saborear. ?Me habria amado el durante todos aquellos anos? Si el… si el me hubiera hecho noble y me hubiese convertido en su esposa en 1894 en lugar de Alix… Nuestro beso fue largo, y aunque el crepusculo nos envolvia con un manto de piel negra, no eramos totalmente invisibles bajo el. Cuando nos separamos al final, vi que Sergio habia salido, con el cachorro tras el, pero mi hijo habia vuelto para esperarnos, y ahora estaba de pie en el corredor, con el asombro mas absoluto pintado en la cara.
Aquella noche sone que seguia al zar a traves de las puertas del sur de Tsarskoye, esas grandes puertas, con su fachada gotica como el portalon de una iglesia enorme. El zar iba vestido con su grueso capote y su
En Petersburgo, conte a todo el mundo que habia dejado a mi hijo en Stavka, con Sergio.
El 1 de enero Niki regreso a la capital y, como me habia prometido, empezo a librar la capital de sus enemigos para que la ciudad y el trono fueran seguros para nuestros hijos. El principe Dimitri Pavlovich fue exiliado a Persia. El gran duque Nikolasha, que ya estaba en Tiflis, habiendo sido enviado alli tras su destitucion como comandante en jefe del ejercito para dirigir los regimientos del Caucaso, recibio la orden de quedarse indefinidamente alli. El principe Felix Yusupov, con su capote gris de soldado y bajo guardia, fue enviado a su propiedad de la provincia de Kurskaya, en la Rusia central. El hermano de Sergio, Nicolas, fue enviado a Grushevka, su propiedad en el campo en Ucrania. A los Vladimirovich se les ordeno salir de Petrogrado, y Miechen, Andres -que me dedico un rapidisimo adios- y finalmente Boris, se fueron al Caucaso, a Kislovodsk, con la excusa salvadora de que estaban realizando una cura en un balneario, y el palacio Vladimir y la mansion Von Dervis quedaron vacios de repente. Andres vino a decirme adios a la Perspectiva Kronoverski, y yo le bendije con el icono de mi padre de Nuestra Senora de Czestokowa, mientras el se arrodillaba, aunque no se iba a la guerra sino a un lugar que la guerra no habia tocado y donde podia estar totalmente seguro; francamente, me alegre de verle partir. Ya no era ninguna diversion para mi, y su traicion ponia en peligro a mi hijo… mis ambiciones para mi hijo. Kyril, como comandante de la Marina, recibio la orden de dirigirse a Port Romanov, en el Circulo Polar Artico, muy lejos de la capital, donde quiza, con un poco de suerte, se congelara hasta morir. Despues de la guerra, Niki planeaba volver su atencion a sus ministros del Consejo de Estado y a los miembros de la camara inferior de la Duma, para librar ambas de la incompetencia que estaba paralizando el pais, pero sentia que reorganizar el Gobierno justo entonces, en medio de una guerra, podia ser desastroso. Primero Rusia debia ganar a Alemania. Y asi, con este fin, Niki abruptamente decidio volver durante tres semanas a Stavka, y Alix y sus consejeros no pudieron disuadirle.
Las vacaciones de Navidad y Ano Nuevo habian elevado la moral del pais, y el tiempo se habia encargado del resto, volviendose tan frio, a quince grados bajo cero, que las calles se habian vaciado de alborotadores. De hecho hacia tanto frio que no se podian enviar suministros ni a la capital ni fuera de ella, porque las tormentas de nieve mantenian los trenes congelados en las vias. Las panaderias se vieron obligadas a dejar de hacer pan porque la harina y el azucar no se podian transportar desde sus respectivos almacenes y silos, y los ricos pasteles desaparecieron de las tiendas, seguidos por los bizcochos, bollos, tartas y finalmente las humildes hogazas de pan. Las mujeres empezaron a hacer largas colas para obtener lo que hubiese disponible. Habia enormes problemas para transportar el carbon, tambien, y las vallas de madera que quedaban en Peter empezaron a desvanecerse porque la gente las iba arrancando para quemarlas en sus estufas. Pero siguiendo las ordenes del zar, cuatro camiones consiguieron descargar carbon en mi mansion de Petrogrado, y aquella imagen llamo tanto la atencion que se congrego una multitud, a pesar de la temperatura, solo para verla. Como he dicho, mi barrio estaba lejos de las fabricas que albergaban a los huelguistas, y mi casa tambien estaba bastante alejada de los alojamientos donde estos vivian, de modo que aquella multitud pertenecia a la nobleza, pero no por eso era menos hostil. Los hombres golpeaban entre si las manos enguantadas, con los gorros de piel bien encasquetados, y hacian comentarios. Yo abri la puerta del balcon de Vova, solo una rendija. Daba a la perspectiva Kronoverski, y oi al embajador frances Maurice Paleologue, un metomentodo que llevaba un diario de acontecimientos extenso pero ridiculamente banal (los nombramientos ministeriales del zar estaban consignados junto al abrigo de chinchilla y el vestido de tafetan gris que llevaba la bella esposa reciente del hermano de Niki. Hablaba incluso de sus «soberbias perlas»). Si, Paleologue declamaba, altisonante: «Parece que 'nosotros' no reclamamos la atencion de las autoridades imperiales igual que Madame Kschessinska». Ante lo cual yo pense: «Por supuesto que no,
Las llamadas siempre empezaban de la misma manera. Un sirviente del palacio anunciaba: «Esta usted recibiendo una llamada de los apartamentos imperiales de Su Majestad el zarevich Alexei Nikolaievich», y luego mi hijo se ponia al telefono y me contaba lo que habia ocurrido durante la semana. Estaba aprendiendo ingles con el tutor de Alexei, Mister Gibbes. Habia bajado en trineo por una enorme colina de hielo y ganado a las chicas, tanto a las Dos Grandes como a las Dos Pequenas, para cenar habian comido cochinillo con rabano picante, y cuando podria ir yo a visitarle, ya que el emperador habia dicho que seria pronto, y yo accedia y decia que si, que seria pronto, a principios de marzo. Despues de aquellas llamadas, yo me vestia y me iba al teatro.
Aunque tenia ya cuarenta y cuatro anos seguia bailando, si bien no tan a menudo, y recuerdo exactamente cual fue mi ultima actuacion, aunque, por supuesto, yo no sabia que iba a ser la ultima. Interprete un pasaje de