– Ya nos conocemos.

La humedad brillaba como un halo alrededor de la cabeza de Ryan.

– El reverendo me acaba de contar una historia muy interesante.

– ?De verdad?

Los ojos helados estudiaron a Bowman.

– Puede serle util, detective. O puede que no. Pero es la honesta verdad de Dios.

– ?Cree que el diablo esta recogiendo su cosecha, padre?

Bowman echo un vistazo al reloj.

– Dejare que esta agradable mujer se lo explique, detective.

Hizo girar la llave en el contacto y Boyd levanto la cabeza. Cuando Ryan retrocedio y abrio mi puerta, el chow-chow se estiro y salto fuera de la camioneta ligeramente molesto.

– Le agradezco otra vez lo que ha hecho por mi.

– Ha sido un placer. -Miro a Ryan-. Ya sabe donde puede encontrarme.

Observe la camioneta mientras atravesaba la zona exterior del taller, los neumaticos levantaban una cortina de agua cuando pasaban por los pequenos baches inundados.

Nunca habia entendido esa clase de fe como la de Bowman. ?Por que me habia contado lo que le pasaba? ?Miedo? ?Culpa? ?Queria cubrirse las espaldas? ?Donde estaban ahora sus pensamientos? ?En la eternidad? ?En el arrepentimiento? ?En las costillas de cerdo que habia descongelado para la cena de esta noche?

– ?Que problema tiene tu coche?

La pregunta de Ryan me devolvio a la realidad.

– Cuida de Boyd mientras voy a preguntarlo.

Corri hacia el interior del taller, donde P o T aun estaba trabajando bajo la tapa del capo. Pensaba que el problema podia estar en la bomba de agua, lo sabria manana. Le di el numero de mi movil y le dije que me alojaba con Ruby McCready.

Cuando regrese al coche, Ryan y Boyd ya estaban dentro. Me reuni con ellos y me sacudi el agua del pelo.

– ?Una bomba de agua rota puede hacer un ruido fuerte? -Pregunte.

Ryan se encogio de hombros.

– ?Como es que has regresado de Asheville tan temprano?

– Ha surgido otra cosa. Escucha, me reunire con McMahon a la hora de la cena. Podrias entretenernos con la parabola de Bowman.

– Primero dejaremos a Rinty.

Esperaba que la cena no fuese en Injun Joe's.

No era alli.

Despues de haber dejado a Boyd en High Ridge House, nos dirigimos al Bryson City Diner. El lugar era largo y estrecho como un vagon de tren. Los reservados cromados se alineaban en uno de los laterales del local, cada uno con una bandeja de condimentos, un servilletero y un tocadiscos automatico en miniatura. El otro lateral del local estaba ocupado por un mostrador cromado, con taburetes fijados al suelo a intervalos regulares. Tapizados de plastico rojo. Pasteles dentro de recipientes de plastico. Percheros en la puerta. Lavabos en el fondo.

El lugar me gusto. Ninguna promesa de vistas a la montana o experiencias etnicas. Ningun acronimo desconcertante. Ninguna falta de ortografia para anadirle encanto. Era un restaurante y el nombre lo decia.

Incluso para lo que es la vida en las montanas llegamos temprano, antes de que el lugar se llenase. Unos cuantos parroquianos estaban sentados al mostrador, comentando el tiempo o hablando de sus problemas en el trabajo. La mayoria alzo la vista cuando entramos.

?O estaban hablando de mi? Cuando nos dirigimos al reservado de la esquina senti las miradas clavadas en mi espalda, los leves codazos dirigiendo la atencion hacia mi. ?Eran imaginaciones mias?

Acababamos de sentarnos cuando una mujer de mediana edad, con un delantal blanco sobre un vestido rosa, se acerco a la mesa y nos entrego tres menus escritos a mano y protegidos por una funda de plastico. Sobre el pecho izquierdo llevaba bordado el nombre «Cynthia».

Elegi carne guisada al estilo sureno. Ryan y McMahon eligieron platos de carne mechada.

– ?Bebidas?

– Te helado, por favor. Sin azucar.

– Lo mismo para mi -Dijo McMahon.

– Limonada.

Ryan permanecia impasible, pero yo sabia muy bien lo que estaba pensando.

Cynthia me miro largamente despues de haber apuntado el pedido, luego apoyo el lapiz sobre la oreja. Rodeo el mostrador, corto la hoja con el pedido y la colgo de un alambre que habia encima de la ventana de servicio.

– Dos seis y un cuatro -Grito, luego se volvio para mirarme otra vez.

La paranoia se reavivo.

Ryan espero hasta que Cynthia trajo las bebidas, luego le dijo a McMahon que tenia una declaracion de Luke Bowman.

– ?Que cono estaba haciendo con Bowman?

En su voz habia preocupacion. Me pregunte si estaba preocupado por mi seguridad o por el hecho de que entrometerme en la investigacion podia llevarme a la carcel.

– Tuve una averia. Bowman me ayudo. No me pregunte por que eso le inspiro para abrirme su alma. -Le quite la envoltura a una pajita y la meti en mi te-. ?Quiere oirlo?

– Adelante.

– Por lo visto los reverendos Bowman y Claiborne llevan un tiempo peleandose por los limites de sus respectivos ministerios. El movimiento de la Santidad ya no es lo que era, y los pastores se ven obligados a competir por los seguidores en una piscina cada vez mas vacia. Esto exige espectaculo.

– ?Podriamos rebobinar? ?Estamos hablando de serpientes aqui, verdad? -Pregunto Ryan.

Asenti.

– ?Que tienen que ver las serpientes con la santidad?

Esta vez decidi no ignorar la pregunta de Ryan.

– Los seguidores de la Santidad interpretan la Biblia de forma literal y citan pasajes que ordenan la manipulacion de serpientes.

– ?Que pasajes? -La voz de Ryan estaba tenida de desprecio.

– «En mi nombre exorcizaran a los demonios; hablaran nuevas lenguas. Cogeran serpientes; y si beben cualquier cosa mortal, no sufriran ningun dano», del Evangelio de san Marcos, capitulo dieciseis, versiculos diecisiete y dieciocho.

Ryan y yo miramos a McMahon.

– «?Mirad, os doy el poder de pisar serpientes y escorpiones, y sobre todo el poder del enemigo; y nada os hara dano de ninguna manera!», Lucas, capitulo diez, versiculo diecinueve -Continuo McMahon.

– ?Como sabe esas cosas?

– Todos tenemos nuestro bagaje.

– Creia que habia estudiado ingenieria.

– Asi es.

Ryan volvio al tema de los reptiles.

– ?Esas serpientes estan domesticadas de alguna manera? ?Estan acostumbradas a que se las manipule, les han arrancado los colmillos o extraido el veneno?

– Aparentemente no -Dijo McMahon-. Para sus ceremonias esos predicadores utilizan botas de agua y culebras de cascabel cazadas en las colinas. Muchos de ellos han muerto a causa de las picaduras.

– ?No es una practica ilegal? -Pregunte.

– Si -Dijo McMahon-. Pero en Carolina del Norte la manipulacion de serpientes es simplemente una falta leve y casi nunca se castiga.

Cynthia llego con nuestros platos y se marcho. Ryan y yo anadimos sal y pimienta. McMahon cubrio con jugo de carne todo lo que habia en su plato.

– Continua, Tempe -dijo.

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