– Estare alli, Luther.
– Luther toco la mano de Jack y al cabo de un instante Luther Whitney desaparecio entre las sombras.
El taxi dejo a Jack delante del edificio de apartamentos. La cabina de telefonos estaba al otro lado de la calle. Se detuvo por un momento mientras se armaba del valor necesario para lo que se disponia a hacer.
– ?Hola? -dijo una voz somnolienta.
– ?Kate?
Jack conto los segundos hasta que a ella se le despejo la cabeza e identifico la voz.
– Caray, Jack, ?sabes que hora es?
– ?Puedo ir a tu casa?
– No, no puedes venir. Pensaba que ya habia quedado claro. Hizo una pausa, se preparo para el siguiente paso.
– No se trata de eso. -Otra pausa-. Es sobre tu padre. El prolongado silencio resulto dificil de interpretar.
– ?Que pasa con el? -El tono no era tan frio como esperaba. -Tiene problemas.
– ?Y? -Ahora habia recuperado el tono de antes-. No se de que te sorprendes.
– Me refiero a que esta metido en un lio muy gordo. Me ha dado un susto de muerte sin llegar a decirme nada concreto.
– Jack, es muy tarde y los problemas en los que pueda estar involucrado…
– Kate, esta asustado. Asustado de verdad. Tan asustado que vomito.
Otra pausa interminable. Jack siguio el proceso mental de Kate mientras ella pensaba en el hombre que los dos conocian tan bien. ?Luther Whitney asustado? Eso no tenia sentido. Su linea de trabajo exigia nervios de acero. No era una persona violenta, pero habia pasado toda su vida adulta al borde del abismo.
– ?Donde estas?
– Al otro lado de la calle.
Miro hacia el piso de Kate; vio una silueta que se asomaba a la ventana. Levanto una mano.
Llamo a la puerta entreabierta y vio a Kate desaparecer en la cocina. Despues oyo un estrepito de ollas, el ruido del agua y el chasquido del mechero cuando encendio el gas. Jack echo un vistazo a la habitacion, y espero junto a la puerta, con la sensacion de que hacia el tonto.
Al cabo de un minuto, Kate entro en la habitacion. Vestia un albornoz grueso que le llegaba a los tobillos. Iba descalza. Jack le miro los pies. Ella le siguio la mirada y asimismo le miro. Jack levanto la cabeza con un movimiento brusco.
– ?Que tal esta el tobillo? Se ve bien. -Sonrio.
– Es tarde, Jack -replico Kate, desabrida. Fruncio el entrecejo-. ?Que pasa con el?
Jack entro en la sala y se sento. Kate le imito.
– Me llamo hace un par de horas. Cenamos algo en aquella fonducha cerca de Eastern Market, y despues fuimos a dar un paseo. Me pidio un favor. Dijo que estaba metido en un buen lio. Un problema muy serio con algunas personas que le podian hacer un dano irreparable. Irreparable de verdad.
Se oyo el silbido de la tetera. Kate se levanto de un salto. Jack la observo entrar en la cocina. La vision del trasero perfecto que se marcaba contra el albornoz le hizo recordar un monton de cosas que ahora no venian a cuento. Kate volvio a la sala con dos tazas de te.
– ?Cual era el favor? -La joven bebio un trago de te. Jack dejo su taza en la mesa.
– Dijo que necesitaba un abogado. Que quiza necesitaria un abogado. Aunque las cosas podian cambiar y entonces no lo necesitaria. Me pidio que yo fuera su abogado.
– ?Eso es todo?
– ?No es suficiente?
– Lo seria para una persona honesta y respetable, pero no es su caso.
– Caramba, Kate, el hombre estaba asustado. Nunca le habia visto asustado, ?y tu?
– Le he visto demasiado. El escogio como vivir su vida y ahora, al parecer, ha llegado el momento de pasar cuentas.
– Por todos los santos, es tu padre.
– Jack, esta conversacion no me interesa. -Kate hizo el ademan de levantarse.
– ?Y si le pasa algo? Entonces, ?que?
– Pues le pasa y se acabo -replico Kate, con un tono helado-. No es mi problema.
Jack dejo la silla y camino hacia la puerta dispuesto a marcharse. Pero se dio la vuelta con el rostro rojo de colera.
