valiosa?' 'Muy valiosa', reconoci.
'?Lo ves? Y ?cuando te dijeron que habia ido el joyero con el carnet de identidad de Adelita?' 'Cuando fui a denunciar el robo de la sortija a la Guardia Civil.
Un mes y medio despues del robo, segun las fechas que ellos mismos me dieron.' '?Estas segura?' 'Si que lo estoy, porque recuerdo que fui al cuartelillo de la Guardia Civil uno o dos dias antes de ano nuevo y, segun el sargento, la venta de la joya se habia producido el 11 de noviembre, que es el dia de mi cumpleanos. Por eso me acuerdo. Luego fue el mismo sargento el que me envio a Gerona, que es donde Adelita habia vendido la joya, y alli fue el propio comisario de policia el que lo corroboro.' '?Que te dijo?' 'Nada especial. Se excuso porque no habia sabido encontrarme, dijo que me habia llamado una vez y que yo no estaba, pero reconocio que tendria que haber insistido, que a veces las cosas no son tan faciles de arreglar como parece, que harian lo posible por recuperar la joya, cosas asi.' '?Te ha vuelto a decir algo?
?Te ha llamado?' 'No, no me ha llamado. Y despues se me ocurrio denunciar a la policia, por ineficacia, por descuido, pero al final no lo hice.' '?Por que?' 'Pues porque, como yo no sabia muy bien como se hacen estas cosas, busque a un abogado que lo hiciera por mi, pero de los tres que visite ninguno quiso hacerse cargo del caso.' Saltaron los dos a la vez de sus asientos, exaltados, casi dando saltos.
'?Lo ves? ?Lo ves? ?No lo comprendes?' '?Que tengo que comprender?
?Que tienen que ver los abogados con la policia y el robo?' 'Pues que, primero, los abogados no quieren llevar un caso en el que hay que denunciar a un policia, porque no quieren y porque, ademas, algunos tienen sus motivos, y segundo, porque la policia conocia y defendia a Adelita.' '?A Adelita? ?De que la conocian? ?Por que habrian de defenderla?' Todo aquello se iba complicando y, por las caras risuenas de los vendedores, que bebian tranquilamente sus whiskys, me di cuenta de que sabian mucho mas de lo que decian. Porque no paraban de reir, de hacerse guinos, de echarse hacia atras con la copa en la mano como dando a entender lo claro que estaba, aunque a mi ni me parecia claro ni me hacia gracia tampoco.
'Bueno, ?que estais tramando?, o ?que estais ocultando?' 'Veras', dijo Felix como si me ayudara a pensar, '?que te hemos preguntado nada mas llegar?' Dude: 'No se' dije, 'que si habia echado a Adelita por puta', lo que mas me habia llamado la atencion.
'Eso, muy bien. Y ?por que crees que lo decimos?' '?Yo que se! Porque tal vez seais vosotros alguno de los que requiere los servicios de la agencia.' '?Que agencia?' saltaron los dos a la vez, muy interesados.
'?No sabeis de que os hablo?
La agencia, una agencia que le proporcionaba clientes a Adelita.
O la que, en principio, debia de proporcionarselos, pero parece que los propios clientes acabaron prescindiendo de ella y llamaban directamente a Adelita, que ya tenia establecida su propia red de contactos. Dorotea era su nombre de guerra.' 'Anda, con la Dorotea. Esto si que no lo sabiamos. Vaya jornada laboral.' 'Yo creia que tambien vosotros habiais coincidido con ella por este sistema. ?Como sabeis que se llama Dorotea si no?' Felix se sirvio otra copa y me hizo senal de ponerme una a mi.
'Si', dije, 'creo que la voy a necesitar.' 'Eso, la vas a necesitar, te lo juro.' Y volvieron a reirse los dos.
Felix cogio un cigarrillo y, sin encenderlo, se lo iba pasando por los labios y por debajo de la nariz al tiempo que comenzaba una especie de discurso: 'Veras, nosotros vamos por las casas de los pueblos o de campo, pero tambien por los pisos en las ciudades, y vendemos maquinas de coser. Hasta aqui esta claro, ?no?
Bueno pues, como somos amables y simpaticos, hacemos amistad con las mujeres que nos compran.' 'Y no solo amistad', dijo Segundo. 'De hecho, muchas veces llegamos incluso a una gran intimidad. ?Me entiendes? ?Sabes a que me refiero?' Se les hacia dificil decirme estas cosas, era evidente, hablaban a golpes como si no dispusieran del lenguaje adecuado, como si, asi debia de ser, solo hubieran hablado de estas experiencias con otros hombres.
'Creo que si, creo que te entiendo', lo tranquilice.
'De la misma manera que establecemos una red de ventas, tambien tenemos nuestra red de, llamemosle, amistades.' '?De verdad?' Simule una sorpresa mayor de la que tenia.
'De verdad. No te lo digo por presumir, que podriamos, ?no es cierto, Felix?' Y el otro asintio. 'Te lo digo para contarte que fue asi como conocimos a Adelita.
