hombre llamado Nechaev, Sergei Gennadevich Nechaev. ?No le dice nada ese nombre?

– No conozco personalmente a Nechaev, y dudo mucho que mi hijo lo conociera. Nechaev es un conspirador y un insurrecto, cuyos planes repudio con total contundencia.

– Dice usted que no lo conoce personalmente, pero lo cierto es que usted ha tenido contacto con el.

– No, no he tenido contacto con el. Asisti una vez a una reunion abierta al publico, en Ginebra, en la cual tomaron la palabra numerosas personas, entre ellas Nechaev. Hemos estado juntos en la misma sala, a eso se reduce todo el trato que he tenido con el.

– ?Cuando fue esa reunion?

– Fue en el otono de 1867. La reunion fue convocada por la Liga para la Paz y la Libertad, tal como se hace llamar esa organizacion. Asisti a ella abiertamente y sin tapujos, en calidad de ruso y de patriota, para enterarme de lo que pudiera decirse de Rusia desde todos los puntos de vista. El hecho de que oyera hablar a ese joven llamado Nechaev no quiere decir, ni mucho menos, que respalde sus ideas. Por el contrario, se lo repito, rechazo todo aquello que defiende, y esto es algo que he sostenido en infinidad de ocasiones, tanto en publico como en privado.

– ?Incluyendo el bienestar del pueblo? ?No defiende Nechaev el bienestar del pueblo? ?No es eso lo que se esfuerza por lograr?

– No consigo entender a que viene la vehemencia con que me formula estas preguntas. Nechaev defiende en primer lugar y por encima de todo el derrocamiento violento de todas las instituciones de la sociedad, en nombre de un principio de igualdad, de felicidad igual para todos o, si no, de desdicha igual para todos. No es ese un principio que haya intentado siquiera justificar. A decir verdad, parece que desprecia la justificacion en general y que la considera una perdida de tiempo, un inutil empeno del intelecto. Por favor, le ruego que no intente relacionarme con Nechaev.

– Muy bien, acepto sus argumentos. De todos modos, deberia anadir que me sorprende, pues nunca le hubiese imaginado yo como un apasionado defensor de los principios. En fin, vayamos al grano. La lista que tiene delante… ?no reconoce ninguno de esos nombres?

– Reconozco algunos, un punado.

– Es una lista de las personas que han de ser asesinadas, tan pronto se de la senal convenida, en nombre de la Venganza del Pueblo, que es la organizacion clandestina que, como bien sabe usted, ha creado Nechaev. Los asesinatos tiene por objeto precipitar una revuelta generalizada que conduzca al derrocamiento del Estado. Si pasa usted al final de esas hojas, encontrara un apendice segun el cual hay relaciones de personas que, subsiguientemente, una vez logrado ese derrocamiento, han de ser condenadas a una ejecucion sumarisima. Entre ellas se encuentran los altos funcionarios judiciales, todos los oficiales de policia, los oficiales de la Tercera Seccion con el rango de capitan o rangos superiores… Esa lista fue encontrada entre los papeles de su hijo.

Tras haber puesto sobre la mesa esta informacion, Maximov inclina la silla hacia atras y sonrie amistosamente.

– ?Significa eso que mi hijo es un asesino?

– ?Por supuesto que no! ?Como iba a serlo, si nadie ha sido asesinado? Lo que tiene usted ahi delante solamente es, por asi decir, un borrador, un borrador especulativo. De hecho, en mi opinion, y es la opinion de un particular, esa es la lista que bien podria haber elaborado un joven con motivos de queja contra la sociedad en general en el espacio de una sola tarde, puede que como forma de darse tono ante la mujer misma a la que esta dictando. Asi se jacta de su poder sobre la vida y la muerte, de un poder completamente ilusorio. No obstante, el asesinato, la trama del asesinato, es una amenaza directa contra los altos funcionarios del Estado, y eso ya es una cuestion mas grave. ?No esta de acuerdo?

– Muy grave. Su deber esta bien claro, no creo que requiera mis consejos. Si Nechaev regresa a su pais natal, en cuanto llegue tiene usted que arrestarlo. En lo que se refiere a mi hijo, ?que se puede hacer? ?Tambien va a arrestarlo?

– ?Ja, ja! ?Como broma no esta mal, Fiodor Mijailovich! No, no podemos arrestarlo por mas que quisieramos, pues ya se ha ido a un lugar mejor que este. Pero ha dejado algunas cosas aqui. Ha dejado papeles, mas papeles de los que debiera poseer cualquier conspirador que se precie. Tambien nos ha dejado algunos interrogantes. Por ejemplo, ?por que se quito la vida? Permitame que se lo pregunte directamente. ?Por que cree usted que se quito la vida?

