Kapitan. Y por supuesto, el pais recordaba perfectamente que la emperatriz Alexandra era alemana: Alix de Hesse-Darmstadt. El pueblo empezo a llamarla «Niemka, esa mujer alemana», y empezaron a sospechar de ella y de su staretz, Rasputin, de quien temian que fuese un espia aleman. En Moscu, en la Plaza Roja, la multitud gritaba que habia que colgar a Rasputin, encerrar a la emperatriz en un convento y derrocar a Niki.

Para contener todo aquel alboroto provocado por la desesperacion de la Gran Retirada, porque asi fue como se empezo a llamar la ignominiosa marcha de retroceso de los hombres desde los Carpatos hasta Lublin y Lvov, el furor por la escasez de suministros, y la histeria por la paranoia de los espias, el zar clausuro la Duma, reemplazo a Nikolasha como comandante en jefe y se traslado permanentemente a la Stavka, que tuvo que ser trasladada, despues de la Gran Retirada, trescientos kilometros al este de Baranovich, a Maguilov, en el rio Debieper, en Ucrania, para evitar verse desbordados por los alemanes que avanzaban. En Baranovich, los generales y grandes duques dormian en sus propios y lujosos vagones de tren, en el cruce de ferrocarriles, donde habian hecho sacar los vagones de las vias y colocarlos en abanico en el bosque de abedules y pinos, formando unas pasarelas con tablas de madera entre ellos. Pero en Maguilov, los oficiales simplemente requisaron la casa del gobernador local y cada uno de ellos cogio una habitacion. Niki habilito dos habitaciones para el solo, una como estudio y la otra como dormitorio, y se dispuso a ser la figura decorativa del pais como zar guerrero. Con esa decision y su madre esperando a que acabase la guerra en Kiev, Petersburgo quedo para la emperatriz. Y para Rasputin.

Dejenme que les explique como se introdujo Rasputin en el palacio Alexander y en el regazo de Alix. Como siempre, tenia que ver con la salud del zarevich. Cuando Alexei fue en otono de 1915 a pasar unos meses en Maguilov con su padre, durmiendo en un catre en la habitacion con el, en la mansion del gobernador, Sergio me dijo que Alexei cogio un resfriado y un fuerte estornudo le produjo una hemorragia nasal que no podian detener. Los medicos intentaron aplicarle todo tipo de vendajes y tapones nasales de su inutil arsenal, mientras el cuerpo del muchacho continuaba bombeando roja sangre por la nariz, hasta que al final Alexei perdio la consciencia. En ese estado fue conducido por su padre en tren a Tsarskoye Selo, y Alix se reunio alli con el en la pequena estacion, esperando que Niki apareciera con el cadaver de su hijo, y cuando vio su blanco rostro y su cuerpo flacido le suplico a Niki que le permitiera llamar a Rasputin. Este, como podran imaginar, aprovechando al maximo su oportunidad, entro en la habitacion del chico, hizo la senal de la cruz encima del cuerpo del muchacho y dijo: «No os alarmeis. Nada malo ocurrira». Y al dia siguiente Alexei estaba ya sentado, con los ojos brillantes, pidiendo su cachorrito de spaniel, Joy, y el gato que habia dejado en el cuartel general.

