefan una vez al dia, durmio bajo efecto de los sedantes en una cama extrana y desperto pensando en Franz Kempflerr.
No podia dejar de pensar en el, y ninguna racionalizacion le indicaba que Celeste fuera una embustera. En cambio hizo varias llamadas para conseguir un abogado: Jake Kellerman, un pragmatico que afirmo la conveniencia de postergar el juicio por la custodia hasta que el capitan Considine fuera un heroe. Kellerman le aconsejo que se mantuviera alejado de Celeste y Stefan, dijo que pronto lo llamaria para elaborar una estrategia, y lo dejo solo con su resaca de Demerol, los nudillos doloridos y la certeza de que debia tomarse el dia libre y mantenerse alejado de su jefe.
Aun no podia olvidar a Kempflerr.
Reviso las fichas de Lesnick solo para distraerse. Estaba acumulando datos sobre Claire de Haven, y cada detalle lo excitaba; sabia que el interrogatorio directo quedaba excluido por el momento, y que ante todo debian organizar una operacion. Aun asi, reconstruir el pasado de esa mujer resultaba estimulante, y cuando dio con un dato que habia pasado por alto -Mondo Lopez alardeando ante el psiquiatra acerca de un vestido que habia robado para Claire cuando ella cumplio treinta y tres anos en mayo del 43, con lo cual tenia exactamente la edad de Mal-, decidio ir a investigar en la biblioteca publica en compania de la mujer y el nazi.
Reviso microfilmes durante horas, olvidando al aleman, concentrandose en la mujer.
Buchenwald liberada, los juicios de Nuremberg, los nazis mas importantes afirmando que solo obedecian ordenes. La increible brutalidad mecanizada. Sleepy Lagoon, una buena causa defendida por mala gente. La corazonada de que el debut de Claire de Haven habia figurado en las paginas de sociedad; confirmacion: verano de 1929, Claire, diecinueve anos, en Las Madrinas Ball, una desvaida foto en blanco y negro donde apenas se veia quien era.
Con Kempflerr eclipsado por Goring, Ribbentrop, Donitz y Keitel, la mujer cobro mas fuerza. Llamo a circulacion y obtuvo el permiso de conducir de Claire. Fue hasta Beverly Hills y vigilo la mansion estilo espanol. A las dos horas, Claire salio de la casa. Su foto era apenas un reflejo de la belleza hecha realidad. Era elegante, pelo castano con mechones grises. La cara era de belleza natural con todo lo que el dinero podia comprar, pero revelaba caracter. Mal siguio el Cadillac hasta la Villa Frascati; Claire comio con Reynolds Loftis, un tipo envarado que el habia visto en varias peliculas. Se tomo una copa en el bar mientras los observaba: el actor bisexual y la Reina Roja se cogieron las manos y se besaron varios minutos; sin duda eran amantes. Mal recordo las palabras de Loftis a Lesnick: «Claire es la unica mujer que ame de veras.» Sintio celos.
Pusieron vasos y ceniceros en la mesa; Mal aparto los ojos de sus garabatos -esvasticas y nudos de horca- y vio que los demas cazadores de rojos lo miraban. Dudley le acerco un vaso limpio y la botella. Mal se la devolvio y dijo:
– Teniente, echaste a perder lo de los mexicanos. Esto es oficial. No debe haber interrogatorios directos hasta que Meeks consiga algun material criminal tangible que podamos usar como amenaza. Insisto en que nos dediquemos exclusivamente a izquierdistas al margen de la UAES, los convirtamos en testigos voluntarios, obtengamos informacion y coloquemos un senuelo en cuanto lo encontremos. Debemos protegernos de los mexicanos publicando algun articulo en los periodicos. Los amigos de Ed Satterlee, Victor Reisel y Walter Winchell, odian a los comunistas, y probablemente la UAES los lee. Algo como esto: «El equipo del gran jurado designado para investigar la influencia roja en Hollywood se encuentra frenado por falta de fondos y las discusiones politicas internas.» Cada rojo de la UAES sabe que ocurrio el otro dia en Variety International. Opino que debemos taparlo por ahora para que lo olviden.
Todas las miradas estaban sobre el irlandes; Mal se pregunto si recogeria el guante ante dos testigos de una logica irrefutable.
