tenia en las manos.
Cuando saque una hamburguesa, se irguio de un salto.
– Sientate.
Se sento. Le quite el papel y le di la hamburguesa. Se levanto, separo los diversos componentes, luego se comio la carne, el panecillo y la guarnicion de tomate y lechuga por ese orden. Cuando hubo terminado, con el hocico todavia manchado con ketchup, concentro su atencion en mi Whopper.
– Sientate.
Se sento. Volque algunas patatas fritas en la tierra y comenzo a cogerlas cuidadosamente de modo que no se hundiesen en la hierba. Le quite el papel a la Whopper e introduje una pajita en la bebida.
– Bien, la situacion es esta.
Boyd me miro y luego volvio a concentrarse en las patatas.
– ?Por que habia asistido Simon Midkiff al funeral de un indio cherokee de setenta y cuatro anos atacado por un oso en 1959?
Ambos comimos y pensamos en ello.
– Midkiff es un arqueologo. Podria haber estado estudiando a los cherokee de la Partida Oriental. Quiza Tramper era su guia e historiador.
La atencion de Boyd se desvio hacia mi hamburguesa. Le di mas patatas.
– Muy bien. Acepto esa posibilidad.
Mordi un trozo de carne, lo mastique y lo trague.
– ?Por que estaba Parker Davenport alli?
Boyd me miro sin levantar la cabeza de las patatas fritas.
– Davenport se crio cerca de aqui. Probablemente conocia a Tramper.
Boyd sacudio las orejas adelante y atras. Se acabo la ultima patata frita y miro las mias. Le arroje unas cuantas mas.
– Tal vez Tramper y Davenport tenian amigos comunes en la reserva. O quiza Davenport ya estaba empezando su carrera politica en aquella epoca.
Arroje otra media docena de patatas fritas. Boyd volvio al ataque.
– A ver como te suena esto. ?Se conocian Davenport y Midkiff en aquellos dias?
Boyd levanto la cabeza. Sus cejas se movieron y la lengua quedo colgando fuera de la boca.
– Y si era asi, ?como?
Levanto nuevamente la cabeza y observo mientras terminaba la hamburguesa. Le di el resto de las patatas y se las comio mientras yo bebia la coca-cola light.
– Y ahi va lo mejor, Boyd.
Recogi los papeles e hice una pelota junto con los restos de la bolsa. Al ver que no quedaba mas comida, Boyd se echo de lado, suspiro sonoramente y cerro los ojos.
– Midkiff me mintio. Davenport quiere mi cabeza clavada en un palo. ?Hay alguna relacion?
Boyd no tenia respuesta para eso.
Me sente con la espalda apoyada en el tronco del roble, absorbiendo el calor y la luz. La hierba olia a recien cortada, las hojas estaban secas y quemadas por el sol. En un momento dado Boyd se levanto, dio cuatro vueltas y volvio a sentarse a mi lado.
Unos minutos mas tarde, un hombre llego a la cima de la colina llevando a un collie sujeto con una larga correa. Boyd se levanto y comenzo a ladrar, aunque no hizo ningun movimiento agresivo. El sol del atardecer estaba suavizando a la mujer y a la bestia. Cogi la correa y me puse de pie.
Caminamos entre las tumbas mientras el sol se ocultaba en el horizonte. Aunque no habia encontrado ninguna relacionada con la lista de H amp;F, y ningun Dashwood tampoco, si habia algunos nombres familiares. Thaddeus Bowman. Victor Livingstone y su hija, Sarah Masham Livingstone. Enoch McCready.
En ese momento recorde las palabras de Luke Bowman y me pregunte que habia provocado la muerte del esposo de Ruby en 1986. En lugar de respuestas estaba encontrando mas preguntas.
Pero uno de los misterios estaba resuelto. Una persona desaparecida habia sido encontrada. Al volverme para abandonar el cementerio, tropece con una lapida sencilla en una esquina del extremo sur. En ella habia una simple inscripcion.
Tucker Adams
1871-1943
R.I.P.
Capitulo 22
Despues de abandonar el cementerio regrese a High Ridge House, deje a Boyd en su perrera y subi a mi habitacion, ignorando que tendria la velada telefonica mas agitada desde los tiempos del instituto.
Apenas encendi el aparato recibi una llamada de Pete.
– ?Como esta el Gran B?
– Disfrutando de la comida y la fauna de la montana. ?Estas de vuelta en Charlotte?
– Colgado en el estado Hoosier [14]. ?Esta poniendo a prueba tu paciencia?
– Boyd tiene una manera muy original de ver la vida.
– ?Alguna novedad?
Le hable de Primrose.
– Oh, carino. Realmente lo siento mucho. ?Tu estas bien?
– Lo estare -menti-. Hay mas.
Hice un resumen del interrogatorio al que me habia sometido Davenport y enumere las quejas que el vicegobernador tenia intencion de presentar.
– Suena a una jodida jugada de las clases influyentes de la comunidad.
– No intentes impresionarme con la jerga legal.
– Todo esto debe tener una motivacion politica. ?Alguna idea de por que lo hacen?
– A Davenport no le gusta mi peinado.
– A mi si. ?Has descubierto alguna otra cosa sobre el pie?
Le hable de la edad histologica estimada, de la clasificacion racial y acerca de los todavia desaparecidos Daniel Wahnetah y Jeremiah Mitchell.
– Mitchell parece el mejor candidato para el pie.
Le describi a Pete la fotografia tomada durante los funerales de Charlie Wayne Tramper y le hable de la llamada que habia hecho a Raleigh.
– ?Por que te mentiria Midkiff acerca de una excavacion?
– A el tampoco le gusta mi peinado. ?Deberia buscarme un abogado?
– Ya tienes uno.
– Gracias, Pete.
Luego le toco el turno a Ryan. McMahon y el habian acabado tarde y regresarian al lugar donde estaban montando el avion al amanecer, de modo que pasarian la noche en Asheville.
– ?Problemas con el telefono?
– La prensa y la television estan oliendo sangre, de modo que tuve que apagarlo. Ademas, pase la mayor parte del dia en la biblioteca publica.
– ?Aprendiste algo?
– La vida en las montanas es muy dura para la gente mayor.
– ?Que quieres decir?