Niki volvio a Maguilov al dia siguiente, pero habria que recurrir al asesinato para arrancar a Rasputin de Tsarskoye Selo. Con la guia del staretz, Alix pidio que los nombramientos ministeriales del pais se entregasen solo a cortesanos de la vieja escuela, hombres que adoraban la autocracia del zar, que creian que la Duma era un error, como ella, pero sobre todo, en su mayor parte hombres que estaban bien dispuestos hacia Rasputin. Ella estaba cargada con la misma energia que acumulo cuando Niki estuvo enfermo de tifus en Livadia y en los dos casos por el mismo motivo: si el zar estaba amenazado, el futuro de su hijo tambien lo estaba. Y queria asegurar el pais para los dos. Casi cada semana, al parecer, yo abria la gazeta y me encontraba el nombre de un nuevo ministro que Alix habia persuadido a Niki de que nombrase. A lo largo de los seis meses siguientes, Rusia tuvo cuatro primeros ministros, cinco ministros del Interior, tres ministros de la Guerra, tres ministros de asuntos Exteriores, cuatro ministros de Agricultura y tres de Transportes, y el pais se vio sumido en un desorden tal por la incesante sustitucion de la competencia por la incompetencia y de la incompetencia por la ineptitud que el gobierno apenas funcionaba. Rasputin, por supuesto, habia tomado parte en todos aquellos nombramientos, y a veces por motivos ridiculos: el chambelan de la corte, A. N. Yostov, complacio unas noche a Rasputin cantando con su voz de bajo en el restaurante gitano Villa Rode, y al mes siguiente fue nombrado ministro del Interior. Tanta gente iba a pedir el patrocinio de Rasputin que tenian que hacer cola en las escalinatas que iban a la puerta de su apartamento del tercer piso en la calle Gorojovaya, y el pais bullia de indignacion porque entre todos aquellos suplicantes se encontraba un agente aleman que oyo a Rasputin bravuconear y cotorrear sobre estrategias y tacticas confidenciales que planeaba el ejercito ruso, tacticas que Niki habia confiado a Alix y ella luego a Rasputin, porque ella anhelaba su bendicion para las maniobras militares de las que el no entendia absolutamente nada. El monje loco y la mujer alemana estaban destruyendo Rusia desde dentro y desde fuera, decia la gente, y a medida que la guerra iba empeorando, los oficiales, en su desesperacion, empezaron a tomar permisos largos y sin autorizacion del frente; aparecian de nuevo en los palacios y las embajadas e incluso en los bares de los hoteles Astoria y Europa, y una vez mas los uniformes y las medallas empezaron a tachonar la platea y los palcos del Mariinski.

En Petersburgo se cantaba una nueva cancion:

Solo queremos saber cada dia si habra ministros nuevos de repente, quien fue al teatro, con que compania, quien ceno en Cubat junto a que otra gente. Si Rasputin aun sigue en la brecha o si necesitamos otro santo, si la Kschessinska esta satisfecha, si lo celebro Shubin mientras tanto. Si el gran duque a Dina llevo al fin a casa, si MacDiddie estuvo acertado… ?Ah, si llegara un zepelin y destruyera todo Petrogrado!

Habra crimenes

Y asi fue como empezaron las conspiraciones, y no fueron solo los Vladimirovich quienes lo hicieron, sino tambien los Mijailovich, el antiguo Club de la Patata, quien conspiro con ellos… menos Sergio. En uno de los planes, cuatro regimientos de guardias serian enviados a Tsarskoye Selo para capturar a la familia imperial, enviar a Alix a un convento o a una institucion mental, arrestar a Rasputin y obligar a Niki a abdicar. No era una idea demasiado original. En la mayoria de los golpes se usaba a los guardias amotinados para derrocar al zar: Catalina la Grande, por ejemplo, los habia usado. Otro plan seria que los guardias asaltaran el tren imperial mientras viajaba entre Stavka y Tsarskoye Selo, y obligaran al zar a abdicar y arrestar a Alix o, segun las palabras de Miechen, «aniquilarla» y ahorcar a Rasputin. Luego, dependiendo del conspirador, se instalaria en el trono a Kyril o al zarevich Alexei, suplicando a Nikolasha o el hermano del zar, Miguel, que actuasen como regentes. La gran duquesa Vladimir; sus tres hijos; el guardia de Niki, Dimitri Pavlovich; el joven principe Yusupov, que se habia casado con la hija de Xenia, e incluso el hermano de Sergio, el ahora famoso historiador gran duque Nicolas Mijailovich, se reunian por las tardes en el palacio Vladimir. Otros complots fueron fermentando tambien entre los funcionarios de la Duma, y las conspiraciones finalmente fueron tantas y tan multitudinarias y se hablaba todo tan abiertamente que el hermano de Sergio, Nicolas, se vio obligado finalmente a escribir a Niki que si Alix no dejaba de interferir en asuntos de gobierno «habria crimenes».

Sus asesinos fueron aquellos hombres que se reunian en el palacio Vladimir: el gran duque Nicolas Mijailovich, el principe Yusupov y el gran duque Dimitri Pavlovich. Los Vladimirovich (Kyril, Boris y Andres), residentes de aquel palacio, se quedaron a salvo en casa, sin mancharse las manos de sangre, pero no por ello fueron menos culpables. El hermano de Sergio le conto los detalles a este. Habian atraido a Rasputin al salon del

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