La sala da vueltas ante sus ojos. El rostro del investigador parece elevarse como un enorme globo de color rosa.

– El no se quito la vida -susurra-. Usted no ha entendido nada, no sabe nada de el.

– ?Por supuesto que no! De su hijastro y de las vicisitudes de su existencia no he entendido ni un adarme, ni tampoco pretendo saber nada. Lo que si espero entender, en un sentido material e inquisitivo, es que motivos le impulsaron a morir. Por ejemplo, ?habia sido amenazado? ?Le amenazo uno de sus correligionarios con denunciarle? Y el miedo a las consecuencias de la denuncia ?le inquieto tanto que llego a quitarse la vida? ?O es acaso posible que no se quitara la vida? ?Es posible que, por razones que aun desconocemos, fuese tenido por traidor a la causa de la Venganza del Pueblo y fuera asesinado entonces de una manera particularmente cruel? Esas son algunas de las preguntas que no me puedo quitar de la cabeza. Esa es la razon por la cual he aprovechado esta fortuita ocasion de hablar con usted, Fiodor Mijailovich. Y es que si usted no le conoce, habiendo sido su padrastro y su protector durante tantos anos, en ausencia de sus padres naturales, ?quien le conoce?

»Ademas, como no, hay que tratar el asunto de la bebida. ?Estaba habituado a beber en abundancia, o es algo que solo hizo recientemente, debido a las tensiones propias de su vida de conspirador?

– No le comprendo. ?Por que hablamos de la bebida?

– Porque la noche en que murio habia bebido muchisimo. ?No lo sabia usted?

El menea la cabeza con gesto aturdido.

– Esta muy claro, Fiodor Mijailovich, que hay muchas cosas que usted desconoce. Vamos, permitame ser sincero con usted. Tan pronto supe que habia venido usted para reclamar los papeles de su hijo, metiendose, por asi decir, en la boca del lobo, estuve seguro, o casi seguro, de que no tenia usted la menor sospecha de que hubiese nada indigno o pernicioso. Y es que si hubiera sabido usted que existia una relacion entre su hijastro y la banda criminal de Nechaev, es totalmente seguro que no habria venido usted. Al menos, es seguro que habria dejado bien claro desde el primer momento que solamente deseaba reclamar las cartas cruzadas entre usted mismo y su hijastro, nada mas. ?Me sigue?

– Si, yo…

– Y como ya estan en su poder las cartas que pudo enviarle su hijastro, eso habria supuesto que solamente deseaba usted la devolucion de las cartas que usted mismo le hubiese escrito. En cambio, ?por que…?

– Las cartas, desde luego, pero tambien todo lo demas, todo lo que sea de naturaleza estrictamente privada. ?Que sentido puede tener que lo hostigue usted ahora como a un perro?

– ?Eso me pregunto yo! Que tragico… En fin, volvamos al asunto de los papeles. Usted utiliza la expresion «de naturaleza estrictamente privada». Se me ocurre en cambio que, habida cuenta de las actuales circunstancias, es dificil precisar que significa «de naturaleza estrictamente privada». Por supuesto que debemos respetar a los muertos, que debemos hacer valer los derechos que su hijastro ya no esta en situacion de defender, en este caso el derecho a la decencia y a la intimidad. La posibilidad de que despues de nuestra defuncion venga un desconocido a husmear entre nuestras pertenencias, a abrir nuestros cajones, a violar los sellos, a leer cartas intimas… Seria una posibilidad harto dolorosa para cualquiera de nosotros, no me cabe duda. Por otra parte, en algunos casos podriamos preferir que fuese un desconocido sin el menor interes el que desempenase este feo pero necesario oficio. ?Estariamos mas comodos ante la idea de que nuestros asuntos mas intimos fueran abiertos, cuando las emociones aun estan a flor de piel, ante la mirada candida de una esposa, de una hermana, de una hija? Mejor, en ciertos aspectos, que se ocupe de esto un desconocido, alguien que no pueda sentirse ofendido, ya que nada somos para el, ya que tambien estara endurecido, por la naturaleza de su profesion, y protegido contra las ofensas de todo tipo por una costra que solo dan los anos de ejercicio de la profesion.

«Claro esta que esto en cierto modo no es mas que hablar por hablar, ya que al fin y a la postre es la ley la que dispone, la ley de sucesion: los herederos son los que toman plena posesion de los papeles privados y de todo lo demas. Y en caso de que alguien muera sin haber nombrado a su heredero, las reglas de la consanguinidad bastan para zanjar todo lo que haya que zanjar.

»Asi pues, las cartas cruzadas entre miembros de una misma familia, estamos de acuerdo, son papeles privados que han de tratarse con la apropiada discrecion. En cambio, las comunicaciones recibidas del extranjero,

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