– Teniente -le interrumpio Grady-, en este preciso momento le aconsejo a mi representada que no conteste a esa pregunta. Y si ella ya esta bajo arresto, usted no le ha leido sus derechos.
El teniente Azzic lanzo una risita.
– Calma, muchacho. Aqui no veo ninguna situacion; de arresto. Solo le estoy haciendo un par de preguntas. Tal vez podamos evitar aqui y ahora el viaje a la; central.
Lo dude, pero conteste de cualquier manera. j
– Estaba remando.
– -?Remando? --Levanto sus cejas ralas y parecio mas, sorprendido de lo que puede estar un detective de homicidios-. ?En un bote?
– Si, un skull.
– -?De noche? ?En la oscuridad?
– -Me gusta remar de noche. Es la unica hora en que puedo hacerlo. --Grady se movia a mi lado, visiblemente disgustado.
– -?La vio alguien?
– -No, que yo sepa.
– -?Como llego a la caseta de botes?
– -Caminando.
– -Teniente --dijo Grady--, creo que estas preguntas son innecesarias. ?Es esa toda la informacion que necesita?
El policia se cruzo de brazos.
– -No, considero que debemos continuar este interrogatorio en la central de policia.
– ?A que hora? -replico Grady, y si estaba contrariado no lo demostro.
– Dentro de una hora mas o menos. Denos algo de tiempo para reunir los papeles. Tengo que conseguir un original del testamento del senor Biscardi.
– -?El testamento? -pregunte, y Grady me lanzo una mirada que significaba: «Deja esto en mis manos».
El teniente Azzic me miro moviendo la cabeza de arriba abajo.
– -?No sabia usted que el senor Biscardi habia hecho testamento, senorita Rosato? ?No era el su amigo y su socio?
Grady me lanzo otra mirada de advertencia.
– Por favor, no contestes, Bennie. Me gustaria ver ese documento, teniente.
Me calle. Trate de recuperar la calma. Mark, asesinado. Yo, sospechosa. Era previsible que Mark hubiera hecho testamento, pero nunca habiamos hablado de ello. En realidad, nunca lo pense. Era un hombre joven. De repente, note una senal de alarma.
El teniente Azzic metio la mano en un bolsillo y saco un monton de documentos, que paso a Grady.
– Hice estas copias antes de llevarmelo. El testamento esta fechado el 11 de julio de hace tres anos, pero supongo que usted no lo sabia, senorita Rosato.
No recogi el guante, pero vi los ojos tensos de Grady mientras leia. Habia unas diez paginas, pero las hojeo rapidamente. Su rostro permanecio impasible cuando termino de leer y devolvio los papeles al teniente Azzic.
– Gracias -dijo.
– Interesante, ?verdad? -dijo el teniente mirandome a mi y no a Grady.
Grady me llevo hacia la puerta.
– Nos veremos en la central, teniente.
– ?Que decia? -susurre cuando llegamos al recibidor. Estaba a punto de contestarme cuando al girar casi nos llevamos por delante a Eve Eberlein.
– ?Oh! -Retrocedio como si se sorprendiera. Era obvio que habia estado llorando; tenia los ojos hinchados y no iba maquillada. Tenia el pelo corto enredado y el vestido blanco, arrugado-. ?Que ha pasado, Bennie? ?Que ha pasado? -dijo con voz dolorida y confusa.
Yo sabia muy bien como se sentia. Tuve un retortijon en el estomago. Compartiamos la misma perdida.
– -No lo se --conteste antes de que Grady me cogiera del brazo y practicamente me arrastrara por el pasillo.
– -Lo siento, Eve -dijo Grady--. Adios, cuidate.
Eche una ultima mirada a Eve. Estaba hecha una piltrafa, apoyada contra la pared. Detras de ella, al fondo del pasillo, estaba el teniente Azzic. Me observaba mientras encendia un cigarrillo delante del despacho de Mark y soltaba una bocanada de humo. Entrecerro los ojos por el humo; tenia una expresion sombria y suspicaz.
?Que sabia el? ?Que habia en el testamento de Mark?
9
Estabamos en el aparcamiento de dos plazas que habia detras del despacho; Grady buscaba la llave de su moto. Era una moto antigua negra y marron, con asiento de piel y tubos cromados y deslustrados en los que ponia NORTON en letras desvaidas. No me enloquecia la idea de que me transportara hasta la central, pero en ese momento era la ultima de mis preocupaciones.
– ?Que decia el testamento, Grady?
Encontro la llave, paso una pierna por encima de la moto y tomo asiento.
– Por favor, vamonos ya.
– -Primero dime lo que ponia.
– -Por favor, sube a la moto, Bennie. Hablare contigo cuando estemos lejos de la oficina. Tenemos a la prensa en nuestras narices y no quiero que nos encuentren en medio de una conversacion.
– -No puedo esperar. Cuentame lo del testamento.
– -?Asi es como van a ir las cosas? --Fruncio el entrecejo mientras ponia la moto en marcha-. ?Vas a discutir conmigo todos los detalles?
– -Tu eras el que me empujabas de un lado a otro en la oficina.
– Te defendia. Soy tu abogado.
No pude hacerme a la idea.
– -Grady, no pierdas de vista la realidad. Soy tu jefa y tengo muchas mas arrugas que tu.
– Lamento no estar de acuerdo, porque ahora yo soy tu jefe. Apenas tengo cinco anos menos que tu y debo actuar a mi manera. Por tanto, te aconsejo, como un tramite puramente legal, que te subas a la moto. Antes de que me enfade.
– No me digas que te vas a enfadar y todo. -Nunca lo habia visto enojado en el despacho.
– -Sin duda.
– -?Y que es lo que haces? ?Insultas? ?Tiras cosas al aire?
– -Jamas -dijo sin mas explicaciones. Se aliso el pelo hacia atras y se encasqueto un casco gris Shoei. Lo unico que quedo a la vista de su rostro fueron sus furibundos ojos azules y el menton decidido--. ?Ves el otro casco en la parte de atras? Por favor, pontelo.
Vi el casco blanco que parecia una bombilla.
– -?Por que llevas dos cascos?
– Por si encuentro una mujer con mejores modales que tu.
Me cruce de brazos.
– Me lo pongo si me cuentas todo acerca del testamento de Mark.
Suspiro y se levanto el casco hasta la linea del cabello, entonces se reajusto las gafas.
– ?Que crees que decia el testamento, Bennie?
– No tengo ni idea. Mark no tenia parientes, solo un hermanastro en California…
– No le importaba tanto como tu -dijo Grady con cierto deje en la voz-. El documento no especifica la cantidad de dolares, pero Mark te dejo todo lo que tenia.: La casa, la empresa y todos sus fondos personales. Acciones y bonos municipales, fondos de inversion. El testamento deja bien claro que en caso de morir el, tu heredas R amp; B y sigues al frente de la empresa.
Me quede boquiabierta. Me sorprendio la generosidad de Mark. Y su amor. Entonces, me di cuenta de por que