dormido de madrugada. Era una figura pequenita sobre la cama. Casi una figurilla en una habitacion llena de figurillas. Angeles de ceramica, un preciado Lladro, unas mudas esculturas de Hummel. Las habia coleccionado cuando todavia salia a pasear, una epoca que ya casi ni recuerdo.

El cabello negro se le habia encanecido, pero aun lo tenia rabiosamente rizado. Su nariz huesuda y ganchuda era beligerante incluso mientras dormia, lo mismo que su menton puntiagudo. Lo unico que me unia a ella era el apellido porque no me parecia en nada a ella, habia salido a mi padre. Lo suponia, ya que no lo conoci. Nunca vi su fotografia. A mi madre no le caia bien y se nego a casarse con el. Al menos eso es lo que me contaron de nina, aunque yo habia llegado a sospechar algo diferente.

Desde que tuve memoria, ella habia estado amargada y resentida. Luego el resentimiento se transformo en furia y la furia penetro en su interior y la devoro. Asi es como yo la veia en mi infancia, aunque los demas decian que era una «enfermedad de los nervios», luego, una «crisis nerviosa». Mas tarde la ciencia entro en escena y los medicos decidieron que mi madre sufria un «desequilibrio electrolitico», como si le bastara con beber Gatorade. La hicimos tomar la medicacion; primero, Pamelor, luego Elavil, pero no reacciono. Se hacia mayor y mas dificil de controlar. Nos quedamos sin remedios justo cuando se nos acabo la paciencia y el dinero.

Aunque un tio nos mandaba dinero para la comida, con el tiempo y a medida que yo crecia, los parientes que nos habian ayudado empezaron a desaparecer por diversos motivos que desembocaban en una unica razon. Algunos fallecieron y en un momento determinado me pregunte si esa seria la unica salida. Pero antes de que pudiera tomar conciencia de la situacion, ya la estaba afrontando; tenia dos trabajos despues de la escuela y pedi ayuda social para ella. A los diecisiete anos ya consultaba a los medicos, hasta que desisti de hacerlo porque no tenian nada que ofrecerle. Y yo misma le cambiaba los panales.

Luego encontre a Hattie y pude respirar por primera vez. Fui a la universidad con una beca, en Pennsylvania, luego a la facultad de derecho con media beca. Me gradue y ahorre lo suficiente como para mantener con vida a la personita de la cama. Una vieja dama italiana, pero dura; como una gallina vieja, exhausta, pero aun dando guerra. Yo pensaba que luchaba contra la muerte. Hasta que me di cuenta de que lo hacia contra la vida.

– ?Bennie, Bennie, ven, corre! -Era Hattie de pie ante el televisor de la cocina. Bear se puso en estado de alerta y levanto las orejas ante el tono de su voz.

– ?Que pasa? -dije, y cerre la puerta del dormitorio.

– Mira, ven. ?No es esa tu empresa?

Corri a la tele y quede estupefacta ante la imagen de la pantalla. Estaban sacando una gran bolsa negra sobre una camilla de acero y la metian en una furgoneta de la policia. La imagen paso a la fachada de ladrillos de la casa, luego a un primer plano de la placa que decia ROSATO amp; BISCARDI Subi el volumen, pero por alguna razon no quise oir las noticias. No podia soportarlas.

– -Es Mark --dijo Hattie--. Alguien lo ha matado.

8

Unidad movil de deteccion criminal, se podia leer en la furgoneta azul y blanca estacionada frente al bufete. Los coches policiales bloqueaban la calle. Un grupo de periodistas se apelotonaba contra la cinta amarilla del cordon policial. Pase por debajo de ella y me abri paso hasta la puerta de entrada mostrando mi documento de identidad a los policias que intentaban apartarme de Mark.

Cuando llegue, hacia rato que se lo habian llevado a hacerle la autopsia. La mera idea me trastorno. No podia responder ni hablar con sensatez cuando un policia uniformado empezo a hacerme preguntas. Mark. Me habia ido de su lado. Lo habia insultado. Esas serian las ultimas palabras que habia oido de mis labios. Ni tan siquiera le habia dicho adios.

