chico se movilizara minimamente. Era un tipico sujeto de su generacion, siempre arrastrandose por los acontecimientos como si llevara montones de piedras en los bolsillos. ?Si ella se hubiera permitido esa pasividad!, ?donde estaria ahora?, ?quiza en el mismo sitio? Queria pensar que no.
Dario la vio llegar con la delicuescente impresion de que los extraterrestres lo visitaban, y no pudo desprenderse de esa idea mientras ella le hablaba de la necesidad de solidarizarse con los campesinos autoctonos, gentes desfavorecidas a quienes debian ayudar. Pero su extranamiento llego al colmo cuando oyo lo de la
– ?Y que es eso de una
– Es un termino ingles que define una especie de reunion sobre un tema concreto y en la que todo el mundo expone sus ideas. Literalmente significa «tormenta de cerebros». ?Ves la relacion?
– Pues no se yo si una tormenta es lo mas aconsejable en las actuales circunstancias.
– Ya, para ponerte a ti en funcionamiento haria falta un huracan, o un tifon. Pero quiero que tengas presente que se trata de algo de la maxima importancia y que lo tomo como un empeno muy personal. ?De acuerdo?
– Si, dona Manuela, lo que usted me diga.
– Convoca a todas las esposas de los mandos intermedios y a las de los ingenieros tambien. Manana a las cinco de la tarde. Le dices a Pancho que prepare bebidas frias y calientes en la sala del club. ?Ah, y bocadillos y snacks!
Aquella mujer estaba como una chota. Con todo el cristo que tenian organizado y a ella solo se le ocurria organizar fiestecitas de caridad. Aunque lo mas probable era que aun no se hubiera enterado de nada. En cualquier caso, a el le traia sin cuidado. Si queria tormentas, las tendria, ?ya lo creo que las tendria!, y con abundante aparato electrico, ademas.
Santiago hablaba todos los dias por telefono con Victoria. La animaba, le decia que todo iba bien. ?Era todo perfecto? Se marcharian de alli sin que el tuviera un trabajo seguro, pero eso no tenia demasiada importancia, encontraria otro trabajo, sin duda alguna. Las cosas nunca estan absolutamente en orden antes de que uno tome una decision de cambio. Primero hay que tomar la decision y luego los detalles van cogiendo forma paulatinamente. Procuraba ir dejando los asuntos de la obra en buen estado de revista, para que su sustituto no se encontrara con problemas. Habia intentado hablar un par de veces con Ramon, pero el lo rehuia abiertamente. No sabia con claridad que pensaba decirle, pero hubiera articulado algun tipo de peticion de excusas, jamas una explicacion. Por suerte, a Ramon no habia vuelto a darle por ponerse violento. A Victoria no le habia comentado el incidente. Sus conversaciones telefonicas iban solo encaminadas a que ella se sintiera reconfortada, a que pasara del mejor modo posible aquellos extranos dias de transito. Pero Victoria estaba triste. Habia comunicado la noticia a sus hijos, y la conmocion del momento habia acabado por deprimirla. La verdad era que el no se encontraba tranquilo. Tenia cada vez mas miedo de que ella no tuviera la fuerza suficiente como para superar todo aquello y se volviera atras. Tanto era asi que habia comprado ya los billetes de avion que los llevarian a Espana, en un acto semiconsciente de forzar un poco mas la irreversibilidad de sus planes.
Ella seguia negandose a que se vieran en su habitacion alquilada. Era absurdo, como si en aquellos momentos en que ya todo se habia hecho publico hubiera decidido guardar fidelidad al esposo abandonado. Pero el necesitaba verla, y aquella tarde logro forzar una cita en San Miguel.
En cuanto la vio llegar se tranquilizo por completo. Estaba preciosa. ?Como era posible que su belleza no le hubiera llamado la atencion desde el principio? Se habia enamorado de ella sin que su aspecto fisico contara en absoluto. Tenia unas ojeras pronunciadas y se habia adelgazado bastante, pero su hermosa boca se abrio de par en par para sonreirle. Se abrazaron con mayor intensidad que nunca. Emocionados, casi no podian hablar.
