personas de vuestro alrededor como un murmullo lejano y muy nitidas a la vez. Ella dice que se siente muy feliz.
Dices que quieres escribir todo eso. Dice que seria fantastico. Dices que ella ha sido la que te ha provocado estas sensaciones, ella te ha ayudado a transformar tus desgracias en belleza, todo aquello que te pesaba tanto. Ella dice que el sufrimiento, cuando pasa, puede convertirse en belleza, y tu exclamas que ella es una autentica tia francesa. ?Una mujer!, rectifica ella, claro. Dices que tambien es una bruja. Ella dice que es posible. Ha querido que desahogues tus sufrimientos, la has obedecido y te has quedado tranquilo. Es cierto, tanto externa como internamente te has relajado, como si te hubieran lavado por fuera y por dentro. Ella dice que busca justamente sentir lo mismo, ?no crees que esta sensacion es maravillosa? Dices que se la debes a ella. Dice que lo que quiere es a un hombre como tu, y no tu deseo. Dices que todavia tienes ganas de comertela. Pero si no queda nada de mi, ?no te arrepentiras?, dice ella.
La acompanas hasta la estacion; te pasa el brazo por el hombro. Le dices que la amas. Ella te dice que tambien. Dices que la quieres mucho. Ella dice que tambien te quiere mucho. Vale la pena vivir, dices. Atencion, ?tienes ganas de cantar! Se rie a mas no poder. Te dice que subas con ella al tren. Dices que todavia falta una representacion, no puedes dejar a los actores solos, todavia tienes ese sentido de la responsabilidad. Dice que lo comprende, que no tienes que tomarla en serio, lo ha dicho por decir. Las puertas del tren se cierran y, cuando el convoy se pone en marcha, mueve tres veces los labios para decirte que te quiere. Sabes que no lo dice en serio; quiere seguir fiel a su amigo, como ha dicho. Sin embargo, tu la quieres de verdad, aunque puedas querer tambien a otras mujeres.
Te sientes ligero como una pluma; tienes la sensacion de haber perdido peso. Viajas de pais en pais, de ciudad en ciudad, de mujer en mujer, no piensas en encontrar un abrigo para toda la vida. Tienes la sensacion de que vuelas; sueltas palabras divertidas que, como el esperma que eyaculas, dejan una huella de vida. No esperas nada, no te preocupas por los detalles minimos de la existencia. Ahora que has sobrevivido, ?para que preocuparte? Solo quieres vivir el presente, como la hoja del arbol que cae despues de haber volado por el aire. El destino de las hojas de los arboles, sean del sebo, del alamo o del tilo, es el de caer tarde o temprano; mientras flotes en el viento, debes vivir lo mas comodamente posible. Sigues siendo ese prodigio incurable que viene de una familia condenada al fracaso. Debes liberarte de los obstaculos, compromisos, tormentos y preocupaciones que te han provocado tus ancestros, tu mujer y tus recuerdos. Eres como la musica, como este poema de jazz del negro: Dicen que se ha enamorado, es maravilloso, maravilloso; dicen que es tan maravilloso que no tiene cura…
La pierna de plastico que lleva tu firma dentro de un viejo marco esta en lo alto del escenario. Mientras cantaban, un viejo desdentado la alzo con la solemnidad con que se alza una bandera. Tu bailarina, una joven japonesa, esta de pie en medio del escenario, ofreciendo solemnemente una rosa cortada a los espectadores con las dos manos tendidas. Luego se echa a reir, dejando al descubierto unos dientes muy negros. ?Es maravilloso, maravilloso, tan maravilloso que no tiene cura!
El arte revolucionario y la revolucion del arte; hace tiempo que se juega con todo esto. Si todavia quieres jugar no encontraras nada nuevo; el mundo se parece a una bandera hecha trizas y desplegada. Al alba, en coche hacia los Alpes, una capa de niebla horizontal te viene a la cara, ya no tienes un cuerpo humano, ni peso, te disuelves siguiendo el viento, riendote de los demas y de ti mismo…
Eres un triste poema de jazz en la palma de la mano de las mujeres, y en la gruta oscura y humeda eres insaciable, ?de que te puedes quejar? ?Este pobre pajarillo?
Eres un saxofon que suena segun sus sensaciones, que grita dejandose llevar por sus sentimientos, ?ah, adios revolucion! Si crees que llorar te hace feliz, ponte a llorar, sin miedo a perder nada, solo eres libre cuando no tienes nada que perder, como el humo ligero que va acompanado del dulce perfume de la hoja de marihuana y de la houttuynia. ?De que tienes que preocuparte todavia? ?De que puedes tener miedo? Cuando llegue el momento de desaparecer, desapareceras. Desaparecer entre las piernas opulentas y suaves de una mujer si que seria maravilloso; entonces comprenderias plenamente lo que llamamos la vida, sin necesidad de tener compasion, sin necesidad de ahorrar nada, poder dilapidarlo todo, ?seria tan maravilloso que no tiene cura!