– Pase, senorita Rosato -me decia el agente uniformado-. Los de homicidios quieren hablar con usted. -Me hizo entrar en la casa mientras las camaras filmaban sin cesar.

Dentro parecia un manicomio. Marshall estaba cerca de la ventanilla de recepcion, sollozando y abrazada a Amy Fletcher. Wingate estaba postrado en el sofa con una camiseta en la que ponia: viajando en aquel tren; se le veia palido y macilento, y junto a el estaba Jennifer Rowlands, con las mejillas humedas por las lagrimas.

Renee Butler hablaba con Jeff Jacobs en la biblioteca y me miraron de forma extrana cuando el agente me acompanaba por el pasillo. Senti que me apretaban fuertemente el hombro.

Era Grady Wells.

– -?Estas bien, Bennie? --pregunto. Llevaba el traje gris y la corbata estampada, pero tenia los ojos ligeramente enrojecidos tras las gafas.

– -Grady, que locura.

Trato de separarme del policia.

– Quiero hablar con la senorita Rosato un minuto, agente.

El policia puso una mano sobre mi otro hombro.

– Ahora no. El teniente Azzic quiere hablar con ella.

– Este es un bufete juridico que tiene que seguir su actividad pese a la investigacion.

– El teniente esta esperando…

De repente, Grady me libero del policia y me hizo pasar delante de una Marshall consternada. Traspasamos la puerta del despacho detras de la recepcion y Grady la cerro con llave.

– -Bennie, escucha -dijo cuando estuvimos a solas-. Anoche Mark fue apunalado. En su despacho.

– -Dios santo. --Me sente junto a los telefonos.

– -Ahora atiende. No tienen el arma homicida, no tienen nada. Han estado llamando a tu casa toda la manana. Quieren tus huellas dactilares; quieren hablar contigo. ?Donde has estado?

– -En casa de mi madre.

– -?Y anoche?

– -Creo que fui la ultima en salir. Cerre con llave.

– -El asesinato tuvo lugar alrededor de las doce. Oi que; lo decia el ayudante del fiscal. ?Donde estabas ayer a medianoche?

– -En el rio, remando, ?por que? --Me sentia aturdida,

casi mareada. Estaba remando cuando mataron a Mark. Tendria que haber estado a su lado. Podria haberlo evitado, fuera quien fuera el asesino--. ?Quien lo hizo? ?Como entro?

– -No ha habido violencia y no se han llevado nada. La policia piensa que tu mataste a Mark, Bennie. Eres la principal sospechosa.

– -?Que? -…Experimente una sacudida, un segundo terremoto despues del golpe inicial--, ?Yo?

– -La policia quiere interrogarte, pero no puedes hacerlo sin un abogado. Dejame que te represente. Puedo hacerlo.

Todo sucedia a un ritmo vertiginoso. Mark, muerto. Y ahora, esto.

– Grady, no necesito a un abogado. Yo no mate a Mark.

Se oyeron golpes en la puerta.

– Escucha, Bennie, piensa -dijo Grady tocandome un hombro-. Fuiste la ultima que estuvo con el. Tu cerraste la oficina, por tanto, quien haya entrado tenia la llave o Mark le dejo entrar.

– -Eso no significa que…

– -Estan interrogando a los asociados, llevandolos a la comisaria central. Ya lo han hecho conmigo. Yo llegue a primera hora. Todos han contado la trifulca que tuviste con Mark. Wingate en especial, pues lo oyo todo. La policia sabe que Mark te dejo por Eve y que queria disolver R amp; B. Tu eres la que tiene un motivo, y si no dispones de una buena coartada, el asunto se complica.

Cerre los ojos. ?Como podia haber sucedido esto? El corazon me latia con fuerza.

Se oyeron fuertes golpes en la puerta.

– ?Espere un momento! -grito Grady-. Bennie, deja que te represente. No pueden interrogarte sin un letrado presente.

– Me puedo representar a mi misma.

– ?Has perdido el juicio? A la policia le has costado una fortuna; han caido cabezas por tu culpa. No, ahi fuera tienen los canones preparados. Aplazare los casos de mis clientes y cuando la policia formule la acusacion contra

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