entrevista habia salido muy bien. No habia visto las imagenes. No fui capaz de senalar el punto exacto ni colocar alli a mi madre.

Stoner aparco cerca del lugar. Hacia calor y humedad. Conecto el aire acondicionado y cerro las ventanillas.

Dijo que debiamos hablar de mi madre, con franqueza y sin reservas. Le asegure que me sentia capaz de hacerlo. Entonces, anuncio que pretendia reconstruir el crimen segun su idea de lo sucedido.

Mencione mi nueva teoria. Stoner se mostro en desacuerdo.

Segun el, el Hombre Moreno iba tras un cono, pero Jean tenia la regla y no habia querido darselo. No pasaban de los besos y magreos y el Hombre Moreno buscaba mas. Jean pretendia enfriarlo un poco y le propuso regresar al Stan's Drive-In. Alli los atendio nuevamente Lavonne Chambers. Jean habia bebido y estaba algo achispada. El Hombre Moreno estaba caliente y harto de ella. Y conocia esa calle solitaria junto al instituto…

Terminaron la consumicion y el Hombre Moreno sugirio ir a dar otra vuelta en el coche. Jean asintio. El Hombre Moreno la llevo directamente al lugar donde ahora estabamos y le exigio pasar a mayores.

Jean se nego. Discutieron hasta que el Hombre Moreno golpeo a Jean en la cabeza cinco o seis veces, utilizando los punos o alguna pequena herramienta de metal que tenia en el coche.

Jean perdio el conocimiento. El Hombre Moreno la violo. La lubricacion explicaba la ausencia de abrasiones vaginales. Un rato antes estaban sobandose y besandose. Jean se habia excitado y aun estaba mojada. El Hombre Moreno la habia penetrado suavemente. La violacion en si habia sido torpe y frenetica. El forense habia encontrado un tampon en el fondo del conducto vaginal. El pene del Hombre Moreno lo habia encajado alli dentro.

Jean seguia sin volver en si. El Hombre Moreno, aturdido, se dejo llevar por el panico. Estaba en su coche con una mujer inconsciente que podia identificarlo y acusarlo de violacion. Decidio matarla.

En el coche tenia una cuerda de persiana. La enrollo en torno al cuello de Jean y tiro de los extremos. La cuerda se rompio. Entonces, le quito la media izquierda y la utilizo para estrangularla. Arrastro el cuerpo fuera del coche y lo dejo sobre la hiedra. Despues, abandono la zona a toda prisa.

Cerre los ojos y repase nuevamente la reconstruccion de los hechos. Incluso fije la atencion en primeros planos sumamente elocuentes.

Empece a temblar. Stoner apago el aire acondicionado.

17

Vivia en un apartamento amueblado. Las sillas y el sofa estaban impregnados de un repelente de manchas sintetico. La agencia de alquileres suministraba la ropa de cama y los utensilios de cocina. El anterior inquilino me dejo un insecticida en aerosol y un frasco de colonia Old Spice. Los de la agencia instalaron un telefono. Conecte un contestador automatico. Se trataba de un lugar de clase baja para mi nivel de entonces. El salon y el dormitorio eran pequenos, las paredes blancas y lisas. Alquile el apartamento por meses, sin limite. Podia marcharme sin previo aviso.

Me traslade. De inmediato comence a echar de menos a Helen.

El lugar parecia una buena camara de obsesiones. Apenas si tenia ventanas. Para que semejase aun mas una cueva, podia correr las cortinas. Podia desconectar las luces y perseguir a la pelirroja en la oscuridad. Podia comprar un reproductor de discos compactos, escuchar a Rachmaninoff y a Prokofiev y desencadenar ese punto en que los vuelos liricos se vuelven discordantes.

La casa de Bill quedaba a veinte minutos. Bill llevaba un brazalete de reservista y permiso de armas. Trabajaba como colaborador externo para la oficina del ayudante del fiscal. Estaban preparando las pruebas contra Bob Beckett. Bill tenia carta blanca en la Brigada de Homicidios de la Oficina del Sheriff. Tenia acceso a todos los archivos y equipos de comunicaciones. Nuestra investigacion fue aprobada: Bill compartiria la informacion con el Departamento de Casos No Resueltos y contaria en todo momento con el expediente de Jean Ellroy. Me dijo que tendriamos que estudiar cada pedazo de papel que contuviera.