Las canas se doblan por el viento. Un viento violento de esta costa del mar del norte de Dinamarca se alza sobre las dunas de arena. Un monton de canas forma un circulo que se agita sin parar. Crees que es una pareja de cisnes salvajes; pero al aproximarte descubres a un hombre y una mujer desnudos y te alejas enseguida, aunque oyes sus risas tras de ti. En el mar sombrio, mas alla de las playas desiertas, las olas blancas se estrellan contra los blocaos de hormigon llenos de algas que dejaron los nazis durante la ocupacion.
Tienes ganas de llorar, te tumbas sobre su pecho opulento, lloras sobre sus senos, donde se mezclan el sudor y el esperma; no es necesario que te contengas, como el nino que necesita la ternura de su madre. No solo disfrutas con las mujeres, tambien necesitas su ternura, su indulgencia y su aceptacion.
La primera mujer desnuda que viste fue tu madre. Te diste cuenta de que por la puerta entreabierta habia luz; dormias a oscuras sobre una cama de bambu. Escuchaste un ruido de agua y quisiste echar un vistazo para ver que pasaba. Te apoyaste con los codos en la cama de bambu, que crujio. Tu madre, con el cuerpo enjabonado, salio de la palangana en la que se estaba lavando; tu te volviste a meter en la cama rapidamente y te hiciste el dormido. Ella dejo la puerta abierta y continuo lavandose. Tu miraste a escondidas los senos que te alimentaron y el lugar oscuro que te trajo al mundo. Al principio aguantaste la respiracion; luego el corazon se te disparo, antes de dormirte con aquel deseo y turbacion que nacieron en ti.
Ella dice que no eres mas que un nino. En este instante solo aspiras a la tranquilidad. Estas satisfecho, cansado; eres su nino bueno. Ella te acaricia con dulzura, te muestras obediente entre sus manos y dejas que te mire atentamente, que contemple tu cuerpo, eso que tienes entre las piernas y que esta encogido, lo llama su pajarillo. Su mirada es muy tierna, te acaricia el cabello, estas muy emocionado, tienes ganas de descansar sobre algo, descansar sobre esta mujer que te da la vida, la alegria y el consuelo. El amor, el sexo, la tristeza, el deseo que te atormenta sin parar, el lenguaje, una especie de expresion, la necesidad de exteriorizar tus sentimientos, el placer de desahogarte sin hipocresia y sin afectacion alguna, fluyendo hasta el final, todo eso te ha lavado por completo. Te has vuelto tan transparente que te has transformado en un hilo de conciencia de la vida, como el rayo de luz que se filtra por detras de la puerta, y, sin embargo, detras no hay nada, todo es vago, como un debil claro de luna en un pedazo de nube. Escuchas el aleteo de las gaviotas y sus gritos por la noche. Las mareas nacen de las profundidades oscuras del mar, formando lineas blancas de flujos. En Viareggio, un proyector ilumina la orilla del mar, la playa esta desierta, te has quedado de pie durante mucho tiempo delante de los grandes parasoles rojos con rayas blancas.
Pero hoy, durante esta noche en Nueva York, la nieve y el hielo de las aceras estan sucios y mezclados con barro. En este Nueva York tan popular, tan descuidado, este Nueva York con sus montanas de oro que llegan hasta los cielos, este Nueva York que marea, en el que hay que ir a la calle para poder fumar un cigarrillo mientras se aspira el aire helado, tu y ella, esta bailarina japonesa que no dice ni una palabra en el escenario, que interpreta en tu obra el papel de la muchacha que se abre a las pasiones, de la mujer libertina, del cadaver de la madre, de la monja y del espectro, te vas con ella despues de la representacion a buscar un bar donde podais fumar y beber algo.
Desde la octava o la novena calle de Manhattan, caminais calle tras calle hasta la treinta o mas alla; luego retrocedeis, y en la tercera o la cuarta, a menos que no fuera en la quinta o la sexta avenida -nunca has tenido memoria para esas cosas-, encontrais un bar brasileno o mexicano. Poco importa, el ambiente es excelente; hay velas sobre las mesas, pero la musica rock esta demasiado alta y no favorece mucho el flirteo. Solo conseguis oir algo si hablais muy alto, cara a cara. Hablais de arte, de arte muy serio. Dice que esta feliz de poder interpretar todos estos papeles en una obra, que se entrega en cuerpo y alma porque parece que la obra haya sido escrita para ella. Te quejas del
– Pensare en ti -dice mirandose los dedos y las unas pintadas de azul oscuro.
Hablais de las cosas de la vida; dices que dos dias antes tenia las unas del color del te. Ella dice que cambia a menudo de color y que a veces se las pinta de varios colores; te pregunta cual prefieres. Dices que el gris es el mejor, refuerza el lado glacial de la escena, aunque la gente se fija mas en su cuerpo cuando ella baila; la conversacion vuelve al arte.