– Ya te contare como fue el funeral, aunque ahora que lo pienso ?a ti que mas te da? Te enviare una copia del certificado de defuncion para tu libro de recortes.
No sabia que ella pudiera moverse tan rapido, pero sentiria la bofetada al menos durante una semana, como si alguien le hubiese echado acido en la mejilla, una descripcion mas ajustada de lo que creyo en aquel momento.
– ?Como te atreves? -Los ojos de Kate brillaban furiosos mientras el se frotaba la cara.
Entonces la joven se echo a llorar con tanta fuerza que las lagrimas cayeron sobre el albornoz.
– No mates al mensajero, Kate -le pidio Jack con toda la calma de que fue capaz-. Se lo dije a Luther y te lo digo a ti, la vida es demasiado corta para estas idioteces. Perdi a mis padres hace mucho tiempo. Esta bien, tienes tus razones para que no te guste el tipo, estupendo. Eso es cosa tuya. Pero el viejo te quiere y se preocupa, y aparte de lo que puedas pensar sobre como te jodio la vida tienes que respetar ese carino. Este es mi consejo, tomalo o dejalo.
Una vez mas se dirigio a la puerta pero Kate llego antes que el.
– Tu no sabes nada.
– De acuerdo, no se nada. Vete a la cama. Estoy seguro de que te dormiras en el acto, no hay nada que te preocupe.
Kate le cogio del abrigo con tanta fuerza que le hizo dar la vuelta, aunque el pesaba casi cuarenta kilos mas que ella.
– Tenia dos anos cuando le encerraron en la carcel por ultima vez. Habia cumplido los nueve cuando salio. ?Tienes idea de la verguenza que pasa un nina cuyo padre esta en la carcel? ?Cuando su papa roba las cosas de otras personas para ganarse la vida? ?Cuando en la escuela los ninos dicen en clase lo que hacen sus padres, y el papa de uno es doctor y el de otro es mecanico, y cuando es tu turno la maestra mira el suelo y le dice a la clase que al papa de Kate se lo llevaron porque hizo algo malo y pasa al nino siguiente?
»Nunca estuvo con nosotras. ?Nunca! -grito Kate-. Mama sufria como una loca por el. Pero siempre mantuvo la esperanza, hasta el ultimo momento. Se lo puso facil.
– Ella acabo por divorciarse, Kate -le recordo Jack.
– Porque no podia hacer otra cosa. Y cuando comenzaba a reorganizar su vida descubrio un bulto en el pecho y al cabo de seis meses se murio. -Kate se apoyo contra la pared. Parecia extenuada, daba pena verla-. ?Y sabes que es lo peor de todo? No dejo de quererle ni por un momento. Despues de todo lo que le habia hecho pasar. - Kate sacudio la cabeza, le costaba trabajo creer lo que habia dicho. Miro a Jack con la barbilla temblorosa.
»Pero no pasa nada. Soy capaz de odiar por las dos -afirmo mientras miraba a Jack con una expresion donde se mezclaban el orgullo y la rectitud.
Jack no sabia si lo que iba a decir era debido al agotamiento que sentia o al hecho de que llevaba anos pensandolo. Anos de presenciar esta payasada. Y de dejarla a un lado en favor de la belleza y la vivacidad de la mujer que tenia delante. Su idea de la perfeccion.
– ?Es este tu ideal de la justicia, Kate? ?Poner odio y amor en una balanza hasta que queden equilibrados?
– ?De que hablas? -Kate se aparto.
Jack avanzo mientras ella continuaba retrocediendo.
– Estoy hasta las narices de la historia de tu martirio. Te crees la defensora ideal de los dolientes y las victimas. No hay nada por encima de eso. Ni tu, ni yo, ni tu padre. La unica razon para acusar a cualquier pobre hijo de puta que se cruce en tu camino es lo que te hizo tu padre. Cada vez que mandas a la carcel a alguien es otra punalada en el pecho de tu padre. -Kate intento repetir la bofetada. El le cogio la mano-. Desde que te hiciste mayor no has hecho otra cosa que vengarte. Por todos los errores. Por todo el dano. Por no estar contigo. -Le