Me apoye en el respaldo de la silla y me frote los ojos. ?Que era lo que habia dicho el anciano sobre Farrell? Ellos deberian haber hecho algo por ella. ?Quienes eran «ellos»? ?Algo en que sentido? ?Se estaba refiriendo acaso al hecho de que el cuerpo de Edna Farrell no habia sido recuperado? ?O no estaba conforme con la calidad del funeral oficiado por Thaddeus Bowman?
En 1959 la fauna reclamo al indio cherokee de setenta y cuatro anos llamado Charlie Wayne Tramper. Dos semanas despues de su desaparicion, el rifle de Charlie Wayne aparecio en un remoto valle dentro del territorio de la reserva.
Las huellas de un oso sugirieron la causa de la muerte. El anciano fue enterrado en medio de una gran ceremonia tribal.
Yo habia trabajado con victimas atacadas por osos y sabia que era lo que habia quedado de Charlie Wayne. Aparte su imagen de mi cabeza.
La lista de peligros medioambientales cortesia de la Madre Naturaleza continuaba. En 1972 una nina de cuatro anos abandono un lugar de acampada en Maggie Valley. El pequeno cuerpo fue sacado de un lago al dia siguiente. El invierno siguiente dos esquiadores de fondo murieron congelados al ser sorprendidos por una tempestad de nieve. En 1986 un cultivador de manzanas, llamado Albert Odell, salio en busca de hierba mora y nunca regreso.
No encontre ninguna referencia a Prentice Dashwood, a la propiedad de Arthur o a los integrantes del Grupo de Inversiones H amp;F. El dato mas actual era una noticia de mayo de 1959 sobre un terrible accidente de circulacion en la Autopista 19. Seis heridos, cuatro muertos. Las fotografias mostraban los restos retorcidos de los vehiculos. El doctor Anthony Alien Birkby, sesenta y ocho anos, de Cullowhee, murio tres dias mas tarde debido a las multiples heridas. Tome nota. Aunque el apellido no era raro, un C. A. Birkby figuraba en la lista del fax de McMahon.
Al mediodia me estallaba la cabeza y el azucar en sangre habia descendido a un nivel incapaz de mantener a un ser vivo. Saque una barra de chocolate con cereales de mi bolso, le quite el envoltorio y lo comi en silencio mientras seguia pasando una bobina tras otra por el proyector.
Los sucesos de anos recientes aun no habian sido microfilmados y, hacia media tarde, pude acceder a las fotocopias. Pero el dolor de cabeza habia pasado de una ligera molestia a un dolor importante que cruzaba a traves de mis lobulos frontal, temporal y occipital y latia en un epicentro localizado detras del ojo derecho.
Mierda.
Estaba examinando diarios del ano en curso, leyendo atentamente los titulares y estudiando las fotografias, cuando un nombre me llamo la atencion. George Adair. El pescador desaparecido.
La cobertura de la desaparicion de Adair era minuciosa, proporcionaba el momento y el lugar exactos de la fatal excursion de pesca, una descripcion de la victima y un relato pormenorizado de la ropa que llevaba, incluyendo su anillo de graduacion del instituto y su medalla de San Blas.
Otro relampago del pasado. El sacerdote de la parroquia. La bendicion de las gargantas el dia de San Blas. ?Cual era la historia? Blas era famoso por haber impedido que un nino muriese asfixiado por una espina de pescado. La medalla tenia sentido. Crowe habia dicho que Adair se quejaba de problemas de garganta.
Habian entrevistado al companero de Adair, al igual que a su esposa, amigos, ex jefe y sacerdote. Una fotografia granulada estaba impresa junto a la historia, la medalla era claramente visible alrededor del cuello.
?Quien era la otra persona desaparecida que habia mencionado Crowe? Busque en mi dolorido cerebro. Jeremiah Mitchell. Febrero. Retrocedi casi ocho meses e inicie una lectura mas cuidadosa. Algunos detalles comenzaron a conectarse.
Se informaba de la desaparicion de Jeremiah Mitchell en un breve parrafo. El 15 de febrero un hombre negro de setenta y dos anos abandono el Mighty High Tap y se perdio en el olvido. Cualquier persona que tuviese informacion bla, bla, bla…
Algunas cosas no cambian, pense, sintiendo una punzada de ira. Un hombre blanco desaparece: historia de primera pagina. Un hombre negro desaparece: una breve nota en la pagina diecisiete. O tal vez se tratase de una ley de vida. George Adair tenia un trabajo, amigos, familia. Jeremiah Mitchell era un alcoholico en paro que vivia solo.
Pero alguna vez Mitchell tuvo parientes. A comienzos de marzo aparecio una nueva noticia, otra vez un simple parrafo, buscando informacion y citando el nombre de su abuela, Martha Rose Gist. Me quede mirando el nombre. ?Donde lo habia visto antes?
Volvi a las cajas y revise los microfilms por semanas. La necrologica aparecio el 16 de mayo de 1952, junto con una breve nota en la columna dedicada a arte. Martha Rose Gist habia sido una importante ceramista local. El articulo incluia una fotografia de una pieza de ceramica bellamente decorada, pero ninguna de la artista.
?Maldita sea!
Despues de haber comprobado que en la habitacion no habia nadie mas, conecte el movil. Seis mensajes. Los ignore y marque el numero de Crowe, amortiguando el sonido con mi cazadora.
– Sheriff Crowe.
No me moleste en anunciarme.
– ?Esta familiarizada con Sequoyah? -pregunte en un susurro.
– ?Esta en la iglesia?
– En la biblioteca de Bryson City.
– Si Iris la descubre le arrancara la lengua y la metera en una trituradora.
Deduje que Iris era el dragon de cabellera lila que habia conocido en la entrada.
– ?Sequoyah?
– Sequoyah invento un alfabeto para la lengua cherokee. Si se queda por esta zona el tiempo suficiente, alguien acabara comprandole un cenicero decorado con los simbolos.
– ?Cual era el apellido de Sequoyah? -?Quiere una respuesta ahora?
– Hablo en serio.
– Guess.
– Esto es importante [13] -sisee.
– Su apellido era Guess. O Gist, depende de como lo pronuncie. ?Por que?
– La abuela materna de Jeremiah Mitchell era Martha Rose Gist.
– ?La ceramista?
– Si.
– No puedo creerlo.
– ?Sabe lo que significa eso? -No espere su respuesta-. Mitchell era medio cherokee.
– ?Esto es una biblioteca!
Las palabras de Iris estallaron al lado de mi oido.
Alce un dedo.
– ?Cuelgue inmediatamente!
Iris hablaba tan alto como puede hacerlo un ser humano sin utilizar las cuerdas vocales.
– ?Se edita algun periodico en la reserva?
– El Cherokee One Feather. Y creo que en el museo hay un archivo fotografico de la tribu.
– Tengo que colgar.
Colgue el telefono.
– Tendre que pedirle que se marche.
Iris estaba de pie con las manos apoyadas en las caderas, la protectora de la gestapo del mundo impreso. - ?Quiere que devuelva las cajas a su sitio? -No sera necesario.
Tuve que hacer tres paradas hasta encontrar lo que necesitaba. Un viaje a las oficinas del Cherokee One Feather, ubicadas en el Centro del Consejo Tribal, revelo que el periodico se editaba desde 1966. Aunque anos antes se habia editado otro periodico, The Cherokee Phoenix, el personal actual no disponia de fotografias y tampoco de ejemplares de aquella epoca.
La Asociacion Historica Cherokee tenia fotografias, pero la mayoria se habian empleado para promocionar la produccion teatral al aire libre hacia esas colinas.
Encontre una mina de oro en el Museo de los Indios Cherokee, que se alzaba justo al otro lado de la calle. Cuando repeti mi peticion me llevaron a una oficina del segundo piso, me proporcionaron guantes de algodon y
