Keflavik se parece tanto a Holberg como ella dice, podria ser cierta la teoria de que tuvo otro hijo.

– Ese otro hijo no tiene necesariamente que ser el fruto de una violacion -tercio Sigurdur Oli-. En realidad no tenemos nada que lo indique, salvo que Ellidi dijo que sabia de otra victima. Eso es todo. Y Ellidi es un idiota, claro esta.

– Ninguno de los conocidos de Holberg con quienes hemos hablado ha mencionado ningun hijo -anadio Elinborg.

– Pero nadie lo conocia bien -dijo Sigurdur Oli-. Esa es la verdad. Era un solitario, veia a algunos companeros de trabajo, coleccionaba pornografia de internet, e iba con gente como Ellidi y Gretar. Pero nadie sabia nada sobre ese hombre.

– ?Publicamos un anuncio de busqueda del hombre desconocido? -propuso Elinborg en tono gracioso-. Podemos utilizar una fotografia de Holberg cuando era joven o preparar un retrato que se le parezca y enviarlo a la prensa.

– Lo que yo pienso -dijo Erlendur sin escuchar las bromas de Elinborg- es lo siguiente: si existe un hijo de Holberg, ?como es que sabe de la existencia de Elin, la tia de Audur? ?No sabra entonces que Audur era su hermana? Si conoce a Elin, supongo que tambien estara al corriente de la existencia de Kolbrun y de la violacion, y no entiendo como. La prensa no ha publicado nada sobre la investigacion. ?De donde saca la informacion?

– ?No le sacaria la informacion a Holberg antes de matarlo? -pregunto Sigurdur Oli-. ?Os parece probable?

– Quiza se la saco a la fuerza -repuso Elinborg.

– Primero, no sabemos si existe ese hombre -dijo Erlendur-. Elin estaba muy alterada. Pero, en el caso de que exista, no sabemos si fue el quien mato a Holberg. Tampoco sabemos si conocia la existencia de su padre, ni si nacio como consecuencia de una violacion. Ellidi dice que, antes de Kolbrun, hubo otra mujer que sufrio lo mismo o tal vez algo peor. Si de esa violacion nacio un nino, dudo que la madre hubiera tenido mucho interes en hablarle de su padre. Nunca denuncio nada a la policia. En nuestros archivos no hay nada sobre otras violaciones cometidas por Holberg. Tenemos que encontrar a esa mujer, si es que existe…

– Y en lugar de eso, estamos reventando cimientos para encontrar a un hombre que lo mas seguro es que no tenga nada que ver con el asunto -dijo Sigurdur Oli.

– ?Que mierda de sentido del humor es esa? -exclamo Erlendur elevando la voz de repente-. ?Habra alguna manera de sacaros una maldita frase que no sea para mearse de risa?

– Es posible que Gretar no este aqui mezclado con los cimientos -insistio Elinborg.

– ?Como? -dijo Erlendur.

– ?Quieres decir que puede ser que este vivo? -pregunto Sigurdur Oli.

– Me imagino que el lo sabia todo sobre Holberg -respondio Elinborg-. Se habia enterado de lo de la hija porque, si no, no hubiese fotografiado su tumba. Seguro que sabia tambien como fue concebida. Si Holberg tenia otro hijo, tambien lo habria descubierto.

Erlendur y Sigurdur Oli la miraron con interes.

– Tal vez Gretar sigue entre nosotros -continuo Elinborg-, y esta en contacto con el hijo. Esa seria una explicacion de como el hijo conoce a Elin y a Audur.

– Pero Gretar desaparecio hace veinticinco anos y nadie ha vuelto a saber de el -dijo Sigurdur Oli.

– Que haya desaparecido no significa que este muerto -repuso Elinborg.

– Asi que… -empezo a decir Erlendur, pero Elinborg le interrumpio:

– Pienso que no debemos excluir ninguna posibilidad. ?Por que no contar con la probabilidad de que Gretar siga vivo? Nunca se encontro su cadaver. Podria haberse ido al extranjero. Quiza le basto con marcharse a otro lugar del pais. Nadie se entrometia en su vida. Nadie lo echaba de menos.

