vida, su interlocutora mas intima. Dificilmente iba a encontrar nunca consuelo en su esposa. De hecho, era rara la ocasion en la que podia descargar en ella preocupaciones, pensamientos o vivencias profundas. ?Siempre temia inquietarla, herirla de alguna manera. Aquel proceder suyo no era totalmente generoso y desinteresado, sino que tenia un sustrato egoista: si Susy se ponia nerviosa, su estado podia degenerar en un cuadro neurotico en toda regla. Entonces lo llamaba al telefono cada cinco minutos o pensaba que estaba ocultandole cosas horribles.
Al llegar a casa encontro a Susy en el jardin. Yacia sobre una tumbona, escuchando musica por los auriculares mientras leia un libro. Le sonrio alegremente.
– Hola, querido. Mira, aunque parezca mentira, he conseguido hacer cinco cosas a la vez.
– ?Cinco?
– Si, fijate: leo, escucho un disco, tomo el sol, estoy cocinando un asado en el horno y tambien descanso.
– Pues no se como puedes descansar con tantas actividades.
– Porque soy una mujer practica. Oye, ?por que no preparas unos aperitivos? Asi, mientras me lo tomo, llegare a seis cosas al mismo tiempo.
Henry entro en la cocina y mezclo vermut, ginebra y hielo picado en una coctelera. Luego saco dos copas del armario y volvio junto a su mujer. Sirvio el combinado, se sento y comenzo a beber en silencio.
– ?Por que estas tan callado?, ?te ha ganado Ramon el partido o simplemente estas cansado?
– Ramon no ha podido venir. He jugado con Marcos, y he ganado. Aunque a Ramon me cuesta mas ganarle.
– ?Por que no ha podido jugar?
Guardo un instante de silencio; luego la miro fijamente.
– Susy, le dijiste a Paula lo que habias visto en Nochebuena, ?verdad?
– No. Bueno… quiza le comente algo.
– ?Quiza le comentaste algo? ?Como se puede «comentar algo» tratandose de un tema como ese? ?Te das cuenta de la responsabilidad que tenias en tus manos?
– ?Claro que me doy cuenta!, por eso se lo dije. Ella es amiga mia.
– Oye, Paula no es una amiguita del colegio con quien estamos perfectamente compinchadas y a quien le contamos nuestros secretos. Es una mujer adulta cuyo matrimonio se viene abajo.
– ?No me hables en ese tono! ?No soy una estupida! Se quien es Paula, una mujer adulta a quien su marido se la esta pegando en las mismas narices. Si tan en peligro esta su matrimonio, Santiago podria haber sido mas discreto.
– ?Eso no es asunto tuyo! Ademas, deberias haber pensado que Paula es una mujer muy conflictiva, cualquiera puede advertirlo.
– Exacto, crea conflictos como pueda crearlos un perro malcriado, ?no? Las esposas no deben dar problemas, lo unico que tienen que hacer es portarse bien y esperar en casa a su maridito. Como yo, ?verdad, Henry?
– Ningun perro es tan neurastenico como tu.
En condiciones normales, Susy se hubiera echado a llorar frente a una replica semejante; pero no se encontraba en condiciones normales. Por primera vez se sentia entera, segura, firme, con ganas de administrar aquella bronca a su favor.
– En eso llevas razon. No soy un perro. Yo tambien soy una mujer adulta capaz de hacer cosas que un perro no haria jamas.
– ?Me estas amenazando?
– En absoluto. No debes sentirte amenazado por las cosas que yo haga. No eres mi dueno.
– ?Basta, Susy, estamos desbarrando! Esta discusion no lleva a ninguna parte.
– Te recuerdo que la empezaste tu, y me alegro, porque mientras hablabamos me he dado cuenta de muchas cosas.
Se levanto y desaparecio por la puerta de la terraza. Henry se quedo con la sensacion culpable de haber sido demasiado brusco. Ella volvio tras unos minutos; se habia cambiado de ropa.
– Me voy.
– ?Adonde?
– A dar una vuelta por ahi. Quiero despejarme un poco, estoy nerviosa.
– Susy, yo… te pido disculpas si te he ofendido.
– ?Bah, no te preocupes, da igual!
– No da igual. Te digo que lo siento.
– De acuerdo, yo tambien lo siento. Luego nos vemos, adios.
– ?Quieres que te acompane?
– No, gracias. Necesito un poco de silencio.
Henry se quedo sorprendido por la actitud de su esposa. ?Que estaba sucediendo? ?Por que de pronto no reaccionaba con su emotividad caracteristica? Si todo aquel asunto tan desagradable servia al menos para que ella evolucionara hacia su madurez, lo daba incluso por bienvenido. Aun asi, habia sido demasiado duro con ella. Conociendola, deberia haber sabido que era inutil ponerse como una fiera. Claro que, por muchas vueltas que le diera, seguia pensando que su indiscrecion precipitaria acontecimientos que podrian haberse evitado.
Se dieron un abrazo largo, apretado. Victoria le sonrio despues, debilmente. La encontro demacrada y con gesto de preocupacion.
– La suerte esta echada -le dijo cogiendole la barbilla y mirandola a los ojos-. ?No estas arrepentida de fugarte con un tipo como yo?
– Quiero estar contigo siempre.
– Es un deseo muy facil de complacer, porque no pienso dejarte ni un momento.
– Crei que no iba a atreverme a hablar con Ramon, y ya ves, lo hice, con toda facilidad. Tuvo una reaccion muy violenta.
– Nadie sabe como va a reaccionar frente a una noticia asi.
– Pero el es un hombre tranquilo.
– Se le pasara.
– No, no se le pasara; es como si lo hubiera apunalado por la espalda.
– Te has limitado a decirle la verdad, y la verdad es que ya no lo quieres. Eso es algo que no puede permanecer oculto. Se supone que el motivo por el que maridos y mujeres permanecen juntos es el amor.
– Pero existe la lealtad.
– Mentir no es leal.
– Prefiero pensar que habia que hacerlo y ya esta hecho. ?Que paso con Paula?
– Nada que no estuviera en el guion. Seguira haciendo lo que ha hecho hasta ahora: beber y torturarse. Solo que le faltara su espectador principal.
– ?No temes que decida hacer algo mas… extremo?
– ?Matarse?, ?ni hablar! Encontrara alguien mas frente a quien representar sus espectaculos destructivos. Es una mujer con un gran poder de seduccion. En cualquier caso, lo que haga ya no me incumbe.
– ?Todo es tan dificil!
– No, no es dificil. Di que es doloroso, o desagradable o traumatico, pero no dificil. Desde que nos conocimos hemos avanzado siempre en linea recta, y asi seguiremos hasta el final. Solo hay que tener un poco de valor ahora; despues, todo ira sobre ruedas.
– Hablar contigo siempre me da animos, pero luego, cuando me quedo sola…
– Todo saldra bien. Ademas, no puede ser de otra manera, porque, ?no te das cuenta? ?Dios esta con nosotros!
Victoria estallo en una carcajada. El sonrio, aliviado de verla contenta al menos un instante.
– ?Bueno, menos mal que ries un poco! No podemos vivir esto como si fuera una tragedia absoluta. Sobre todo porque todas las tragedias acaban mal.
– Perdona, Santiago, se que no soy de mucha ayuda para ti, pero ya veras, en cuanto se acabe toda esta… primera fase, entonces cambiare. Me veras siempre muy animada.
– De eso me encargo yo. Vamos a tomar el cafe prometido. Me apetece pasear contigo por la calle sin ocultarnos.