Compre un gran tablero de corcho y lo clave a la pared del salon. Pedi prestadas algunas fotos del expediente e hice un collage.

Clave con chinchetas dos instantaneas de mi madre en agosto del 57. Tambien clave el retrato robot del Hombre Moreno. Escribi un interrogante en un papel adhesivo y lo pegue sobre las imagenes. Seleccione un cinco por ciento de fotos de identificacion y las coloque debajo de los tres retratos. Mi escritorio estaba de cara al tablero. Cuando levantaba la vista observaba a mi madre entrar en su caida en barrena. Y alcanzaba a vislumbrar el resultado final. Podia devastar mi recuerdo de ella cuando era mas joven y tierna.

Bill me llamo. Dijo que debia reunirme con el en la Academia de Policia de la Oficina del sheriff. Queria ensenarme cierta prueba.

Fui en el coche y salio a recibirme al aparcamiento. Me anuncio que tenia noticias frescas.

El sargento Jack Lawton habia muerto en 1990. Ward Hallinen seguia vivo y residia en el condado de San Diego. Tenia ochenta y tres anos. Bill habia hablado con el. No recordaba en absoluto el caso Ellroy. Bill le explico nuestra situacion. Hallinen se mostro interesado y le dijo que le llevara el expediente. Quizas encontrase algo en el que le refrescara la memoria.

Nos dirigimos hacia el almacen de pruebas materiales. Junto a el habia una pequena oficina y, en ella, tres hombres enfrascados en una conversacion topica. Un tipo blanco decia que lo habia hecho O.J. Dos negros discrepaban de el. Bill enseno la placa y firmo un formulario de peticion de pruebas.

Uno de los hombres de la oficina nos llevo al almacen. En este, de las dimensiones de dos campos de futbol colocados uno junto al otro, hacia un calor terrible. El interior estaba lleno de estanterias de acero que llegaban hasta el techo, a diez metros de altura. Conte veinte o treinta hileras, rebosantes de paquetes envueltos en plastico.

Bill salio del almacen. Yo permaneci delante de un escritorio, cerca de la puerta. El encargado me trajo un paquete. Llevaba la marca identificativa Z-483-362.

El envoltorio era transparente. Vi cuatro pequenas bolsas de plastico en el interior. Abri el paquete y coloque las bolsas sobre el escritorio.

La mas pequena contenia unas muestras minusculas de polvo y fibras. Una etiqueta senalaba su procedencia: «Oldsmobile de 1955 / NPR-558 / 26/6/58.» La segunda encerraba tres pequenos sobres sellados. Llevaban anotado el nombre de mi madre y el numero del expediente. El contenido de cada uno aparecia rotulado mas abajo:

«Unas de la victima (muestra).»

«Cabellos de la victima (muestra).»

«Vello pubiano de la victima (muestra).»

No los abri. Si lo hice con la tercera bolsa grande, para ver el vestido y el sujetador que llevaba mi madre el dia de su muerte.

El vestido era celeste y azul marino. El sujetador, blanco, con encajes en las copas. Lo tome entre mis manos y me lo lleve a la cara.

No percibi ningun olor a ella. No logre sentir su cuerpo dentro de aquella prenda. Y lo deseaba. Deseaba reconocer su perfume y tocar su contorno.

Me pase el vestido por el rostro. El calor me hacia sudar. Moje ligeramente la tela.

Deje el vestido y el sujetador. Abri la cuarta bolsa. Vi la cuerda y la media de nailon.

Estaban enroscadas juntas. Vi el punto en que la cuerda habia rodeado y apretado el cuello de mi madre. Los dos lazos estaban intactos. Formaban circulos perfectos de apenas ocho centimetros de diametro. A mi madre le habian apretado el cuello hasta reducirlo a esas dimensiones, exactamente. Con esa fuerza la habian asfixiado.

Cogi las ligaduras. Las observe y las hice girar con los dedos. Me lleve la media a la cara e intente percibir el olor de mi madre.

Вы читаете Mis rincones oscuros
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату