– No. Sin tener pruebas, ?que podria haberte dicho? ?Que creia que tu madre habia preparado la trampa que me tendieron? ?Que tenia algo que ver con un delincuente habitual? ?Por favor, Glory! Es tu madre.
– Exactamente -se aparto el pelo de la cara con una mano temblorosa-. Es mi madre. Deberias haberme dicho la verdad. Deberias haberme dicho lo que ocurria. Me merecia eso, por lo menos.
– Si te lo hubiera dicho habria puesto en peligro la investigacion.
– Ya veo -cerro los punos, furiosa-. Tenias miedo de que pusiera a mi madre sobre aviso y se escabullera. Tenias miedo de que encontrara la forma de detenerte. De que advirtiera a tu capitan lo que estabas haciendo.
Santos no dijo nada durante un momento. Despues dejo escapar la respiracion, frustrado.
– Sabia que no me creerias. Queria ser capaz de demostrarte que era cierto. ?Que tiene eso de malo?
Glory se dio cuenta de que Santos no la amaba. Nunca la amaria. La traicion que habia cometido en el pasado seguia pesando sobre el. No confiaba en ella. Nunca podria confiar.
Camino hacia la mesa. Saco el bolso del ultimo cajon y se volvio de nuevo hacia el.
– ?Cuanto tiempo me queda?
– No mucho -miro de nuevo el reloj-. Veinte minutos, como mucho.
Glory asintio, muy tranquila, aunque por dentro estaba destrozada.
– Sera mejor que me vaya.
– Voy contigo.
Glory entrecerro los ojos.
– Nada de eso. Voy sola.
– Se lo he prometido a Jackson.
– ?Aun te da miedo de que la ayude a escapar?
En el tenso silencio que siguio, Glory salio del despacho. Una vez en la puerta, se detuvo y se volvio hacia Santos.
– No dejas de acusarme de no creer en ti -le dijo-. De no haber creido nunca en ti. Pero crei en ti lo suficiente para amarte. No una vez, sino dos. Eres tu el que da importancia a nuestras diferencias. Tu fuiste el que juzgo, el que decidio que yo estaba demasiado mimada para amarte de verdad. Tu fuiste el que decidio que no me merecias. Tengo la impresion de que tu fuiste siempre el que no creia que esto pudiera funcionar. Porque no confiabas en mi. Pero en este momento no tengo tiempo de pensar en ello -respiro profundamente y lo miro a los ojos, retandolo a llevarle la contraria-. Voy a ver a mi madre. Y voy sola.
Santos no le llevo la contraria porque no se sentia con fuerzas. Seguia amandola, a pesar de que ella habia sido la primera en traicionarlo, a pesar de que si no podia confiar en ella era porque le habia demostrado, una y otra vez, que estaba dispuesta a anteponer la familia a la logica.
Capitulo 67
Glory condujo como loca, cegada por las lagrimas, con la cabeza llena de las cosas que habia dicho Santos sobre su madre, sobre sus retorcidas pasiones, su relacion con Chop Robichaux y su intento de tenderle una trampa.
Se dijo que debia haber una explicacion. Esperaba con todas sus fuerzas que la hubiera. Queria que su madre la abrazara y le dijera que no era cierto. Que le prometiera que no era cierto.
Pero sabia que sus ruegos no se verian cumplidos.
Algun milagro le permitio llegar a casa de su madre sin incidentes. Salio apresuradamente del coche y corrio por el camino. En cuanto llego a la puerta se puso a llamar fuertemente. Abrio la senora Hilcrest, que se alarmo considerablemente al verla en aquel estado.
– ?Que pasa, senorita Glory?
– ?Donde esta mi madre? -dijo, a punto de atropellarla al entrar en la casa-. Tengo que verla.
– En su habitacion, descansando. Ha pedido que no la moleste nadie.
Glory corrio hacia las escaleras.
