Santos se recosto en su asiento y miro por la ventanilla del coche, observando el trafico. Poco a poco fue relajandose. Por primera vez en mucho tiempo se encontraba comodo. Respiro profundamente y casi dormido se dijo que esta vez no lo encontrarian. Cuando fuera mayor, cuando ya no pudieran capturarlo, regresaria para encontrar al asesino de su madre.
Poco despues desperto sobresaltado. Como sucedia a menudo, habia sonado con Lucia, y con Tina. Se paso una mano por la frente y la encontro cubierta de sudor. En la pesadilla, las dos mujeres gritaban pidiendo su ayuda, pero no conseguia llegar a tiempo.
En aquel momento el coche paso por encima de un bache. Santos miro a su alrededor, confuso y desorientado.
– Al parecer ya te has despertado…
Santos sonrio, avergonzado.
– Lo siento, no tenia intencion -bostezo-. ?Cuanto tiempo he estado dormido?
– No mucho. Media hora.
Santos tenia la impresion de que habia pasado mucho mas tiempo. Le dolia todo el cuerpo.
Una simple mirada por la ventanilla basto para que comprobara que se encontraban en una carretera secundaria, completamente desierta. Fruncio el ceno, inquieto. Algo andaba mal.
– ?Donde estamos?
– En River Road, cerca deVacherie.
– River Road -repitio.
Santos recordaba muy bien el mapa de Luisiana y sabia que no habia que desviarse en ningun momento para llegar a Baton Rouge. Pero Rick parecio leer sus pensamientos, porque dijo:
– Un camion sufrio un accidente en la autopista y han cortado el trafico. De modo que decidi dar un rodeo para llegar antes.
Santos intento recordar aquel nombre, River Road, pero no lo consiguio.
– Has visitado alguna vez las viejas mansiones de las plantaciones, Victor? -pregunto Rick-. Todas estan por esta zona, y son muy interesantes. En aquella epoca necesitaban el rio para todo. Para comerciar, para viajar, para conseguir los suministros…
Santos se paso una mano por la frente. No entendia que se hubiera quedado dormido, que hubiera actuado de forma tan ingenua y estupida.
– ?No tardaremos demasiado por esta carretera?
– No mas que atascados en la autopista.
– Tal vez tengas razon -murmuro Santos.
Intento convencerse de que Rick era una buena persona y de que habia tomado una decision razonable. Sin embargo, tenia un mal presentimiento.
– ?Te encuentras bien? Estas algo palido.
– No, estoy bien -respondio Victor-. Solo cansado.
Rick empezo a hablar sobre la universidad y sobre su carrera, y de vez en cuando hacia alguna pregunta acerca de la familia de Santos. El joven se las arreglaba siempre para desviar la conversacion de tal manera que siguiera hablando sobre si mismo.
A pesar de todo, no consiguio sentirse menos inquieto. Algo le decia que haria bien alejandose de aquel individuo.
– Puedes ser sincero conmigo, Victor. Tu abuela no esta enferma, ?verdad? No te esta esperando nadie. Nadie en absoluto.
Santos lo miro y se estremecio. Rick sonrio abiertamente, como si fueran amigos de toda la vida, con calidez. Por desgracia, ya habia aprendido que las apariencias enganaban con demasiada frecuencia. Asi que se las arreglo para fingir indignacion ante su comentario.
– Por supuesto que tengo una abuela. Y esta enferma, muy enferma. ?Por que has dicho algo asi?
– Mira, no creo que un chico como tu, y de tu edad, estuviera solo a estas horas de la noche si no fuera porque no tiene a nadie en el mundo. Puedo ayudarte. Puedo conseguirte un sitio para que te quedes una temporada si quieres.
– ?Por que? Soy un completo desconocido para ti.
– Porque una vez me encontre en tu situacion. Se lo que se siente. Y creeme, es mas duro de lo que puedas imaginar.
Parecia tan sincero que estuvo a punto de capitular. No obstante, Santos habia aprendido muchas cosas sobre las personas y sobre los intereses que las movian, y sospechaba que habia gato encerrado. Era algun tipo de trampa. La gente no ayudaba casi nunca a nadie sin una buena razon.
– Supongo que debe ser duro, si -dijo-. Pero no lo se, porque no me encuentro en la situacion que dices. Mi abuela me esta esperando en Baton Rouge.
– Como quieras -se encogio de hombros.
Sonrio con tal frialdad que Santos se estremecio. Pero se cuido mucho de mostrar inquietud.
– Muchas gracias, de todas formas.
Miro por la ventanilla del coche, y segundos despues oyo que Rick se habia quitado el cinturon de seguridad. De inmediato supo que tenia que salir de aquel coche.
En el preciso momento en que intentaba abrir la puerta, Rick freno en seco. Santos consiguio entreabrir y oyo que algo caia al suelo. Se dio la vuelta con rapidez y golpeo al individuo en la mandibula, sorprendiendolo por completo. Fue entonces cuando vio que en el suelo, entre los dos asientos, habia una cuerda de nailon y un cuchillo.
La vision de aquellos objetos le trajo a la memoria el cuerpo horriblemente mutilado de su madre. Durante un segundo lo domino el panico. Rick aprovecho la ocasion para recoger la cuerda. Santos grito, asustado, y consiguio abrir del todo la puerta. La humedad y el olor del rio ataron sus sentidos.
Casi habia conseguido escapar.
Rick consiguio agarrarlo por el pie y apreto la cuerda sobre su muslo.
Santos miro a su atacante, presa de la histeria. No podia pensar. Su corazon latia a toda velocidad y apenas podia respirar. Los pensamientos se sucedian en su mente con gran velocidad. Veia el rostro de su madre, su hermosa cara convertida en un rictus de horror.
Como si comprendiera el miedo de Santos, Rick sonrio pensaba divertirse mucho con todo aquello.
– Puedo facilitarte las cosas, Victor. O puedo complicartelas mas aun. Se un buen chico y coopera con el tio Rick.
En aquel instante, Santos recobro la calma suficiente para decidir que no acabaria como su madre. Con un grito de furia le pego una patada en la cara y salio al exterior. A un lado se encontraba el rio, y al otro una propiedad rodeada por una alta valla.
Rick salio del coche y Santos empezo a correr por la carretera.
Al llegar a una curva se encontro de repente con un coche que avanzaba a toda velocidad en sentido contrario. No tuvo tiempo de reaccionar. Vio la luz de los faros, oyo el sonido del claxon y finalmente el chirriar de una frenada en seco.
Sintio un intenso dolor y una luz brillante lleno su cabeza. Acto seguido se sintio dominado por una extrana sensacion de levedad, como si estuviera flotando.
Segundos mas tarde, perdia el conocimiento.
Capitulo 15
Penso que lo habia matado.
Con el corazon en un puno, Lily Pierron se arrodillo junto al cuerpo del joven. Toco su frente y se sintio mucho mas aliviada al comprobar que estaba caliente, y algo sudorosa, Aparto de sus ojos el oscuro cabello y oyo que gemia.
Aliviada, comprendio que estaba vivo. No sabia que hacer. Dudaba que a esas horas de la noche pasara algun coche por alli. Salvo su casa, no habia ninguna otra mansion cercana. Una vez mas toco su frente y dudo entre