antes de que salieramos juntos. Los tratamientos son dolorosos, pero aun asi me hacen pensar en ti, y si no fuera por el temor de que Judith se enterara, hablaria de ti constantemente.» Las Armbuster 304 son las cajas fuertes mas baratas del mundo, camarada. Un hombre de su posicion no deberia ser tan tacano.

Lenny Rolff cayo de rodillas en la hierba. Dudley se arrodillo junto a el y capto una susurrada lista de nombres. El ultimo, pronunciado en un sollozo, fue «Nathan Eisler». Mal regreso deprisa al coche, mirando hacia atras una sola vez. Dudley observo como su testigo voluntario lanzaba la maquina de escribir, el original, la mesa y las sillas en diversas direcciones.

Dudley llevo a Mal de vuelta al motel sin decir una palabra. Mal puso la radio en una emisora tipica: musica arrasadora a todo volumen. La despedida de Dudley fue: «Tienes mas estomago del que yo creia para este trabajo.» Mal entro y se paso media hora en la ducha, hasta que el agua caliente del edificio se agoto y el gerente fue a golpear la puerta para quejarse. Mal lo calmo con su insignia y un billete de diez, se puso un traje limpio y fue al centro a ver a su abogado.

La oficina de Jack Kellerman estaba en la Oviatt Tower, en la Sexta y Olive. Mal llego cinco minutos antes. Echo un vistazo a la desnuda sala de recepcion, preguntandose si Jake prescindia de secretaria para poder alquilar un apartamento en uno de los edificios mas caros de Los Angeles. En su primera entrevista habian hablado de generalidades; esta seria sobre temas concretos.

Kellerman abrio la puerta de la oficina a las tres en punto, Mal entro y se sento en una sencilla silla de cuero marron. Kellerman le estrecho la mano, luego se planto detras de un sencillo escritorio de madera marron.

– La preliminar sera pasado manana -dijo-, tribunal civil 32. Greenberg esta de vacaciones, y tenemos a un gai envarado llamado Hardesty. Lamento eso, Mal. Queria conseguirte un judio para impresionarle con tu trabajo como policia militar en Europa.

Mal se encogio de hombros, pensando en Eisler y Rolff; Kellerman sonrio.

– ?Puedes confirmarme un rumor?

– Claro.

– Oi decir que liquidaste a un bastardo nazi en Polonia.

– Es verdad.

– ?Lo mataste?

La oficina pequena y desnuda le estaba resultando sofocante.

– Si.

– Mazel tov -dijo Kellerman. Examino su calendario y algunos papeles-. En la sesion preliminar empezare pidiendo aplazamientos y tratare de elaborar una perspectiva para ponerte en manos de Greenberg. Se va a enamorar de ti. ?Como anda el asunto del gran jurado?

– Bien.

– Entonces, ?por que tienes tan mala cara? Oye, ?hay alguna probabilidad de que consigas el ascenso antes de que se reuna el gran jurado?

– No, Jake. ?Cual sera tu estrategia despues de los aplazamientos?

Kellerman se engancho los pulgares en los bolsillos del chaleco.

– Mal, se trata de aplastar a Celeste. Ella abandono al nino…

– No lo abandono. Los condenados nazis la capturaron junto con su esposo y los encerraron en Buchenwald.

– Calma, amigo. Tu me contaste que el nino sufrio abusos sexuales como consecuencia directa del abandono de la madre. En el campo de concentracion ella se vendio para conservar la vida. Tu batallon de la Policia Militar tiene las fotos de sus entrevistas de liberacion, y parece Betty Grable comparada con las otras mujeres que salieron vivas. Con eso la destruire en el tribunal, con Greenberg o sin el.

Mal se quito la chaqueta y se aflojo la corbata.

– Jake, no quiero que Stefan oiga esas cosas. Quiero que consigas una orden para impedir que asista a los testimonios. Una orden de exclusion. Puedes hacerlo.

Kellerman rio.

– Con razon abandonaste tus estudios de leyes. Las ordenes para excluir a los menores de los testimonios en casos de custodia no tienen validez legal a menos que ambos padres lo aprueben. Y el abogado de Celeste no lo permitira. Si la destrozo en el tribunal, cosa que voy a hacer, el abogado querra que Stefan este alli por si el nino corre hacia mama y no hacia papa. No esta en nuestras manos.

