usted le importa cuantos maricones mata? A mi no.

Danny hizo una mueca ante «homosexuales» y «maricones»; sostuvo la mirada de Niles hasta hacerlo parpadear, y advirtio que el no habia usado la palabra «homosexual» en su perfil del asesino.

– Soy policia, asi que me importa. Y el trabajo es bueno para nuestras carreras.

– Para la carrera de usted, amigo. Usted tiene un trato con un fiscal judio.

– Niles, ya basta.

Danny miro en torno para ver quien gritaba, sintio la vibracion en la garganta y noto que habia aferrado el atril con dedos amoratados. Niles le clavo los ojos, Danny no pudo sostener la mirada. Penso en el resto de su discurso y lo termino con voz ligeramente tremula.

– Nuestra ultima pista es bastante oscura. Los tres hombres recibieron heridas de estaca cortante. El doctor Layman dice que los policias de Antidisturbios usaban este instrumento. No existen antecedentes de homicidios con ese instrumento, y la mayoria de los ataques con estaca cortante fueron perpetrados por blancos contra mexicanos y no se presentaron denuncias. Consulten a sus informadores sobre ello y sirvanse de nuevo del grupo sanguineo y la descripcion para eliminar sospechosos.

Jack Shortell seguia garabateando; Mike Breuning miraba a Danny de forma extrana, los ojos entornados. Danny se volvio hacia Niles.

– ?Ha comprendido, sargento?

Niles habia encendido otro cigarrillo, estaba quemando el escritorio con la brasa.

– Asi que esta liado con los judios, ?eh, Upshaw? ?Cuanto le paga Mickey Hebraico?

– Mas de lo que Brenda le pago a usted.

Shortell rio, la extrana expresion de Breuning se quebro en una sonrisa. Niles tiro el cigarrillo al suelo y lo aplasto.

– ?Por que no comunico su pista sobre el apartamento de Martin Goines, chico listo? ?Que demonios pasaba alli?

Las manos de Danny arrancaron una astilla del atril.

– Pueden retirarse -dijo con la voz de otro.

Considine y Smith lo esperaban en la oficina de Ellis Loew; el gran Dudley colgaba el telefono con las palabras «Gracias, muchacho». Danny se sento a la mesa de Loew, presintiendo que el «muchacho» era Mike Breuning informando sobre como se las habia arreglado Danny.

Considine estaba escribiendo en una libreta de papel amarillo, Smith se le acerco y le dio la mano.

– ?Como anduvo tu primera manana como jefe de investigacion, muchacho?

Danny era consciente de que el lo sabia todo, palabra por palabra.

– Bien, teniente.

– Llamame Dudley. Dentro de pocos anos tendras un rango mas alto y debes acostumbrarte a tratar con confianza a hombres mayores que tu.

– De acuerdo, Dudley.

Smith rio.

– Muchacho, eres un seductor. ?No te parece un seductor, Malcolm?

Considine acerco su silla a la de Danny.

– Espero que Claire de Haven opine lo mismo. ?Como estas, agente?

– Muy bien, teniente -dijo Danny, notando cierta incomodidad entre sus superiores, desprecio o mera tension en ambas partes, sobre todo en Dudley Smith.

– Bien. Entonces, ?la sesion de instrucciones ha ido bien?

– Si.

– ?Has leido esos documentos?

– Los se practicamente de memoria.

Considine tamborileo sobre su libreta.

– Excelente. Entonces empezaremos ahora.

Dudley Smith se sento al extremo de la mesa, Danny se dispuso a escuchar y pensar antes de hablar.

– Deberas seguir ciertas normas -dijo Considine.

»Primero, ve a todas partes con tu coche civil, tanto en el trabajo de senuelo como en la investigacion de los homicidios. Te estamos construyendo una identidad, y esta noche ya tendremos las lineas generales. Seras un izquierdista que vivio en Nueva York durante anos, asi que hemos conseguido matriculas neoyorquinas para el coche y una historia personal que deberas memorizar. Cuando pases por los cuarteles de policia para presentar informes o lo que sea, aparca en la calle a por lo menos dos manzanas de distancia. Cuando salgas de aqui, ve a la barberia de abajo. Al, el barbero del alcalde Bowron, te librara de este corte al cepillo y te arreglara el pelo para que no parezcas un policia. Necesito tu talla de pantalon, camisa, chaqueta, sueter y zapatos, y quiero que esta noche te reunas conmigo en Hollywood Oeste. Tendre listos tu guardarropa y tu vida de comunista, y redondearemos el plan. ?Entendido?

Danny asintio, arranco una hoja de la libreta de Considine y anoto las tallas.

– Usa esa ropa en todas partes, muchacho -continuo Dudley Smith-. Tambien en el caso del marica. No queremos que tus nuevos amigos rojos te vean por la calle con facha de polizonte joven. Malcolm, cuentale a nuestro bello Daniel algo sobre Claire de Haven. Veamos como replica.

Considine le hablo directamente a Danny.

– Agente, conoci a Claire de Haven, y creo que es una mujer dura de pelar. Es promiscua, quiza sea alcoholica y tal vez tome drogas. Otro hombre la esta investigando a ella y a otros rojos, asi que pronto sabremos mas. He hablado una vez con la mujer, y me dio la impresion de que le agrada presumir y dominar la situacion. Creo que la excita sexualmente, y se que le atraen los hombres como tu. Asi que ahora intentaremos un pequeno ejercicio. Yo dire frases que considero tipicas de Claire de Haven, y tu trataras de contestar. ?Listo?

Danny cerro los ojos para concentrarse.

– Adelante.

– «Pero algunos nos llaman comunistas. ?No te molesta eso?»

– No me afectan estos motes.

– Bien. Sigamos en esa linea. «?De veras? Los politicos fascistas han echado a perder a mucha gente con gran futuro en politica al tildarnos de subversivos.»

Danny recordo el argumento de una comedia musical que habia visto con Karen Hiltscher.

– Siento debilidad por el rojo fuerte, nena.

Considine rio.

– Bien, pero no llames «nena» a Claire. Le pareceria paternalista. Aqui tenemos una buena. «Me cuesta creer que dejarias a los Transportistas por nosotros.»

Facil

– Las pretensiones de comediante de Mickey Cohen ahuyentarian a cualquiera.

– Bien, agente, pero en tu papel de senuelo no te acercarias nunca a Cohen, asi que no sabrias eso.

Danny recordo algo: las bromas obscenas y las novelas baratas que intercambiaban los demas carceleros cuando el trabajaba en la prision del condado.

– Probemos con algunas alusiones sexuales, teniente.

Considine paso a la pagina siguiente.

– «Pero soy trece anos mayor que tu.»

– Un grano de arena en nuestro mar de pasion -replico Danny con tono satirico.

Dudley Smith solto una carcajada; Considine rio discretamente y continuo:

– «Llegas a mi vida cuando estoy comprometida. No se si confiar en ti.»

– Claire, tienes una sola razon para confiar en mi: que cuando estoy contigo yo no confio en mi mismo.

– Excelente replica, agente. Aqui va una bola curva: «?Estas aqui por mi o por la causa?»

Facil: el heroe de una novelucha que habia leido en una guardia.

– Lo quiero todo. Eso es todo lo que se, todo lo que quiero saber.

Considine aparto la libreta.

– Improvisemos sobre eso. «?Como puedes tener una vision tan simplista de las cosas?»

La mente de Danny funcionaba a toda marcha, dejo de buscar argumentos recordados e improviso.

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