– Unas personas van a venir a buscarla. Distraelas todo lo que puedas.
– ?Como dice? -la siguio al pie de la escalera, confundida-. ?Quien va a venir a buscar a su madre? No la entiendo.
Glory se detuvo para mirarla.
– Hagame caso, por favor.
Subio a toda prisa los escalones restantes y se detuvo frente a la puerta de su madre. Estuvo a punto de llamar para esperar a que le cediera el paso, pero al final pudo mas la impaciencia. Abrio e irrumpio en el dormitorio.
Su madre estaba dormida. Se incorporo de un salto al oir el ruido y la miro confundida.
– ?Glory Alexandra? -dijo parpadeando y llevandose una mano a la garganta-. ?Que haces aqui?
– Tengo que hablar contigo.
Se acerco a la cama. Temblaba tanto que temia no poder llegar. Al final consiguio sentarse en el borde.
Las lagrimas le impedian hablar. Hizo un esfuerzo para tragarselas. No tenia mucho tiempo. Tenia que hablar con su madre. Tenia que oir la verdad, fuera la que fuera.
– Van a venir a buscarte. Tenemos que hablar. Tengo que saber…
– ?Que van a venir a buscarme? -interrumpio Hope, apartandose el pelo de los ojos-. ?Quien? ?Que quieres decir?
– Santos y… otros -la miro a los ojos-. Tienen una orden de detencion.
– ?Una orden de detencion? ?Para quien?
– Para ti, mama. Dicen que…
– ?Para mi? -se echo hacia atras, horrorizada-. ?Por que? No puedo imaginar como…
– Dicen que estabas involucrada con lo que hizo Chop Robichaux, que fuiste tu la que planeo la trampa que le tendieron a Santos.
Su madre no lo nego; emitio un sonido de indignacion o incredulidad y se quedo mirandola fijamente a los ojos, atemorizada.
Se dio cuenta de que era culpable de todo lo que Santos habia dicho. Era verdad.
Las lagrimas afloraron a sus ojos y empezaron a caerle por las mejillas. Se las retiro con impaciencia.
– Lo saben todo, mama. Se han enterado de lo de Santos, y de tu relacion con Chop Robichaux. Saben que… saben que era lo que te suministraba -alzo la voz-. ?Es eso cierto, madre? ?Hacias esas cosas? ?Tambien cuando papa estaba vivo? No puedo soportar pensar en eso.
– ?No! -grito su madre, con un sonido desesperado que salia del centro de su alma-. ?No!
Glory tomo las manos de su madre. Estaban frias y humedas como las de un cadaver.
– Tienen pruebas. Fechas y fotografias. Todo un expediente sobre ti -le froto las manos, intentando calentarlas-. Dime que no es verdad y te creere. Dime como han conseguido esas fotografias y…
Hope aparto las manos de las de su hija y salio de la cama de un salto. Corrio a la puerta del dormitorio y la cerro con pestillo.
– ?Madre?
Hope se volvio, jadeando nerviosa.
– La oscuridad ha llegado. Tenemos que intentar escondernos. Tenemos que hacer planes.
El corazon de Glory empezo a latir a toda velocidad. Se esforzo por mantener la calma.
– Estas muy nerviosa -dijo con la voz mas tranquila que consiguio poner-. Vamos a calmarnos, y juntas encontraremos una solucion a este problema. Te prometo que…
– ?No! Es demasiado tarde. Ya viene hacia aqui. El mal ha llegado.
Glory sujeto fuertemente las manos de su madre.
– ?De que hablas, mama? Tendras que contarmelo para que pueda ayudarte.
– Si -asintio-. Tengo que contartelo. Ahora debo decirlo -la miro a los ojos con una expresion que la dejo sin aliento-. La oscuridad, la bestia. Viene a por nosotras.
Se aparto de Glory y empezo a recorrer la habitacion. Su camison de seda largo se le enredaba en los