ahi.

– Muy bien. Me encargare de tenerlo todo preparado -examino la expresion de su companero-. ?Te encuentras bien?

– Claro que no. ?Como quieres que me encuentre bien? Me alegro de haber recuperado la placa. Otra vez soy policia. Persigo a los malhechores y busco respuestas. Es lo unico que se hacer. Pero ?como puedo mirar a Glory a los ojos y decirle lo que es su madre?

– Tienes razon. Eres un buen policia. Y esto no es culpa tuya. Tu no eres el responsable de esto. Recuerdalo.

– Si, pero diselo a Glory -respiro profundamente, frustrado-. ?Que voy a decirle? ?Como se lo voy a contar sin hacerle dano?

– No lo se -le puso una mano en el hombro-. No tengo ni idea.

Capitulo 66

Santos encontro a Glory en su despacho del hotel. Pidio a la secretaria que no permitiera interrupciones, y le conto detenidamente toda la historia, empezando por el momento en que Liz habia hablado con Jackson y el.

Mientras Santos hablaba, Glory lo miraba inmovil, mirandolo sin verlo, sin dar credito a sus oidos.

– No puedes hablar en serio.

– Te aseguro que hablo completamente en serio -se aclaro la garganta-. Lo siento mucho, Glory.

– Pero esto es ridiculo. Es una locura. ?Estas diciendo que seguiste a mi madre? ?Estas diciendo que descubriste que tenia algo que ver con el tal Chop Robichaux? ?Que es cliente suya? -subio la voz-. ?Insinuas que fue ella…?

– Si. Ella fue la que me tendio la trampa.

Glory volvio a negar con la cabeza, sintiendo que la sangre escapaba de su cerebro. No podia creer que algo asi estuviera sucediendo.

– No te creo.

– Lo siento. Me gustaria que no fuera verdad.

Se miro las manos y volvio a subir la vista a Glory. Ella contuvo la respiracion al ver su rostro desamparado. Presa del miedo, empezo a temblar violentamente.

– ?No es verdad! -se puso en pie, con los punos cerrados a los lados-. ?Por que me haces esto, Santos? Se que mi madre no te cae bien. Se que tienes motivos para odiarla. Pero esto es… es…

Se aparto de el, incapaz de soportar la expresion lastimosa de sus ojos. Se llevo las manos a la cara, esforzandose por encontrar las palabras adecuadas, que hicieran que terminara esa pesadilla, que despertara y se encontrase con que no estaba sucediendo lo que creia.

Volvio a mirarlo directamente a los ojos.

– Esto va mas alla de una simple enemistad, Santos. Lo que has ideado es enfermizo. Necesitas ayuda.

Se levanto y camino hacia ella. Los ojos de Glory se llenaron de lagrimas. La sujeto por los brazos y la acaricio, como si intentara ayudarla a entrar en calor.

– Yo no soy el enfermizo, carino. Creeme, no me gusta tener que hacerte tanto dano.

Glory aparto las manos.

– No te creo. Todo esto es mentira. ?Mentira! Es imposible. La mujer de la que hablas no es mi madre.

– Se que es tu madre. No sabes el miedo que me daba venir a decirte esto. No puedes imaginar…

– Ahorrame la palabreria, detective Santos. Estas disfrutando con esto.

Santos se puso tenso.

– Estas enfadada con la persona que no es. Y por mucho que mates al mensajero no podras alterar las noticias. Yo no soy el que te ha traicionado. Y los dos lo sabemos.

Glory se llevo la mano a los ojos, para cubrirlos y combatir contra las lagrimas. Seguia pensando que no era verdad. No podia ser verdad.

– He traido pruebas. Tengo fotografias, pero no quiero que las veas -la sujeto por el brazo y la obligo a mirarlo-. Creeme, Glory Nunca te mentiria. Ni con respecto a esto, ni con respecto a ninguna otra cosa.

– ?Fotografias? -repitio Glory, con la vista empanada por las lagrimas-. ?Que quieres decir?

Santos senalo con la mirada el gran sobre que llevaba consigo, y que habia dejado en la silla.

– Robichaux tiene registros de todos sus clientes. Guarda todas las transacciones, con la fecha, el tipo de servicio prestado y el precio. Los archivos de tu madre se remontan a 1970.

En aquella epoca Glory tenia tres anos. Su padre aun estaba vivo. Completamente vivo.

Sintio que se le hacia un nudo en el estomago. No era verdad. No podia ser verdad.

Se acerco a la carpeta, la levanto, y la abrio con aire desafiante.

– ?Glory! -Santos dio un paso hacia ella-. Creeme, por favor, carino. Cuando hayas visto esas fotografias no habra vuelta atras. ?No lo entiendes? Cuando la hayas visto asi, nunca…

– No digas nada mas -respiro profundamente, advirtiendo por primera vez que estaba al borde de la histeria-. No me hables. No me vuelvas a hablar nunca mas.

– Yo no lo he hecho, Glory. Solo lo he descubierto -dio otro paso al frente-. Si miras esas fotografias, nunca seras capaz de olvidarlas. No te hagas eso. No es necesario. Creeme, por favor.

Glory aferro los papeles que contenia el sobre, sintiendo en los dedos el contacto del papel fotografico. Saco una de las instantaneas, mirando a Santos y no la fotografia.

Le empezo a temblar la mano. Sus ojos se llenaron de lagrimas. Dejo caer el sobre y empezo a sollozar. Santos se apresuro a tomarla entre sus brazos.

– Glory, carino, todo se arreglara.

– Nada se arreglara -acerto a decir entre lagrimas-. ?Como pueden arreglarse las cosas despues de esto? Mi madre es… Mi madre…

Lloro durante largo rato. El dolor que sentia era demasiado intenso para soportarlo. Mientras tanto, Santos la abrazaba, murmurandole palabras de consuelo y acariciandole el pelo.

Al final, agotada, levanto la vista para mirarlo.

– ?Que voy a hacer ahora, Santos? ?Que puedo hacer para seguir viviendo?

– Saldras adelante -murmuro, secandole las lagrimas con los pulgares-. Pero antes tendras que ir a hablar con ella. No tienes demasiado tiempo.

Glory se limpio la nariz con la palma de la mano.

– ?Que quieres decir?

– Hay una orden de arresto contra ella.

– ?Una orden de arresto? -repitio, perdiendo las fuerzas-. ?Cuales son los cargos?

– Conspiracion. He conseguido que esperen un poco. Sabia que querrias verla antes de…

Antes de que la detuvieran. Antes de que la historia saliera a la luz y los medios de comunicacion se cebaran en ella.

Su frase sin terminar quedo colgada del aire, entre ellos. El corazon de Glory se detuvo, y despues empezo a latir de nuevo a toda velocidad.

– ?Cuanto tiempo hace que lo sabias? ?Cuanto tiempo has pasado siguiendola?

Apenas podia pronunciar las palabras. Le sonaban demasiado raras.

Cinco dias.

– Cinco.., dias.

Conto hacia atras, pensando en las veces que habia visto a su madre. Se dio cuenta de lo que significaba el silencio de Santos.

Se aparto de el, sintiendo una colera tan intensa que apenas podia respirar.

– Te enteraste de esto hace cinco dias, pero no me dijiste nada. Durante cinco dias estuviste sospechando y…

– Y hasta hoy no tenia nada mas que sospechas. ?Que habria podido decirte?

– Podrias haberme dicho la verdad. Somos amantes. Dormimos juntos. Pero me has ocultado esto -sacudio la cabeza, destrozada-. No viste nada de malo en eso, ?verdad?

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