– ?Estas bien? -pregunto el tontamente.
– Quiero que nos vayamos pronto.
– Todo va perfectamente. Estoy completando los ultimos detalles de mi trabajo en la presa para dejar arreglado todo lo que depende de mi. Es cuestion de unos pocos dias mas. ?Ya has aclarado todo con Ramon?
– No ha vuelto por aqui ni me ha llamado. Supongo que no quiere verme, y debe de considerar que aun no es momento para tratar temas de tipo legal.
– Ya los tratareis, si no ahora, mas adelante. Mi caso con Paula es mas urgente. Tendra que marcharse de la colonia, solo esta aqui en calidad de esposa.
– ?Como debe de odiarme!
– No pienses en eso. Victoria, quiero hacer el amor. Vamos a nuestra habitacion, aunque solo sea un rato.
– Tengo miedo.
– Ya no hay nada que temer. Necesito estar contigo, tenerte.
– Esta bien.
Fueron a su habitacion alquilada. Estaba como siempre, con las gallinas picoteando en el patio y los ruidos de la casa que llegaban amortiguados hasta la parte de atras. Hicieron el amor buscando consuelo el uno en el otro, traspasandose fuerza. Luego se quedaron trabados en la cama, reposando.
– Cuentame de que tienes miedo.
– No lo se. Lo peor ha pasado, pero a veces me despierto en plena noche y pienso que nada de esto es verdad.
– ?Y te angustia comprobar que si es cierto?
Victoria sonrio tristemente. Lo beso en la boca. Santiago le susurro:
– ?Sabes que llevo en el bolsillo de esos pantalones que han quedado ahi tirados? Nuestros billetes de avion.
– ?En serio estan ahi?
– Los llevo siempre encima. ?Quieres verlos?
– ?Para que?
– Para que compruebes que todo es real.
– Ya se que todo es real.
– El que tiene miedo soy yo. Tengo miedo de perderte en el ultimo momento.
Se incorporo. Se quedo mirandolo a los ojos.
– Me voy a marchar contigo, Santiago, y si tu quieres, voy a pasar el resto de mi vida a tu lado. Nadie va a cambiar eso, ?comprendes? Nadie.
Santiago noto casi fisicamente que su cabeza se aligeraba de fantasmas y lo invadio una calma tan perfecta que solo tuvo ganas de dormir.
Dario llamo a la puerta tres veces. Solo a la tercera le abrio Victoria. Se habia retrasado pensando estupidamente que se trataba de Ramon. El chico la miro, pasando por alto la cara de susto.
– Perdone que la moleste, pero he estado llamandola por telefono y no respondia, y como tampoco la he visto ultimamente por la colonia…
– Lo siento, Dario, debia de estar despistada.
– Solo queria darle este papel. Es una convocatoria de reunion para todas las senoras.
– ?Con que motivo?
– Ahi lo pone. Es para una campana de solidaridad o de caridad; no se, dona Manuela les dara toda la informacion. Manana a las once, ?podra asistir?
– Si, supongo que si.
Cerro la puerta y fue a la cocina. Era verdad que llevaba varios dias comportandose como una proscrita. Habia contestado con negativas a las invitaciones de Manuela para jugar al tenis y solo respondia al telefono si sonaba segun la contrasena pactada con Santiago. Apenas si salia de casa, porque, en el fondo, temia encontrarse con Paula. Dejo la convocatoria sobre la mesa, suspiro con preocupacion. No podia seguir mostrandose como avergonzada de que la vieran, era indigno. Pero exponerse a una situacion violenta la hacia refugiarse entre sus cuatro paredes seguras. En realidad, habia estado esperando una visita de Paula, incluso habia previsto estrategias para responder sus reproches o aplacar su ira. Pero Paula no habia aparecido, por eso le resultaba comodo atrincherarse y esperar a que llegara el momento de huir. Eso era justo lo que Santiago