– Senorita Rosato, ?sabia usted que heredaria veinte millones de dolares como resultado del testamento del senor Biscardi?

– -?Que? --exclame, perpleja. ?Veinte millones de dolares?

– -Teniente --dijo impasible Grady--, ella ya le ha dicho que no sabia que el senor Biscardi hubiera hecho testamento.

La cabeza me daba vueltas. La cantidad era tan exorbitante que me aterrorizo la situacion en que me encontraba. Era casi imposible no creer que yo hubiera matado a Mark por semejante cantidad de dinero.

– Yo sabia que la familia de Mark tenia dinero, pero no eran nada ostentosos. Tenian un chalet de dos plantas, una furgoneta. Jamas se me ocurrio que…

– Bennie, por favor -dijo Grady presionando con sus dedos.

La mirada de Azzic era impenetrable.

– ?De modo que usted dice que no tenia ni idea de que el senor Biscardi hubiera heredado gran parte de ese dinero de sus padres?

Debi quedarme boquiabierta, porque Grady dijo:

– Eso es lo que ella esta diciendo, teniente.

– -?Asistio al funeral de los padres en compania del senor Biscardi?

– -Pues si. --El funeral habia sido tenso y con muy pocos asistentes, ya que era una familia muy reducida. Mark casi no habia reaccionado, ni siquiera en el cementerio. Sus padres murieron juntos en un accidente de automovil, pero Mark se habia criado en internados catolicos, lejos de ellos-. No era una familia muy unida.

– ?Le menciono algo de la herencia?

– No. -Mire el cristal de la pared y me di cuenta de que me encontraba con los nervios a flor de piel. Nerviosa. ?Quien estaba al otro lado del espejo? ?Meehan?-. Nada.

– ?Y usted no pregunto?

– No, nunca salio el tema. -Parecia extrano en retrospectiva. Pero era asunto de Mark y yo siempre habia respetado su intimidad familiar. Dios sabe cuanto la necesitaba yo misma.

– Hay una cosa que no entiendo, senorita Rosato. Me dicen que el senor Biscardi le dijo en el transcurso de su discusion que queria hacer mas dinero. ?Por que queria hacer mas dinero cuando ya tenia tanto? ?Me podria ayudar a aclarar este punto?

– Teniente -interrumpio Grady-, usted le esta pidiendo que especule sobre el estado mental del senor Biscardii

– -Era su amante, ?no es verdad? Quiza hablaron de ello.

– Bennie, te aconsejo que no contestes.

– ?Que dice, Rosato? -Los ojos de Azzic volvieron a clavarse en mi.

– Me niego a contestar debido a que esta pregunta puede incriminarme -dije sintiendo amargas las palabras, como pasa con cualquier mentira. Mark siempre habia competido con su padre, un hombre de negocios hecho a si mismo, y queria alcanzar tanto exito como el. No sabia que su padre fuera millonario; vivian con mucha sencillez.

El teniente Azzic siguio jugueteando con su Merit; golpeteaba la mesa con una punta y luego con a otra.

– -Entonces, ?usted no sabia nada del testamento, aunque fue preparado por un intimo amigo suyo?

– Ya ha contestado a esa pregunta -dijo Grady.

– ?Quien lo redacto? -pregunte.

– ?Bennie! -exclamo Grady, pero no pude evitarlo. Estaba acostumbrada a actuar de abogada, no de cliente.

– -?Quien fue, teniente?

– -Sam Freminet --dijo Azzic.

?Sam? Me quede de una pieza. Sam jamas lo habia mencionado.

– -Usted es amiga del senor Freminet, ?verdad, senorita Rosato? ?intima amiga?

Grady se interpuso entre los dos.

– Aconsejo a mi cliente que no conteste. -Se puso las manos en las caderas poniendo a un lado su chaqueta como si estuviera amenazando, tal como lo hacen al sur de la linea Mason-Dixon. Y no a los policias, sino a mi.

– Me niego a contestar porque puede incriminarme -dije obedientemente. Pero aun le daba vueltas. ?Sam? Era un especialista en bancarrotas, no en derecho civil.

Azzic meneo la cabeza.

– ?No es Sam Freminet un letrado de Grun amp; Chase, bufete en el que tanto usted como el senor Biscardi habian trabajado?

– Me niego a contestar a esa pregunta porque puede incriminarme.

– ?Cuando fue la ultima vez que hablo con el senor Freminet?

Lo habia llamado justo antes de este interrogatorio, pero no habia dado con el. Hasta eso me haria quedar mal ahora.

– -Me niego a contestar…

– -Senorita Rosato --dijo Azzic levantando la voz--, ?no estaba usted celosa de Eve Eberlein?

Repeti mi negativa.

– Me niego a contestar porque la respuesta puede hacerme pasar por una imbecil de primera categoria.

– ?No le arrojo usted al senor Biscardi un jarro de agua en pleno tribunal? ?Justamente ayer por la manana! dia en que fue asesinado? ?Porque se sentia demasiado celosa de la senorita Eberlein?

Ay, mierda.

– Me niego…

– Teniente Azzic, esta entrevista ha terminado -dijo abruptamente Grady-. No permitire que acose a mi cliente. -Me cogio del brazo y me puse de pie sorprendida comprobar que me temblaban las piernas.

Azzic tambien se levanto.

– -?Se va a refugiar en la quinta enmienda, Rosato? ?Como el mierda que usted representa?

– -?Ya basta! --anuncio Grady. Me sacaba de la sala a pellones, pero no pude dejar de contestar, enfurecida.

– -No tiene ninguna prueba contra mi, teniente, porque yo no mate a mi socio. Es simple logica, pero tal vea no sea tan simple para usted.

El teniente Azzic me miro a los ojos.

– Yo mismo me ocupare de este caso, y tan pronto como tenga una prueba, volvera a oir hablar de mi.

– Espero que no sea una amenaza -dijo Grady, pero opte por una contestacion menos educada y le replique con mi aplomo habitual.

10

Cuando salimos nos encontramos con una autentica multitud de periodistas; se agolpaban en la acera y se extendian hasta el aparcamiento de la central. Grady y yo nos abrimos paso. Yo habia pasado por este calvario millones de veces con mis clientes. No se podia hacer otra cosa que aguantar y seguir adelante, como en la vida.

Aparecian ante mi vista camaras con filtros de ultima generacion, videocamaras que zumbaban en estereo y gente de la television que acercaba microfonos a mis labios. Cada periodista gritaba su propia version de mi | nombre.

– -?Benedicta, mira hacia aqui!

– -?Beladona, solo una foto!.

– ?Benedicta, aqui!

Mantuve la mirada fija al frente, con la cabeza retumbandome con los clics de las camaras. Sabia que pasaria. Seria el gran titular de los informativos locales, de la CNN y la COURT-TV. Los policias filtrarian detalles sobre mi y Mark, incluyendo lo del testamento, y antes de que finalizara el dia, seria considerada la principal sospechosa. Mis clientes darian la espantada en un abrir y cerrar de ojos. Los de abuso policial necesitarian un

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