– Solo puedo pedir disculpas, Malcolm -dijo Dudley-. Tu fuiste prudente, pero yo actue con tozudez y me equivoque. Sin embargo creo que deberiamos presionar a Claire de Haven antes de pasar al trabajo clandestino. Es la clave para denunciar a los dirigentes, no tiene experiencia con grandes jurados, y si la dominamos desmoralizaremos a todos esos hombres enamorados que cuentan con tantas excusas tristes. Nunca ha tenido problemas con la policia, y creo que es posible que ceda.
Mal rio.
– La estas subestimando. Y supongo que quieres hacerla ceder tu.
– No, muchacho, creo que deberias ser tu. De todos nosotros, eres el unico que al menos tiene cierto idealismo. Eres un policia bondadoso, aunque con una vena cruel. La aplastaras con ese gancho de derecha que tienes, segun me han dicho.
– Yo no -intervino Ellis Loew, mirando con dureza a Mal. Buzz Meeks bebia scotch. Mal hizo una mueca, preguntandose cuanto sabia Dudley.
– Es un juego imbecil, teniente. Lo echaste a perder una vez, y ahora me pides que lo complique. Ellis, el abordaje directo no dara resultado. Diselo.
– Mal, modera tu lenguaje, porque estoy de acuerdo con Dudley -intervino Loew-. Claire de Haven es promiscua. Esas mujeres son desequilibradas y creo que el riesgo vale la pena. Entretanto, Ed Satterlee esta tratando de conseguir un hombre para nosotros, un hombre que conocio en el seminario y que se ha infiltrado en celulas comunistas en Cleveland. Es un profesional, pero no resultara barato. Aunque el acercamiento a De Haven fracase y la UAES se ponga en guardia, ese hombre podra infiltrarse con tanta sutileza que no se enterarian en un millon de anos. Y sin duda el senor Hughes nos dara dinero para nuestro senuelo. ?Verdad, Buzz?
Buzz Meeks le guino el ojo a Mal.
– Ellis, si es una mujer facil, yo no mandaria a un seminarista a ablandarla. Howard mismo podria encargarse. Le gustan las hembras, asi que podrias mandarlo a el disfrazado.
Loew miro al cielo; Dudley Smith rio como si hubiera oido una broma desternillante en el salon del Elks Club. Meeks guino el ojo de nuevo, estudiando a Mal: ?fuiste tu quien me tendio la emboscada en el 46? Mal penso que debia hacer meritos para obtener la custodia de su hijo en compania de un bufon ridiculo, un policia brutal y un abogado sin escrupulos. Solo cuando Loew golpeo la mesa para disolver la reunion comprendio que conoceria a la Reina Roja cara a cara, que el mismo seria su propio peon.
15
Danny paso la manana siguiente en su apartamento, actualizando su archivo, vinculando los nuevos datos sobre las nuevas victimas con su caso.
Al cabo de veinticuatro horas obtuvo esto:
Las victimas dos y tres no estaban identificadas; el doctor Layman, como patologo de la ciudad, tenia acceso a los informes del Escuadron de Hollywood y le llamaria si los cadaveres recibian un nombre. Ya habia llamado para decir que el sargento Gene Niles dirigia la investigacion, le daba poca importancia y trataba de abreviarla para regresar al asalto de un almacen de pieles, caso que prometia articulos en los periodicos, lo cual compensaria el escandalo de Brenda Allen, que le habia hecho perder a su esposa e hijos. Los policias de uniforme arrestaban a borrachos en el Griffith Park y no llegaban a ninguna conclusion, Niles en persona habia interrogado a un par de indigentes con antecedentes de pervertidos. Niles y el punado de policias de uniforme que tenia al mando ignoraban el informe de Layman, diecisiete paginas que establecian que el menor de los dos hombres habia muerto de sobredosis de barbituricos. El doctor estaba convencido de que existia un «Sindrome de la Dalia Negra a la Inversa»: los tres cadaveres hallados hasta el momento habian recibido un total de cuatro columnas periodisticas en paginas interiores. Los editores tenian sus reservas porque Martin Goines era un sujeto despreciable, se trataba de un asunto de homosexuales y no se podia publicar sin que la Legion de la Decencia y Madres Catolicas Comprometidas se pusieran a estorbar.