– No recuerdo nada parecido -dijo Erlendur.

– ?Parecido a que? -pregunto Sigurdur Oli.

– A que un hombre desaparecido reaparezca en escena veinticinco anos despues. Las desapariciones en este pais suelen ser siempre definitivas. Nunca regresa nadie despues de veinticinco anos.

Nunca.

Capitulo 31

Erlendur los dejo en Las Marismas y se fue a ver al forense. El medico estaba terminando de examinar a Holberg y cuando llego Erlendur tapo el cadaver. Los restos mortales de Audur no estaban a la vista.

– ?Has encontrado el cerebro de la nina? -pregunto el forense cuando Erlendur entro.

– No -dijo Erlendur.

– He hablado con una catedratica, una vieja amiga mia de la universidad. Le explique el caso (espero que eso no sea un problema) y se sorprendio de nuestro pequeno descubrimiento. ?Has leido la novela de Laxnes?

– ?Sobre Nabucodonosor? Si, me ha venido a la mente ultimamente -dijo Erlendur.

– ?No se llama Luja, la novela? Hace mucho que la lei, pero recuerdo que trata sobre unos estudiantes de medicina que roban un cadaver y llenan el ataud de piedras, que es la manera mas sencilla de camuflar el robo. Antiguamente, tal como se explica en la novela, salvo que la familia lo prohibiera, a la gente que se moria en los hospitales se les solia hacer la autopsia y los resultados se utilizaban para la ensenanza. Algunas veces se sustraian muestras, cualquier cosa, desde cerebros hasta pequenas porciones de tejido. Luego se cerraba todo y el muerto se enterraba con honores. Ahora todo es diferente. Se necesita de antemano el permiso de los familiares para hacer una autopsia y no se extraen muestras para la ensenanza ni para investigacion, salvo en contadas ocasiones y con ciertas condiciones. Creo que ya no se roba nada.

– ?Crees?

El forense se encogio de hombros.

– No estamos hablando de donacion de organos, ?verdad? -dijo Erlendur.

– No, todo lo contrario. La gente normalmente esta dispuesta a hacer donacion cuando se trata de salvar vidas.

– ?Y donde puede haber una coleccion de organos?

– Hay miles de muestras en esta misma casa -explico el forense-. La mayor parte pertenecen a la llamada Coleccion Dungal. Esa es la mayor coleccion de organos del pais.

– ?Me la puedes ensenar? ?Tienes un registro donde se explique la procedencia de las muestras?

– Todo esta perfectamente registrado. Me tome la libertad de buscar nuestra muestra particular, pero no la encontre -dijo el forense.

– Entonces, ?donde puede estar?

– Tendras que hablar con la catedratica, a ver que te dice. Creo que hay algunos registros en la universidad.

– ?Por que no me lo habias dicho? ?Sabias ya todo esto cuando descubriste que faltaba el cerebro? -pregunto Erlendur.

– Habla con la catedratica y luego vuelve aqui. Supongo que ya te he contado demasiado.

– ?Los registros de la coleccion estan en la misma universidad?

– Si, segun creo -dijo el forense.

Apunto el nombre de la catedratica y se lo entrego a Erlendur.

– ?Asi que conoces la Ciudad de Tarros? -pregunto Erlendur.

– Llamaron Ciudad de Tarros a una de las habitaciones de aqui. Pero ya esta cerrada. No me preguntes que fue de los tarros porque no tengo ni idea.

– ?Te incomoda hablar de esto?

– Dejalo ya.

– ?Como dices?

– Dejalo.

La catedratica, presidenta del departamento de medicina de la Universidad de Islandia, se llamaba Hanna. Se quedo mirando a Erlendur desde el otro lado de la mesa como si fuera un microbio al que habia que eliminar del

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