cosa, el pobre.

– Tengo ciertas sospechas -dijo Erlendur.

– ?Hablaste con la catedratica?

– Una mujer muy agradable.

– Si, ?verdad?

Cuando Erlendur llego a su oficina, Sigurdur Oli le esperaba para decirle que iba camino del departamento tecnico. Al parecer habian conseguido ampliar algunos trozos de las peliculas fotograficas que se encontraron en el sotano de Holberg. Erlendur le explico lo esencial de la conversacion con Katrin.

Ragnar, el jefe del departamento tecnico, aguardaba en su despacho con algunos negativos y vanas fotografias ampliadas sobre la mesa. Miraron detenidamente las fotografias que les mostro.

– Solo pudimos sacar estas tres -dijo el jefe-, pero no logro distinguir lo que muestran. Habia siete rollos de veinticuatro fotos de la casa Kodak. Tres estaban totalmente velados y no sabemos si habian sido impresos, pero de otro pudimos ampliar eso que veis. ?Reconoceis algo?

Erlendur y Sigurdur Oli miraron las fotos con atencion. Todas eran en blanco y negro. Dos de ellas tenian una mitad negra, como si el objetivo no se hubiera abierto del todo, el motivo estaba desenfocado y tan poco claro que no lograron ver lo que era. La tercera estaba entera y mostraba de forma bastante nitida a un hombre haciendose una foto a si mismo, delante de un espejo. La camara era pequena y de forma plana con un cubito de flash de cuatro bombillas en la parte superior. El fogonazo iluminaba al hombre del espejo. Vestia tejanos y camisa y una cazadora de verano.

– ?Os acordais de los cubitos de flash? -pregunto Erlendur con un deje de nostalgia en la voz-. ?Que revolucion!

– Si, los recuerdo bien -contesto Ragnar, que tenia una edad parecida a la de Erlendur.

Sigurdur Oli los miraba sacudiendo la cabeza.

– ?Llamarias tu a esto un autorretrato? -dijo Erlendur.

– Es dificil verle la cara debido a la camara, pero ?no os parece probable que sea Gretar? -sugirio Sigurdur Oli.

– ?Reconoceis los alrededores, o lo poco que se ve? -pregunto el jefe.

En la foto-reflejo se veia detras del fotografo una parte de lo que parecia ser un salon. Erlendur identifico el respaldo de una silla e incluso una mesa de comedor, una alfombra en el suelo y algo que podian ser unas cortinas que llegaban hasta el suelo. Todo lo demas estaba borroso. La iluminacion mas fuerte caia sobre la figura del hombre del espejo, pero iba disminuyendo hacia los lados hasta desaparecer totalmente.

Se quedaron mirando la fotografia un buen rato. Finalmente a Erlendur le parecio distinguir algo en la oscuridad, a la izquierda del fotografo. Podria ser la forma de un objeto o incluso el perfil de alguien. Unas cejas y una nariz. Solo era una sensacion, pero se percibia una desigualdad en la oscuridad, unas pequenas sombras que despertaron la imaginacion de Erlendur.

– ?Podemos aumentar esta zona? -le pregunto a Ragnar, que miraba la misma imagen sin distinguir nada.

Sigurdur Oli cogio la foto y la miro detenidamente, pero tampoco vio nada de lo que Erlendur creia haber distinguido.

– Lo hacemos en un momento -dijo Ragnar.

Le siguieron hasta la sala de los tecnicos.

– ?Hay huellas digitales en los negativos? -pregunto Sigurdur Oli.

– Si -respondio Ragnar-, hay dos. Las mismas que habia en la fotografia del cementerio. Las de Gretar y Holberg.

Pasaron la fotografia por un escaner y la imagen aparecio en una pantalla grande de ordenador. Ampliaron la zona en cuestion. Lo que inicialmente parecia una sombra desigual se convirtio en innumerables puntos que ocuparon toda la pantalla. No podian distinguir nada de la fotografia, incluso Erlendur ya no veia lo que creia haber visto antes. El tecnico seguia trabajando con el teclado mientras la imagen se reducia y comprimia. Los puntos iban juntandose hasta que poco a poco se fue formando una cara de hombre. Era muy poco definida, pero Erlendur creyo reconocer la cara de Holberg.