Al principio nos dijo que se llamaba Adelita, pero cuando comenzamos a ser mas amigos nos pidio que por telefono la llamaramos Dorotea. Y asi lo haciamos. Nosotros estabamos convencidos de que era una estratagema para despistar a la senora de la casa, tu', y se detuvo mirandome, 'lo que son las cosas de la vida.' 'Bueno, continua.' 'Pues eso, no sabiamos que Dorotea usaba este nombre para los clientes de la agencia, porque nada sabiamos de la agencia. Y si al llegar preguntamos si la habias echado por puta no lo dijimos por lo que haciamos con ella.' '?Ah, no? Entonces, ?por que?' 'Calma, calma. ?Tu tienes prisa?' 'Yo no', dije, 'yo no tengo nada mas que hacer que estar aqui escuchandoos. Y, ?vosotros?, ?no teneis que trabajar?' 'Nosotros ya hemos acabado por hoy, veniamos a ver que era de Adelita o de Dorotea, porque llevamos tiempo sin saber de ella.
Si tu no tienes prisa, nosotros tampoco.' Se sirvio mas whisky y continuo: 'Pues veras, tambien Adelita paso por la piedra, o pasamos nosotros, vete a saber, y ademas da igual.' 'Pero…', dude.
'?Sabes que pasa?', dijo Segundo viendo la cara de escepticismo que yo ponia, '?sabes que pasa?
Que llegas a una casa como esta, fuera de la circulacion, como quien dice, y encuentras a una mujer que no tiene en que distraerse ni divertirse, con un marido que en el mejor de los casos va y viene sin hacerle caso. Pues oye, un poco de alegria no le viene nada mal. Esto es lo que ocurre.' 'Asi que un dia llegasteis aqui y conocisteis a Adelita y…' 'Eso es, asi sucedio. Pero no por eso la llamamos puta. Porque no lo haciamos como una transaccion ni como un negocio. Quiero decir que no pagabamos. Era por puro placer.' El whisky me daba confianza: '?Asi, sin mas, llegabais y os ibais a la cama?' 'Bueno, uno tiene sus artes de seduccion.' Tambien a ellos los ayudaba el alcohol. Tenian los ojos brillantes y se veian muy felices de poder hablar de sus andanzas. 'Tu ya ves cuando puedes y cuando no puedes ir mas lejos. Hay mujeres que ni siquiera te apetecen, hay otras que aunque te apetezcan a ti, a ellas ni se les ocurre tal cosa, pero aun hay otras que solo con la mirada ya te dicen que estan dispuestas. No tienes mas que ponerte en marcha y ya esta.' '?En la misma casa o quedabais para luego?' 'En la misma casa, en su cama, en la sala, donde mas nos gustara.' 'Pero si el marido de Adelita estaba siempre en casa, apenas trabajaba', dije.
Esta vez era solo una sonrisa, temerosa, apagada casi. Segundo tenia incluso el gesto de querer pasar por alto la historia de Adelita.
'Si, es cierto, esta en casa siempre porque esta enfermo, muy enfermo, eso dice ella, claro, pero a veces no estaba, a veces…' Lo interrumpio Felix, dirigiendose a el, decidido: 'Si se lo vamos a contar, se lo contamos todo. Y si nos echa, que nos eche. Mejor que lo sepa, ?no?' 'Si, tal vez, como quieras', concedio Segundo.
Con mas desparpajo del que hacia falta, como para darse animos, dijo Felix: 'Con Adelita nunca tuvimos problema, teniamos esta casa entera a nuestra disposicion', hizo un gesto de semicirculo con la mano y espero a ver mi reaccion.
Yo me habia quedado sin habla.
Lo que me costo un buen rato no fue, como creian ellos, decidir si los echaba o no los echaba, sino como lograria que continuaran hablando. Trague saliva.
'No me lo creo', pero lo dije con demasiada vehemencia. Habia todo un mundo que se movia en paralelo al mio del que yo no me enteraba, ?que mas me quedaria por saber? Callabamos los tres y ya crei que ese seria el final de nuestra conversacion, porque en ese mismo instante se habia creado una corriente de tension. Procure ocultar mi turbacion, incluso mi indignacion todavia sin delimitar ni definir, y continue con toda la naturalidad que pude: '?Que cara!', dije, dandome palmadas en la mejilla y procurando sonreir como si aquello no me afectara. '?Que cara!' La sonrisa ya salia mas natural. Dije entonces: 'Y en otros casos que no teniais tantas facilidades', decididamente me rei y esta vez ellos conmigo, '?no teniais miedo de que viniera alguien, el marido, por ejemplo?' El peligro habia pasado. Los dos estaban tan aliviados que siguieron hablando incluso con mucho mayor entusiasmo que hasta entonces, y con mas confianza, como si yo hubiera pasado una prueba y ya pudieran considerarme de los suyos.
Al fin y al cabo, pense con sorna, de un modo u otro habiamos compartido la casa. Ahora podia yo saberlo todo, con detalles incluso.
'Ellas saben. Claro que siempre hay imprevistos. Recuerdo un dia en que estabamos…', ?no se atrevia a continuar o buscaba las palabras?, 'pues eso, estabamos…
en la cocina es donde estabamos, sobre la mesa, ya me entiendes, cuando de pronto se oye la puerta…' Como si contara el argumento de una pelicula por centesima vez, sabia detenerse para mantener la emocion en el