homosexual afeminado y debil, seria susceptible ante ciertas presiones: si se negaba a declarar, harian saber que los habia delatado antes.
El resto del diario era una lata: mitines, comites, reuniones, y nombres que Buzz Meeks deberia investigar junto con los nombres que Dudley habia arrancado a Lenny Rolff. Mal dejo de leer mientras el bistec se enfriaba y la ensalada se marchitaba; comprendio que Nathan Eisler le caia bien. Y que despues de la lectura del diario y ese intento de cena, no tenia adonde ir salvo el motel Shangri-Lodge, aunque lo que mas deseaba era hablar con Stefan, una violacion directa de las ordenes de Jake Kellerman. El motel solo ofrecia nombres de mujeres garrapateados en la puerta del cuarto de bano, y si llamaba a Stefan tal vez se toparia con Celeste y tendrian su primer enfrentamiento desde que ella se habia arreglado la cara. Inquieto, pago la cuenta, enfilo hacia las colinas de Pasadena y aparco en medio de un canon oblongo y oscuro: el «Callejon de la Cordita», el lugar donde su generacion de policias novatos se embriagaba, se confesaba y practicaba el tiro al blanco con altos arbustos de salvia que hacian las veces de delincuentes.
En el suelo habia una gruesa capa de cartuchos vacios; apagando los faros, Mal observo que las otras generaciones de policias habian hecho trizas los arbustos y habian pasado a practicar con los pinos achaparrados: los arboles estaban despojados de corteza y acribillados de agujeros de bala. Salio del coche, desenfundo el revolver reglamentario y disparo seis veces hacia la oscuridad; el eco le hirio los oidos y el tufo de la cordita le resulto agradable. Cargo de nuevo y de nuevo vacio el 38; mas alla de la colina, en la barriada de Pasadena Sur, otras armas dispararon, como una serie de perros aullandole a la luna. Mal cargo de nuevo, disparo, cargo y disparo hasta vaciar la caja de Remingtons; oyo ovaciones, aullidos, gritos y despues el silencio.
Un viento tibio susurraba en el canon. Mal se apoyo en el coche y penso en Antivicio, las operaciones, su rechazo del Escuadron Especial, donde uno actuaba pistola en mano y se ganaba el respeto de policias como Dudley Smith. En Antivicio habia eliminado una serie de burdeles de Chinatown considerados inexpugnables. Habia enviado policias novatos a hacerse chupar la verga, y cinco minutos despues los habian seguido agentes veteranos y tecnicos con camaras. Las muchachas acababan de bajar del barco y vivian en casa con mama-san y papa-san, quienes creian que estaban haciendo turnos dobles en la fabrica de camisas Shun-Wong; se hizo acompanar por un grupo de fornidos policias hasta la oficina de Tio Ace Kwan, el principal chulo chino de Los Angeles. Informo a Tio Kwan que si no se llevaba sus rameras del condado, mostraria las fotos a los papa-san -muchos de ellos relacionados con la organizacion Tong- y les informaria que Kwan-san estaba engordando gracias a la dieta de verga blanca de hija-san. Tio Ace se inclino, dijo que si, obedecio y siempre le enviaba un pato acaramelado y una atenta felicitacion en Navidad, y el siempre pensaba en pasarle el saludo a su hermano, cuando todavia se hablaban.
El.
Desmond.
El Gran Des.
Desmond Confrey Considine, quien le obligaba a entrar en casas oscuras y le convirtio en un policia, un agente de la ley.
Tres anos mayor. Siete centimetros mas alto. Un atleta, un experto en fingir piedad para impresionar al reverendo. El reverendo lo sorprendio robando un paquete de chicles en el Pig and Whistle local y le azoto tanto el trasero que el Gran Des se desligo unos tendones tratando de liberarse de las correas y no pudo jugar durante el resto de la temporada de futbol. Era un formidable defensa con poca inteligencia y una gran cleptomania que ahora lo aterraba: sin piernas ni pelotas, cortesia de Liam Considine, formidable calvinista.
Asi que Desmond recluto a su enclenque hermano menor, pensando que su extrema delgadez le permitiria entrar en lugares que el ahora temia saquear, que le conseguiria las cosas que queria: la raqueta de tenis de Joe Sintson, el aparato de radio de Jimmy Harris, el collar de dientes de alce de Dan Klein y todas las cosas buenas de que disfrutaban otros chicos, para su exasperacion. El pequeno Malcom, que no podia dejar de blasfemar aunque el reverendo le advirtio cuando cumplio catorce anos que el castigo seria una azotaina en vez de la cena de jabon de brea y aceite de castor a que estaba acostumbrado. El pequeno Mal se convertiria en ladron, o el reverendo sabria sus comentarios referentes a que Jesus lo hacia con Rex el Perro Maravilla y que Maria Magdalena se acostaba con Willy, el viejo que repartia hielo con su jamelgo. El reverendo sabia que Des no tenia suficiente imaginacion para inventar estas cosas.