– ?No es este el animal? -exclamo Sigurdur Oli.

– Se puede ajustar algo mas -dijo el tecnico, definiendo mejor la imagen.

Pronto se distinguieron unas ondas que hicieron pensar a Erlendur en una melena femenina, y luego aparecio otro perfil muy debil. Erlendur miro la imagen fijamente hasta que de pronto se imagino ver a Holberg hablando con una mujer. En ese momento tuvo una extrana alucinacion. Sintio ganas de advertir a gritos a la mujer que saliese de inmediato de esa casa, pero a la vez comprendio que era demasiado tarde. Habian pasado muchos anos.

Entonces sono un telefono, pero nadie se movio. Erlendur penso que era el telefono del escritorio.

– Es el tuyo -le dijo Sigurdur Oli.

Erlendur tardo un rato en encontrar su movil, pero finalmente lo saco del fondo de uno de sus bolsillos.

Era Elinborg.

– ?Que haces, holgazan? -dijo ella cuando por fin contesto.

– Ve al grano -repuso Erlendur.

– ?Al grano? ?Que pasa, estas estresado?

– ?Por que no me dices de una vez para que llamas?

– Es acerca de los chicos de Katrin, o de sus hombres, porque ya son todos adultos -dijo Elinborg.

– ?Que pasa con ellos?

– Seguramente son todos unas personas estupendas, si bien uno de ellos trabaja en un sitio muy, pero que muy especial. Pense que deberias saberlo cuanto antes; aunque si estas tan estresado y tan tremendamente ocupado y no tienes ganas de hablar, llamare a Sigurdur Oli.

– Elinborg.

– ?Que, carino mio?

– ?Por Dios, mujer! ?Me vas a decir de una vez lo que ibas a decirme? -grito Erlendur mirando a Sigurdur Oli.

– Uno de los hijos trabaja para el Centro de Secuenciacion Genetica -dijo Elinborg.

– ?Secuenciacion? ?Que hijo?

– El pequeno. Trabaja con una nueva base de datos. Arboles genealogicos y enfermedades, familias islandesas y enfermedades hereditarias. El hombre es especialista en enfermedades hereditarias islandesas.

Capitulo 35

Erlendur llego muy tarde a casa. Decidio que por la manana temprano iria a hablar con Katrin y le expondria sus sospechas. Confiaba en encontrar pronto al hijo. En caso de que la busqueda se alargase, se corria el peligro de que la prensa se enterase, y Erlendur queria evitar eso a toda costa.

Eva Lind no estaba en casa. La cocina estaba recogida y Erlendur metio en el microondas una de las dos raciones de comida que habia comprado y apreto el START. El gesto le recordo la noche que Eva Lind llego a casa y le encontro precisamente manipulando el microondas. Fue cuando le conto que esperaba un hijo. Tenia la impresion de que habia pasado por lo menos un ano desde que ella se sentara frente a frente y le pidiera dinero a la vez que esquivaba sus preguntas. Sin embargo, solo habian pasado unos pocos dias. Antes no solia sonar, pero ahora tenia pesadillas por las noches. Cuando se despertaba solo se acordaba de pequenos fragmentos de sus suenos, si bien no se libraba de una sensacion desagradable. Tampoco mejoraba mucho las cosas el dolor en el pecho, que le molestaba cada vez con mas frecuencia, un dolor que no desaparecia por mucho que se frotara.

Penso en Eva Lind y el nino, penso en Kolbrun y Audur, en Elin, en Katrin y sus hijos, en Holberg, Gretar, y Ellidi en la carcel. Tambien penso en la novia de Gardabaer y su padre, penso en si mismo y en sus hijos, en su hijo Sindri Snaer, al que casi nunca veia, y en Eva, que recurria a el con sus problemas y a la que abrumaba a

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