– Pero no siempre ha sido asi -dijo Erlendur.

– No se como se hacia antiguamente. Sin duda entonces no habia tanto control como ahora. No tengo ni idea. No se que te he hecho yo para que muestres tanta indignacion. ?Te acuerdas de la noticia sobre los franceses? Una fabrica de coches que utilizaba cuerpos humanos para sus pruebas de choques, tambien cuerpos de ninos. Puedes indignarte por eso. Los organos se compran y se venden en todo el mundo. Incluso se asesina a gente para conseguir sus organos. Lo que yo he coleccionado no es ningun crimen.

– Pero ?para que? ?Que haces con eso? -pregunto Erlendur.

– Investigo, claro -dijo el medico, y tomo un sorbo de jerez-. Miro por el microscopio. ?Que suelen hacer los coleccionistas? Los filatelicos miran el franqueo de correos. Los bibliofilos miran el ano de la edicion. Los astronomos tienen el universo delante de sus ojos y se dejan impresionar por esos tamanos increibles. Yo miro mi mundo microscopico muy a menudo.

– ?Asi que tu hobby es la investigacion? ?Tienes suficientes medios para investigar las muestras y organos que coleccionas?

– Si.

– ?Aqui en casa?

– Si. Si las muestras estan bien conservadas pueden volverse a analizar. Cuando te llega una nueva informacion acerca de algo o si te interesa buscar un aspecto concreto en particular, siempre puedes volver a examinarlas. Son perfectamente aptas para la investigacion.

El medico se quedo callado un momento.

– ?Estas preguntandote por lo de Audur? -dijo al fin.

– ?La conoces? -pregunto Erlendur asombrado.

– Sabes que si no le hubieran hecho la autopsia y no le hubieran sacado el cerebro nunca se habria podido averiguar la causa de su muerte. Eso lo sabes. Ha estado enterrada demasiado tiempo. No habria sido posible investigar su cerebro despues de mas de treinta anos bajo tierra. De esa manera, lo que te ha parecido tan repugnante probablemente resultara ser tu tabla de salvacion. Supongo que te das cuenta de ello.

El medico se quedo pensativo.

– ?Has oido hablar de Luis XVII? Era el hijo de Luis XVI y de Maria Antonieta. Lo encarcelaron durante la revolucion y le quitaron la vida cuando tenia diez anos.

– ?A quien?

– A Luis XVII.

– ?Luis?

– Hace poco mas de un ano oi en las noticias que cientificos franceses habian descubierto que no se habia escapado de la carcel como se creia, sino que murio alli. ?Sabes como lo descubrieron?

– No se de que me estas hablando -dijo Erlendur.

– En su momento le sacaron el corazon y lo guardaron en formalina. Ahora los cientificos han podido hacer la prueba del ADN y descubrir que unos que afirmaban ser familiares, en realidad no eran tales. Su parentesco con la familia real estaba basado en mentiras. Ninguno de ellos estaba emparentado con el principe. ?Sabes cuando murio el pequeno Luis?

– No.

– Hace mas de doscientos anos. En 1795. La formalina es un liquido extraordinario.

Erlendur penso en las palabras del medico.

– ?Que sabes acerca de Audur? -pregunto.

– Algunas cosas.

– ?Como llego la muestra a tus manos?

– A traves de una tercera persona -dijo el medico-. Creo que no voy a entrar en eso.

– ?De la Ciudad de Tarros?

– Si.

– ? La Ciudad de Tarros fue a parar a tus manos?

– Una parte. No hace falta que sigas hablandome como si fuera un criminal.

Erlendur se quedo pensativo.

– ?Has encontrado la causa de su muerte?

El medico miro a Erlendur y tomo otro sorbo de jerez.

– Pues si -dijo-. Siempre me ha gustado mas la investigacion que el servicio medico. Mi mania coleccionista me ha permitido dedicarme a las dos cosas, aunque de manera limitada.

– En el informe judicial de Keflavik solo se habla de un tumor, pero sin mas detalles.

– Vi ese informe. Es muy defectuoso, siempre fue un informe provisional. Como te digo, yo lo he investigado mas a fondo y pienso que tengo respuestas para algunas de tus preguntas.

Erlendur se inclino hacia delante en su sillon.

– ?Y?

– Enfermedad hereditaria. Se manifiesta en algunas de las familias de este pais. Este caso era complicado y, a pesar de que le dedique una investigacion minuciosa, tarde en estar seguro de los resultados. Finalmente, me parecio que lo mas probable era que el tumor fuera originado por una enfermedad hereditaria llamada neurofibromatosis. Supongo que no habras oido hablar de ella. Los sintomas de la enfermedad no tienen por que ser evidentes. En algunos casos, el enfermo puede morir sin haber notado ningun sintoma de la dolencia. Son los portadores pasivos. Lo mas frecuente, sin embargo, es que los sintomas se hagan evidentes pronto y se manifiesten principalmente con manchas por el cuerpo y pequenos tumores cutaneos.

El medico bebio otro trago de jerez.

– Los de Keflavik no mencionaron nada de eso en el informe, pero creo que tampoco sabian que tenian que buscar.

– A los familiares les hablaron de manchas cutaneas.

– ?Si? Los diagnosticos no siempre son certeros.

– ?Esta enfermedad se transmite de padre a hija?

– Es posible. Pero la herencia no se limita a eso. Pueden portarla y heredarla individuos de ambos sexos. Hay quien dice que el Hombre Elefante padecia una variante de esta enfermedad. ?Viste la pelicula?

– No -contesto Erlendur.

– A veces los huesos se desarrollan demasiado y causan deformaciones, como en el caso del Hombre Elefante, aunque otros sostengan que esa enfermedad no tiene nada que ver con este caso. Pero esa es otra historia.

– ?Por que empezaste a investigar precisamente esa enfermedad? -le interrumpio Erlendur.

– Las enfermedades cerebrales son mi especialidad -dijo el medico-. Esa nina es uno de mis casos mas notables. Estudie todos los informes que habia sobre ella. No eran muy exactos. El medico que la atendio era bastante mediocre, un alcoholico, segun me han dicho. En su informe menciono tuberculosis subita en la cabeza, una descripcion que fue utilizada antiguamente cuando se daban casos parecidos. Empece a investigar desde ese punto de vista. El informe judicial tampoco era muy exacto, como ya hemos dicho. Encontraron el tumor y eso les basto.

El medico se levanto y se dirigio a una gran libreria que habia en el salon. Saco una revista y se la dio a Erlendur.

– No estoy seguro de que vayas a entender todo lo que dice, pero escribi un articulo breve sobre mis investigaciones en una conocida revista medica americana.

– ?Has escrito un articulo cientifico sobre Audur? -pregunto Erlendur.

– Audur nos ha ayudado a entender mejor la enfermedad. Ha significado mucho para mi y para la ciencia medica. Espero que eso no te decepcione.

– El padre de la nina podria ser portador -dijo Erlendur que aun no habia digerido todo lo que el medico le acababa de contar-. Y le transmite la enfermedad a su hija. Si hubiera tenido un hijo, tambien se la habria transmitido, ?no?

– No tiene por que desarrollarse necesariamente en el hijo, pero podria ser portador como su padre -explico el medico.

– ?Asi que?

– Si el hijo tiene hijos, ellos podrian desarrollar la enfermedad.

Вы читаете Las Marismas
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату
×