Mal vio a Stefan Heisteke, Praga 1945, saliendo de un periodo de tres anos de alimentos enlatados para perros y violaciones.

– Olvidalo. Ataca a Celeste con lo que ocurrio despues de la guerra.

– ?Las conversaciones en checo, por ejemplo? Mal, ella no bebe, no se acuesta con otros ni le pega al nino. No se quita la custodia de un hijo a la madre natural porque la mujer viva en el pasado.

Mal se levanto. La cabeza le palpitaba.

– Entonces, convierteme en el mayor heroe desde Lindbergh. Hazme parecer intachable como para que la maternidad sea lo de menos.

Jake Kellerman senalo la puerta.

– Echa el guante a unos cuantos comunistas y hare todo lo posible.

Mal se dirigio al Pacific Dining Car. Queria darse un festin para olvidar lo de Eisler, Rolff y Dudley Smith, la purga que no habia conseguido con media hora de agua templada. Pero en cuanto llego la comida, perdio el interes, cogio el diario de Eisler y examino los anos 1938 y 1939, la epoca en que el escritor salia con Claire de Haven.

Ninguna descripcion directa, solo analisis.

La mujer odiaba al padre, follaba con mexicanos para molestarlo. Tambien adoraba al padre y hacia que sus consortes izquierdistas blancos se pusieran camisas tradicionales como las de el, para poder arrancarles la ropa y entregarse al juego de humillar a los sustitutos paternos. Odiaba el dinero y la ideologia politica del padre, le saqueaba las cuentas para hacer obsequios a hombres cuyas ideas politicas despreciaba el viejo; se embriagaba con alcohol, estupefacientes y sexo, encontraba causas para hacer penitencia y convertirse en una ejemplar Juana de Arco izquierdista: organizaba, planificaba, reclutaba, financiaba con su propio dinero y a menudo obtenia donaciones gracias a su cuerpo. La eficacia politica de la mujer era tan demoledora que nunca se la considero una mera seguidora o aficionada; a lo sumo, solo se cuestionaban su psicologia y sus motivos. La fascinacion de Eisler por Claire continuo aun despues que terminara su amorio, conservaron su amistad cuando ella empezo sus aventuras con matones pachucos, sus internaciones en la clinica de Terry Lux, su gran penitencia por Sleepy Lagoon: un amigo mexicano vapuleado en los disturbios, una estancia en la clinica del doctor Terry y luego una temporada social, totalmente sobria, con el Comite de Sleepy Lagoon. Impresionante. Al margen de la demencial fijacion de Dudley Smith, los diecisiete chicos acusados de liquidar a Jose Diaz eran inocentes segun todas las versiones. Y Claire Katherine de Haven -zorra rica y comunista- habia desempenado un papel decisivo en la liberacion.

Mal recorrio el diario; las notas sobre Claire de Haven se reducian en el 44 y el 45. Probo algun bocado y retrocedio a ciertas paginas donde Eisler se mostraba inteligente, analitico, un individuo con buenas intenciones descarriado por profesores universitarios izquierdistas y el espectro de Hitler sobre Alemania. Hasta ahora, ninguna prueba. Si el diario se presentaba ante el gran jurado, Eisler apareceria, en realidad, extranamente heroico. Recordando que el hombre era amigo de Reynolds Loftis y colaborador de Chaz Minear, Mal busco a esos personajes.

Minear era debil, el mas femenino de los dos, la hiedra aferrada a la pared. Mal leyo parrafos acerca de Chaz y Eisler cuando escribian el guion de Frente oriental y Tormenta en Leningrado hacia 1942 y 1943. Eisler estaba enfadado con los chapuceros habitos laborales de Minear, enfadado por su atraccion hacia Loftis, enfadado consigo mismo por despreciar la homosexualidad de su amigo, peculiaridad que sin embargo toleraba en Reynolds porque al menos no era tan afectado. Se notaba la furia impotente de Minear creciendo desde los dias de Sleepy Lagoon. Lloraba en el hombro de Eisler por alguna aventura de Loftis -«Por Dios, Nate, es solo un nino, y lo han desfigurado»- y luego rehusaba insistir en ese tema. Vision retrospectiva: en el 47, Chaz Minear se desquito de su amante infiel delatandolo al HUAC, que incluyo a Loftis en las listas negras. Mal penso que si Danny Upshaw no podia infiltrarse en la UAES, Chaz Minear,

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