carretera y la entrada al aparcamiento del deposito.

Unos segundos mas tarde aparecio mi coche. Un guardia me hizo senas para que me alejara. Aparecio Primrose, hablo con el guardia, siguio hasta mi coche y me entrego una bolsa. Intercambiamos unas pocas palabras, luego me dio unas palmadas en el hombro y yo me marche.

Davenport pulso «stop» y rebobino la cinta. Cuando regreso a su silla yo mire a los otros dos hombres. Ambos me estudiaban con rostros inescrutables.

– Permitame que resuma la situacion -dijo Davenport-. Tras esa cadena de acontecimientos sumamente irregulares, el especimen en cuestion, el especimen que usted afirma haberle arrebatado a los coyotes, ha desaparecido.

– ?Que tiene eso que ver conmigo?

Davenport cogio otro de los papeles que guardaba en la carpeta.

– El domingo por la manana, una procesadora de datos llamada Primrose Hobbs retiro una pieza de tejido humano fragmentado que llevaba el numero 387 de un camion frigorifico que contenia casos en proceso de examen. Luego se dirigio a la seccion de admisiones y retiro el PVD asociado a esos restos. Mas tarde, esa misma manana, la senorita Hobbs fue vista mientras le entregaba ese paquete en el aparcamiento del deposito. Esa transaccion quedo debidamente grabada y registrada y acabamos de verla.

Davenport me taladro con la mirada.

– Esos restos y ese paquete han desaparecido, doctora Brennan, y creemos que estan en su poder.

– Yo le sugeriria energicamente que hablase con la senorita Hobbs. -Dije eso con toda la frialdad de la que era capaz.

– Ese fue, como debe usted suponer, nuestro primer movimiento. Lamentablemente, la senorita Hobbs no se ha presentado a trabajar esta semana.

– ?Donde esta?

– No lo sabemos.

– ?Se marcho del hotel?

– Doctora Brennan, me hago cargo de que usted es una antropologa forense de fama internacional. Se que ha trabajado con el doctor Tyrell en el pasado, asi como con investigadores de todo el mundo. Me han dicho que sus credenciales son intachables. Todo eso contribuye a que su comportamiento en este asunto sea aun mas desconcertante.

Davenport se volvio hacia sus acompanantes como si buscase apoyo.

– Ignoramos por que razon se ha obsesionado con este caso, pero es obvio que su interes ha ido mucho mas alla de lo que podriamos considerar profesional o etico.

– No he hecho nada ilegal.

Earl hablo por primera vez.

– Tal vez tus intenciones sean buenas, Tempe, pero retirar sin autorizacion los restos de una victima demuestra muy poco criterio.

Bajo la mirada y quito una particula inexistente de sus pantalones.

– Y es un delito -anadio Davenport.

Me dirigi al jefe del DMORT.

– Earl, tu me conoces. Sabes que yo jamas haria eso.

Antes de que Earl pudiese contestar, Davenport cambio el papel que tenia en la mano por un sobre marron y saco dos fotografias de su interior. Echo un vistazo a la mas grande, la dejo sobre el escritorio y luego la empujo hacia mi con un dedo.

Por un momento pense que se trataba de una broma.

– ?Es usted, doctora Brennan, verdad?

Ryan y yo estabamos comiendo frankfurts delante de la estacion de ferrocarril de las Great Smoky Mountains.

– Y el teniente detective Andrew Ryan de Quebec.

Lo pronuncio «quibec».

– ?Que relevancia tiene esto, senor Davenport?

Aunque me ardia la cara, mi voz era helada.

– ?Cual es exactamente la relacion que usted mantiene con este hombre?

– El detective Ryan y yo hemos trabajado juntos durante anos.

– Pero, ?me equivoco al afirmar que esa relacion va mas alla del ambito estrictamente profesional?

– No tengo intencion de responder absolutamente ninguna pregunta relacionada con mi vida privada.

– Comprendo.

Davenport empujo la segunda fotografia a traves del escritorio.

Estaba demasiado sorprendida para poder hablar.

– Veo por su reaccion que conoce al caballero que aparece en la fotografia junto al detective Ryan.

– Jean Bertrand era el companero de Ryan. -Una corriente electrica atravesaba cada una de las celulas de mi cuerpo.

– ?Sabia usted que este sujeto Bertrand esta siendo investigado en relacion al accidente de la TransSouth Air?

– ?Adonde quiere ir a parar con todo esto?

– Doctora Brennan, yo no tendria que decirle esto. Su… – simulo no encontrar la palabra adecuada- colega esta vinculado a uno de los principales sospechosos. Usted misma ha actuado… -nuevamente la cuidadosa busqueda del termino preciso- irregularmente.

– No he hecho nada ilegal -repeti.

Davenport ladeo la cabeza e hizo un movimiento con la boca, un gesto que no era una sonrisa y tampoco una mueca. Luego suspiro, indicando la pesada carga que este asunto significaba para todos nosotros.

– Tal vez, como ha sugerido el senor Bliss, su unico delito haya sido un error de juicio. Pero en las tragedias de esta naturaleza, con tanta atencion de los medios de comunicacion y tantas familias destrozadas, es de suma importancia que todos los implicados eviten incluso la apariencia de deshonestidad.

Espere. Davenport comenzo a reunir los papeles.

– Hemos enviado informes de mala conducta sospechosa al Sistema Medico para Desastres Nacionales, la Junta Americana de Antropologia Forense y el Comite de Etica de la Academia Americana de Ciencias Forenses. El decano de su universidad tambien sera debidamente informado.

Un frio helado me recorrio el cuerpo.

– ?Acaso soy sospechosa de haber cometido un delito?

– Debemos considerar todas las posibilidades, cuidadosa e imparcialmente.

En ese momento algo estallo dentro de mi. Me puse de pie con los punos cerrados, sintiendo que las unas se me clavaban en las palmas de las manos.

– En esta reunion no hay absolutamente nada que sea imparcial, senor Davenport, y usted no tiene ninguna intencion de tratarme con justicia, a mi o al detective Ryan. Aqui pasa algo que esta mal, muy mal, y me han elegido como una especie de chivo expiatorio.

Las lagrimas me quemaban el interior de los parpados. Es la luz que entra por la ventana, me dije. ?Ni se te ocurra llorar!

– ?Quien ha convertido esta reunion en un circo publicitario?

Las mejillas de Davenport se sonrojaron, pareciendo extranamente fuera de lugar en su tez blanda e insulsa.

– No tengo ni idea de como ha podido enterarse la prensa de esta reunion. La filtracion no ha salido de mi oficina.

– ?Y la fotografia de vigilancia? ?De donde ha salido esa orden?

Davenport no contesto. En la habitacion se hizo un silencio sepulcral.

Abri las manos y respire profundamente. Luego empale a Davenport con la mirada.

– Hago mi trabajo escrupulosamente y eticamente, me preocupo tanto por los muertos cuanto por los vivos, vicegobernador Davenport -no altere el tono de mi voz-, no acostumbro desviarme del procedimiento. El doctor Tyrell lo sabe y el senor Bliss tambien lo sabe.

Mis ojos buscaron a Larke, pero aparto la mirada. La atencion de Earl continuaba concentrada en sus

Вы читаете Informe Brennan
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату