esperando mi llamada. Por ultimo, llame al jefe de mi departamento en la Universidad de Carolina del Norte.

Despues de haber cumplido todas mis responsabilidades dedique una hora a seleccionar las diapositivas y colocarlas en sus respectivas bandejas en el proyector, luego me duche y trate de comunicarme nuevamente con Katy. Nada.

Mire el reloj. Las once cuarenta.

Katy esta bien. Ha salido a comer una pizza. O esta en la biblioteca. Si. La biblioteca. Habia utilizado esa excusa un monton de veces cuando estaba en la facultad.

Tarde mucho tiempo en dormirme.

A la manana siguiente Katy no habia llamado y tampoco estaba localizable. Intente el numero de Lija en Athens. Otra voz robotica me pidio que dejase un mensaje.

Me dirigi en coche al unico departamento de antropologia de Estados Unidos que se encuentra en un estadio de futbol y di una de las conferencias mas incoherentes de mi carrera. En su introduccion, el anfitrion de la conferencia menciono mi adscripcion al DMORT y anadio que trabajaria en la recuperacion de cuerpos de la tragedia aerea de TransSouth Air. Aunque la informacion que yo podia suministrar era escasa, las preguntas que siguieron a mi presentacion ignoraron por completo el tema de la conferencia y se centraron en el accidente. El turno de preguntas y respuestas parecio prolongarse eternamente.

Cuando, finalmente, la multitud enfilo hacia la salida, un hombre de aspecto esperpentico, vestido con pajarita y chaleco de punto, se dirigio directamente hacia el podio balanceando sobre el pecho sus gafas de media luna. Al pertenecer a una profesion que cuenta con relativamente pocos miembros la mayoria de los antropologos se conocen, nuestros caminos se habian cruzado una y otra vez en reuniones, seminarios y conferencias. Me habia encontrado con Simon Midkiff en numerosas ocasiones y sabia que, si no me mostraba firme, me tendria alli todo el dia. Eche una mirada exagerada al reloj, recogi mis cosas, cerre el maletin y baje de la tarima.

– ?Como estas, Simon?

– Perfectamente.

Tenia los labios agrietados, la piel seca y escamosa, como la de un pez muerto bajo el sol. Una red de venas diminutas cruzaba el blanco de unos ojos cubiertos por unas cejas muy espesas.

– ?Como va la arqueologia?

– Excelente tambien. Considerando que uno debe comer, estoy trabajando en varios proyectos para el departamento de recursos culturales en Raleigh. Pero, fundamentalmente, dedico mi tiempo a organizar datos. - Profirio una risa aguda y se dio unos golpes suaves en la mejilla-. Parece que he recogido una extraordinaria cantidad de datos a lo largo de mi carrera.

Simon Midkiff se doctoro por la Universidad de Oxford en 1955 y luego viajo a los Estados Unidos para aceptar un puesto en Duke. Pero la superestrella de la arqueologia no publico ningun trabajo y, seis anos mas tarde, le relevaron de su cargo. Midkiff tuvo una segunda oportunidad en la Universidad de Tennessee, tampoco publico trabajo alguno y, nuevamente, perdio su puesto academico.

Durante treinta anos, incapaz de obtener un cargo permanente en una facultad, Midkiff se habia dedicado a merodear por la periferia del mundo academico, realizando trabajos arqueologicos por encargo e impartiendo cursos cada vez que se necesitaban suplentes en colegios y universidades de ambas Carolinas y Tennessee. Era famoso por excavar en los sitios, redactar los informes indispensables y luego fracasar en la publicacion de sus hallazgos.

– Me encantaria que me lo contases, Simon, pero me temo que no tengo tiempo.

– Si, no lo dudo. Una tragedia terrible. Tantas vidas jovenes. -Meneo la cabeza tristemente de un lado a otro-. ?Donde cayo el avion exactamente?

– En el condado de Swain. Y debo regresar alli.

Intente continuar mi camino, pero Midkiff cambio sutilmente el peso del cuerpo de un pie al otro, bloqueandome el paso.

– ?Donde esta el condado de Swain?

– Al sur de Bryson City.

– ?Podrias ser un poco mas concreta?

– No tengo las coordenadas a mano.

No hice nada para ocultar mi irritacion.

– Por favor, disculpa mi brusquedad. He estado excavando en el condado de Swain y estaba preocupado por los danos que podria haber sufrido ese lugar. Cuan egoista por mi parte. -Nuevamente la risa falsa-. Te pido perdon.

En ese momento mi anfitrion se reunio con nosotros.

– ?Puedo? -Alzo una pequena Nikon.

– Claro.

Me esforce por asumir la sonrisa Kodak.

– Es para el boletin del departamento. Parece que ha gustado a nuestros estudiantes

Me agradecio la conferencia y me deseo buena suerte con la recuperacion de los cuerpos. Yo, a mi vez, le agradeci el alojamiento, me disculpe ante ambos, recogi mis cajas con diapositivas y sali rapidamente del auditorio.

Antes de abandonar Knoxville pase por una tienda de deportes y compre botas, calcetines y tres equipos de campana, uno de los cuales me puse en ese momento. En una farmacia compre dos paquetes de bragas de algodon. No eran mi marca, pero servirian. Meti todo en la mochila y me dirigi hacia el este.

Nacida en las colinas de Terranova, la cadena de los Apalaches discurre paralela a la costa Este de norte a sur, en las proximidades de Harpers Ferry, Virginia Occidental, se separan para formar las cadenas de las Great Smoky y las Blue Mountains. Las Great Smoky Mountains, una de las regiones elevadas mas viejas del mundo, se alzan a mas de 2 200 metros en Clingman Dome, en la frontera entre Carolina del Norte y Tennessee.

Menos de una hora despues de haber abandonado Knoxville ya habia atravesado los pueblos de Sevierville, Pigeon Forge y Gatlinburg en territorio de Tennessee y viajaba al este del Dome, asombrada, como siempre, por la belleza irreal de esa region. Esculpidas por millones de anos de viento y lluvia, las Great Smoky Mountains se extienden al sur de una serie de picos y valles tranquilos. La vegetacion del bosque es exuberante y una gran parte ha sido conservada como parque nacional. El Nantahala. El Pisgah. El Cherokee. El Parque Nacional Great Smoky Mountains. Los verdes suaves y la tenue bruma que dan nombre a esta sierra ejercen una fascinacion inimitable. La tierra en su maxima expresion.

Sobre el fondo de ese paisaje maravilloso, la muerte y la destruccion constituian un terrible contraste.

Justo al salir de Cherokee, por Carolina del Norte, llame nuevamente a Katy. Mala idea. Otra vez me respondio la voz metalica del contestador. Nuevamente deje un mensaje: «Llama a tu madre.»

Tenia la mente a cientos de kilometros de la tarea que me esperaba mas adelante. Pense en los pandas del zoologico de Atlanta, la perdida de audiencia de la NBC, la retirada del equipaje en el aeropuerto de Charlotte. ?Por que era siempre un procedimiento tan lento?

Pense en Simon Midkiff. ?Que tio tan extrano! ?Cuales eran las probabilidades de que un avion se estrellase precisamente en el lugar donde estaba realizando una excavacion?

Evite la radio, puse un CD de Kiri Te Kanawa y escuche los temas de Irving Berlin con la maravillosa voz de la diva.

Cuando llegue al lugar del accidente ya eran casi las dos de la tarde. Ahora dos coches patrulla bloqueaban la carretera comarcal justo antes de la interseccion con la carretera del Servicio Forestal. Un miembro de la Guardia Nacional se encargaba de dirigir el trafico, enviaba a algunos motoristas montana arriba y ordenaba a otros que bajaran. Mostre mi credencial y el guardia comprobo mi nombre en su lista.

– Si, senora. Su nombre esta en la lista. Puede dejar el coche en la zona de aparcamiento.

Se aparto y pase a traves de un pequeno espacio entre los dos coches de la policia.

La zona de aparcamiento estaba en un mirador en el que se construiria una torre de vigilancia de incendios y en un pequeno terreno sembrado al otro lado de la carretera. Se habia rebajado la pared del risco para aumentar el tamano de la parte interna y habian esparcido grava como medida de precaucion ante la lluvia. Desde este lugar se darian las instrucciones para trabajar en la zona del accidente y se asesoraria a los parientes de las victimas hasta que se pudiese establecer un centro de asistencia a los familiares.

Un creciente numero de personas y vehiculos ocupaban ambos lados de la carretera. Remolques de la Cruz

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