Asi que el robaba, temeroso de Desmond, temeroso del reverendo, temeroso de confiar en su madre por miedo a que ella le contara al esposo y el reverendo matara a Des, fuera a la horca y los dejara a merced de la Junta de Caridad Presbiteriana. Alto y flaco, se convirtio en el Fantasma de San Francisco: se arrastraba por canerias, forzaba ventanas, robaba objetos deportivos que Desmond no usaba porque tenia demasiado miedo, libros que Desmond no leia porque era demasiado estupido, ropa que Desmond no se ponia porque era demasiado corpulento. Sabia que mientras Des guardara esas cosas lo tendria dominado, pero siguio prestandose al juego.
Porque Joe Stinson tenia una hermana refinada llamada Cloris, y a Mal le gustaba estar a solas en el cuarto de la chica. Porque Dan Klein tenia un perico que te sacaba las galletas de la boca. Porque la ligera hermana de Jimmy Harris lo sorprendio mientras saqueaba la despensa, le manoseo la entrepierna y le dijo que su cosa era grande. Porque cuando iba a robar el
Hasta el 1 de octubre de 1924.
Desmond lo habia enviado en una segunda incursion a la casa de Jimmy Harris; se deslizo por la abertura del sotano sabiendo que la ligera Annie estaria alli. Y estaba, pero no sola: un policia con los pantalones de sarga azul bajados la follaba en la alfombra del salon. Mal jadeo, tropezo y cayo; el policia le dio un punetazo y los anillos le destrozaron la cara. Se lavo las heridas solo, trato de armarse de valor para entrar en la casa de Biff Rice para ver si el bebe estaba bien, pero no tuvo las agallas; fue a casa, escondio las cosas de Desmond y le dijo que el juego se habia terminado: tendones desligados o no, el deportista tendria que hacer sus propios robos o el se lo contaria todo al reverendo. El solo queria una cosa -un camison de Annie Harris- y luego darian el trato por terminado. El le diria a Des cuando hacer el trabajo.
Vigilo la casa de los Harris, y supo que Annie recibia al agente John Rokkas todos los martes por la tarde, cuando el resto de la familia trabajaba en su puesto de productos en Oakland. En un frio martes de noviembre, le abrio la cerradura a Des; este entro y salio veinte minutos mas tarde, destrozado a golpes. Mal robo el botin de Desmond y lo oculto en una caja fuerte, estableciendo un equilibrio de miedo entre los dos hermanos Considine. Desmond abandono sus estudios de teologia y se convirtio en el rey de los coches de segundo mano. Mal fue a Stanford, se graduo y remoloneo durante un ano de estudios de derecho, sonando con aventuras de callejon, persiguiendo mujeres faciles sin disfrutar de la captura. Cuando el derecho se volvio insoportablemente aburrido, ingreso en el Departamento de Policia de Los Angeles, sin saber cuanto duraria como policia, o si duraria siquiera. Regreso a casa en Navidad, con veintitres anos, un novato que se asustaba en el distrito negro de Los Angeles. Asistio a la cena de Navidad con uniforme: cinturon Sam Browne, silbato plateado, revolver 38. Desmond, el rey de los coches de segunda mano, aun lucia las cicatrices que le habia dejado la tunda del agente John Rokkas y quedo aterrado ante esa nueva personalidad. Mal supo que seria policia hasta el dia de su muerte.
Mal se olvido de su hermano para pensar en Danny Upshaw. La oscuridad lo rodeaba, los cartuchos vacios rodaban bajo sus pies. ?Seria bueno Upshaw? ?Que descubriria? ?Sus hallazgos multiplicarian por cincuenta los episodios de hoy? ?Ellis Loew organizaria investigaciones envuelto en la bandera estadounidense?
«Tienes mas estomago del que yo creia para este trabajo.»
Dudley tenia razon.
Mal recogio un punado de cartuchos vacios, los arrojo a la oscuridad y regreso al motel Shangri-Lodge.
20
Habia mucha gente en el escondrijo de Mickey.
Mick y Davey Goldman estaban ensayando un nuevo numero comico, con una escopeta calibre 12 en vez de